| 137 | Noah Centineo

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— ¡Te tengo! — escucho la voz de mi hermana seguida de una fuerte y dulce serie de carcajadas.

— ¡No, nunca podrás atraparme! — escucho múltiples pisadas correr hasta llegar a mi lado.— ¡Cara, ayúdame, por favor!

— Ella no puede ayudarte, monstruo. No tiene voz en mis dominios.— Denah vuelve a cargarlo en sus brazos mientras Joseph grita y da grandes carcajadas.

— ¡Cara! — suelto una risa y me levanto de la hamaca de nuestro jardín. D no para con las cosquillas y las vueltas en el aire.

— Denah, voy a mojar tu cabello si no sueltas a Joseph.

— No lo harías.

— ¡Si, si, hazlo! — Joseph se retuerce entre sus brazos hasta que mi hermana lo pone en el suelo.

— Nos veremos de nuevo.— amenaza ella mientras el pequeño que cumple siete años hoy, corre y abraza mis piernas.

— Vámonos, C.— ríe Joseph y lo levanto en mis brazos para poder regresar a mi hamaca.

Joseph rodea mi cuello con sus brazos mientras me siento y comienzo a mecernos.

— ¿Estás emocionado por cumplir siete? — él asiente enérgicamente y me muestra 7 dedos en sus manos.

— Mi papá dijo que cuándo cumpliera diez podríamos hablar de conseguirme un perrito.

— Oh, así que quieres una mascota. ¿Y qué pasó con tu pequeño pez azul? — Joseph cubre su boca con sus manos y niega.

— Seré más cuidadoso cuando tenga un cachorro.

— Se que si.— paso mis dedos por sus mechones rizados. Joseph toca mis manos mientras acaricio su cabellera.

— Mi cabello es como el de mi papá.— sonríe y yo asiento.

— Lo es, me gusta mucho su cabello.— Joseph en su lugar toma uno de mis largos mechones lacios.

— Hey, tú. ¿Por qué estás tocando a mi novia? — Joseph reconoce la voz de su papá e inmediatamente rodea mi cuello con sus pequeños brazos y se sienta en mi regazo.

Noah se deja caer en la hamaca, coloca mis piernas sobre su regazo y prácticamente tengo que que enredar nuestras piernas para que todos entremos. Comienza a hacerle cosquillas a Joseph y este se aferra mas fuerte a mi.

— No, papá. Yo quiero a Cara.— dejo un beso en su pequeña mejilla y él le saca la lengua burlonamente a Noah.

— ¿Quieres robarme a mi chica, pequeño monstruo? — Joseph asiente repetidamente. Lo acerco más y Noah hace ademán de acercarse lentamente a mi. Joseph pone su pequeña mano en frente de él y Noah la sujeta y muerde suavemente sus dedos.

— ¿No puedo darle un beso a tu papá? — Joseph parece que lo piensa por varios segundos pero después niega con su cabeza.— ¿Ni uno pequeño?

— Bueno, pero por que es mi papá.— asiente y Noah suelta una carcajada solo para después dejar un beso en mi mejilla.

Después de unos minutos, Joseph baja de mi regazo y sube al de Noah mientras se entretiene con un pequeño muñeco que saca de su bolsillo.

— ¿Esta todo listo? — le pregunto a Noah mientras este pasa su mano lentamente por mi pierna.

Asiente y comienza a peinar los pequeños rizos en la cabeza de Joseph. Sonidos de explosiones y golpes salen de los labios del pequeño mientras el muñeco vuela por los aires y vuelve a caer en sus manos.

— ¿No necesitas ayuda con nada? — Noah sujeta mi mentón entre sus dedos y hace que mi cabeza niegue.

— No, todo esa listo.

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