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| 005 | Luke Hemmings

• Luke POV •

Cinco, cuatro, tres, dos...

Niego con mi cabeza al darme cuenta de que estaba haciéndolo de nuevo, suelto un suspiro y alejo mi vista de la entrada.

Esto me estaba preocupando bastante, creo que estoy comenzando a perder la razón, creo que deberia tomarme en serio las burlas y bromas de mi hermano y hablar de esto con alguien, tal vez debería...

Mis pensamientos se ven interrumpidos por aquel peculiar sonido que hace la gran puerta de vidrio de la biblioteca al abrirse; mi vista automáticamente se dirige hacia ella y mi respiración se corta.

Esta ahí, ella es increíblemente hermosa, cautivadora, misteriosa.

Regreso rapidamente la vista hacia el libro que tengo en mis manos cuando ella pasa justo en frente de la mesa donde yo me encuentro, espero que termine el recorrido para poder levantar mi vista una vez más hacia ella; suelto un suspiro aun mas grande cuando la veo perderse dentro de la sección de misterio.

Siempre hace lo mismo, llega, deja su pequeña maleta en la misma mesa junto a la ventana, va a la sección de misterio y toma unos cuantos libros para después hojearlos un rato, justo después va hacia la sección de libros de medicina y toma algunos de esos gordos tomos y hace notas un buen rato solo para después soltar un gran suspiro de cansancio, apartar los libros grandes y dirigirse hacia las obras de terror y suspenso, o a veces a las policíacas. Era lo que ella hacia.

Es a esto a lo que me refería; es espeluznante la manera en la que me fijo en ella, la manera en la que cuento los minutos o segundos para verla entrar por esa puerta justo a las 6:15, la manera en la que mis ojos siguen cada uno de sus agraciados movimientos, todo eso.

Mi hermano lo descubrio en una ocasión que me acompaño a la biblioteca, no pude quitármelo de encima y no deje que eso interrumpiera mi visita regular, trate de no lucir tan obvio cuando llegó, pero no pude evitarlo y mi hermano lo noto y me obligo a contarle todo, a eso se deben las ocasionales bromas de yo siendo un acosador o necesitando un buen terapeuta.

Ni siquiera se su nombre, pensé con tristeza, me siento aqui a observarla todos los lunes, viernes y domingo, dos horas aproximadamente, observo todo lo que hace y ni siquiera se su nombre, estoy obsesionado y eso me asusta. La observo hojear su gordo libro mientras anota en su hoja y muerde su bolígrafo rosa con sus rojizos audífonos alrededor de su orejas.

Ella jamas se fijaría en mi, es tan fascinante y yo tan común. Yo no soy nada. Niego con frustración y me levanto bruscamente, eso provoca cierto ruido que hace que algunas miradas se dirijan hacia mi, incluyendo la de ella. Pero por primera vez no le doy importancia, tomo mi mochila y salgo de ahí lo mas rápido que puedo. No quiero volver.

Pasan mas de 2 semanas desde que no voy a la biblioteca, eso comienza a afectar mi desempeño escolar por todo aquello que no puedo encontrar directamente en Internet, pero no quiero volver ahí y sentir esa sensación en mi al verla; es por eso que llevo mas de 30 minutos afuera de la biblioteca debatiéndome sobre entrar o no.

Mi hermano fue tan estúpido que dejo su celular y mochila en una mesa más temprano ese mismo día cuando paso por ahí. Me dejó saber su desesperación por recuperar sus objetos ya que los necesitaba para su clase del dia siguiente a primera hora y él justo ahora seguía en el colegio.

Eran las 7 en punto y era seguro que ella ya estaba ahí, tuve la tentación de esperar a que estuvieran a punto de cerrar para poder entrar, pero quizá no se me permitiera el paso y mi hermano no obtendría sus cosas; tome una gran respiración y entre. Trate de no hacer contacto visual con nadie ni nada, solo dirigirme hacia las mesas del centro, tomar las cosas de Jack y salir de aqui.