| 085 | Ian Nelson

7.1K 335 16
                                    

Entro lenta y cuidadosamente. La gente sigue entrando a la iglesia, así qué paso desapercibida mientras busco un lugar en las largas bancas.

Me siento y coloco las manos en mi regazo, honestamente no tengo idea de cómo debería de actuar.

La gente comienza a sentarse y trato de localizar algún rostro familiar, pero no es así, lo más lejos que llego de reconocer a alguien son los padres de Chris, sentados en las bancas de en frente y ruego para que no me miren.

La ceremonia comienza y ya todos están en su lugar. Observo a Chris parado con su elegante traje y a su lado aquella chica rubia con la que iba unirse para siempre, en un elegante y bonito vestido blanco.

Mi chequeo se ve interrumpido por un chico que trata de pasar a través de toda la gente, miro a mi lado y observo que el lugar a mi derecha, que también es el del final de la larga banca, es el único disponible.

Las miradas desaprobadoras y molestas de la gente mientras el sujeto trata de pasar no son discretas e incluso murmuran insultos.

— Permiso, permiso.— sigue murmurando mientras al final logra llegar a su destino.— Hola.

Él dice en voz baja hacia mí y giro a mirarlo lentamente. ¿Acaso él podría ser menos adecuado con la situación?

— Hola.— logro murmurar tratando de evitar las mismas miradas que le lanzan a él.

— ¿Cuál es tu nombre? — pregunta. Y por un momento me cuestiono si el siquiera está invitado a esta boda.

— Birdy.— contesto y cuando él está apunto de decir algo más la anciana sentada delante de nosotros gira para hacer que guardemos silencio. Me sorprende bastante que el chico haga caso, pero durante toda la ceremonia se mantiene callado y atento.

Cuando está termina, todo mundo hace lo posible por salir y no perderse la primera toma de los novios saliendo de la iglesia, es cuando me encuentro buscando su cabellera particularmente despeinada o a sus ojos oscuros. No lo encuentro y salgo de la iglesia, preguntándome si será buena idea o no que asista a la fiesta. Ya he venido a la iglesia y aunque Chris no me haya visto he aceptado su invitación.

Al final es muy tarde, por qué Chris ha puesto sus ojos en mi y no duda en alejarse de la plática que está teniendo con varios hombres que dan palmadas en su espalda. Es realmente nula la conversación que tenemos, que solo sirve para que él pueda decirme lo feliz que se encuentra de que yo haya aceptado su invitación y el que yo pueda asentir mientras más personas claman por su atención. Mientras es alejado me indica que me espera en la fiesta y qué hay un lugar con mi nombre esperando por mi. Maldición.

Una vez que los novios se han ido, la gente empieza a retirarse del lugar y se dirige a la celebración en la recepción del hotel que han elegido. Puedo notar varias miradas en mi dirección  y trato de convencerme que no son por mi, que nadie está juzgándome.

Cuando me encuentro en la recepción aún no se realmente que hago aquí.

Es cuando veo al chico de nuevo y me sorprende encontrarlo en la mesa principal con las familias de los novios. Él encuentra mi mirada después de unos segundos y sonríe hacia mí. Aparto la mirada. No pasa mucho para que la gente comience a levantarse y unirse a la pista de baile. La mesa en la que yo estoy queda prácticamente vacía, es cuando oigo la silla a un lado mío ser removida.

— Birdy.— dice el chico de la iglesia y ofrece su mano para que la tome.— Soy Ian.

— Eres un poco extraño, Ian.— contesto mientras agito su mano.

— Lo se, la historia de mi vida.— ríe y acerca su silla un poco más a la mía.

— ¿Y... vienes de parte de la novia o el novio? — pregunto al mismo tiempo que trato de encontrar una razón del por qué está conmigo cuando podría estar con cualquiera de las chicas de la mesa de a lado que no han parado de seguirlo con la mirada.

| one shoots |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora