Abro mis ojos, pero no consigo mantenerlos así, los cierro nuevamente y estiro mi brazo hacia el otro lado de la cama. Esta vacío y no tiene ese calor particular. Abro los ojos nuevamente y confirmo que no hay nadie del otro lado de la cama.
Confundida me incorporo lentamente y retiro las múltiples mantas de mi cuerpo. Tallo mis ojos con la esperanza de que estos no sigan adormilados y no quieran cerrarse nuevamente.
— ¿Thomas? — mi voz sigue adormilada y débil pero eso confirma que él no está en el cuarto de baño de nuestra habitación.
Anoche ambos salimos a una fiesta y no volvimos hasta bastante tarde. Creo que ambos necesitábamos algo así para relajarnos, hace mucho que no salíamos.
Me levanto de la cama y sonrío al notar que ya no traigo el corto vestido que use anoche y con el cual literalmente me deje caer en la cama, en su lugar tengo la camiseta gris de Thomas que usualmente uso como pijama. Tampoco tengo el moño que me hice en mi cabellera por la noche, mi cabello cae en ondas por mi espalda y creo que es lo que más agradezco, hubiera sido realmente doloroso deshacer el enredado peinando a estas alturas.
Salgo de la habitación y aún no encuentro señales de Thomas; me preocupa que haya caído dormido en algún lugar así que trato de ser sigilosa en mis movimientos. Ya en la planta baja estoy apunto de volver a llamarlo, pero es su voz la que me hace guardar silencio; viene de la cocina y al parecer está hablando solo.
Me asomo con cuidado por la puerta abierta de la cocina y observo a Thomas de espaldas sentado en una las altas sillas que colocamos a un lado de la encimera de la cocina. Pasa sus manos por su rubia cabellera múltiples veces, señal de alguna frustración que está sufriendo.
Tiene algo en la mano, un pequeño objeto oscuro que juega entre sus dedos y deja en la encimera para después verlo fijamente, suspirar y nuevamente pasarlo entre sus manos, y el ciclo se repite. Es entonces cuando oigo su voz nuevamente, y efectivamente no está hablando conmigo.
— Charlie ¿te casarías conmigo?no, muy estupido y cliché, Thomas, concéntrate. Esta bien, de nuevo. Charlie ¿quisieras pasar el resto de tu vida a mi lado? — él suelta otro sonido de exasperación y yo siento como me quedo estática en mi lugar, mi corazón late desbocado y no sé qué hacer a continuación.
— Charlotte, eres el amor de mi vida, sé que hace un tiempo estaba un poco indeciso, pero ahora no puedo pensar un momento del día en el que no te quiera ahí conmigo.— dice con el pequeño objeto entre sus manos. Lo observo y no es ni mas ni menos que una pequeña caja.— Charlie, soy un idiota, ¿porque? pues por el simple hecho de que no puedo pensar en una manera decente de pedirte que seas mía para siempre.
Él sigue murmurando pequeñas propuestas que me hacen perder la respiración y que mi corazón se descontrole de sobremanera, sigo estática en mi lugar a un lado de la puerta de la cocina, no puedo darle la orden a mis pies de que entren o salgan de la cocina así que no me queda más que oír un poco más de los murmullos frustrados de Thomas y las múltiples y electrizantes palabras.
Posteriormente él deja de jugar con su cabello y con la pequeña caja, mira fijamente hacia adelante y habla con desicion.
— Charlie, quiero ser el amor de tu vida, ya que tú eres el mío por el simple hecho de que no hay nadie más que pueda hacerme sentir alegre, enamorado, molesto, divertido, emocionado o preocupado, todo al mismo tiempo. Y eso es lo que más amo de ti, tú manera de ver y pensar de la vida y la manera en la que me hiciste a mi empezar a ver todo lo demás; asi que yo espero provocar en ti todas esas emociones que tú provocas en mí solo con sonreír o con tocarme, así que dime, Charlie ¿te casarías conmigo?
Mis ojos se llenan de lágrimas y no puedo evitar derramar unas cuantas, trato de limpiarlas con cuidado, es cuando oigo la voz de Thomas una vez más.
— ¿Qué dices, cariño? ¿Si quieres pasar conmigo el resto de tu vida? — lo miro sorprendida y soy consciente de que él mira el horno de microondas que está justo enfrente, mi reflejo se proyecta en el y yo me quedo quieta. Limpio las lágrimas de mis ojos con el dorso de mi mano.
— ¿Hace cuánto sabes que estoy aquí? — me acerco a él cuando abre sus brazos hacia mí y dejo que él me envuelva con ellos.
— Desde hace unos segundos realmente, cuando miré fijamente y vi tu bonito reflejo.— pone un mechón de cabello detrás de mi oreja y me mira.— Me paralicé un segundo, no sabía qué hacer realmente, ¿y tú? ¿Desde cuando miras, pequeña fisgona?
— Un par de minutos, quizá. No podía moverme, estaba realmente sorprendida.— él asiente pero no dice nada más, únicamente me envuelve entre sus brazos y yo me limito a esconder mi rostro en su cuello y sentir las caricias que proporciona en mi espalda y brazo.
— ¿Thomas? — lo llamo después de unos segundos de silencio.
— ¿Si? — se aleja unos centímetros de mí para mirar mi rostro aunque no me suelta. Yo coloco mis manos sobre su pecho y lo miro fijamente.
— Si quiero casarme contigo.— él sonríe y asiente, después se incorpora únicamente para sujetar mi cintura, levantarme y sentarme en la encimera de la cocina, acto seguido se coloca entre mis piernas.
— Esa no era exactamente la propuesta que tenía planeada para ti ¿lo sabes, vedad?
— Realmente no importa, hace unos meses yo estaba realmente convencida de que tú no querías casarte conmigo, realmente no me importa cómo me lo propongas si lo haces porque me amas.
— ¿Cómo no voy a amarte? — pregunta con el ceño ligeramente fruncido y coloca ambas manos en cada lado de mi rostro.— Simplemente eres lo mejor que hay en mi vida, Charlie.
— Entonces, ¿vamos a casarnos? — él ríe y asiente para después pegar sus labios a los míos.
— Vamos a casarnos.— confirma sin despegar sus labios de los míos.
— — — — —
Hello.
Espero que les haya gustado. Como veran la portada ha sido cambiada. Tambien quiero agradecer todos los votos, ya son mas de 300. Déjenme saber si les gusta y gracias por comentar y votar.
Nos Vemos.
ESTÁS LEYENDO
| one shoots |
FanfictionEn este libro se encontraran recopilaciones de varias historias cortas creadas por mi. Los protagonistas variaran. Sientanse con la libertad de ofrecer al ser humano que gusten. Ojalá lo disfruten mucho y bienvenidos. - Favor de no tomar ninguna hi...