• Sam POV •
— ¿Nervioso? — pregunta mi amigo dándome una pequeña palmada en el hombro.
— Vamos hombre, yo nunca estoy nervioso.— alego con una sonrisa confiada.
— No lo sé, Sam. Este lugar se ve grande y demandante.— mi confianza se tambalea un segundo, eso era cierto, este es el lugar más grande en el que he tocado, pero no dejaré que eso me afecte así que recupero la compostura.
— Estoy seguro de que puedo con él.— una sonrisa ladeada se planta en mi rostro y me coloco el saco de mi traje.
— Acaba con ellos.— me da un último golpe en la espalda y al final salgo al escenario cuando los múltiples aplausos han cesado.
Me siento en el banquillo frente al gran piano, me siento ansioso por unos segundos pero esto es lo que he hecho y querido hacer la mayoría de mi vida.
Comienzo a tocar, y por alguna extraña razón siento una opresión en mi pecho y un nudo en mi garganta; trato de calmarme pensando en que eso únicamente se debe a que este teatro es impresionante grande y considerablemente lleno de gente. Pero mi cabeza parece no entenderlo así que esa incómoda sensación sigue planteada en mi.
Es cuando ocurre algo que no me había pasado desde mi primera presentación; mi cabeza se llena con todos aquellos recuerdos de mi pasado, aquellos de mi familia recordándome constantemente que nunca llegaría a ser el músico reconocido que yo quería, toda esa destructiva experiencia me había hecho alejarme de ellos hace años. Pero siempre me torturaba el pensamiento de que aunque había logrado lo que yo creía imposible, en cualquier momento fallaría y todo se vendría abajo, justo como ellos dijeron.
Creo que eso comienza a hacer estragos en mi, ya que siento los dedos pesados y estoy seguro de que presionaré una tecla errónea en cualquier segundo. Aguanto la respiración y trato de concentrar mis pensamientos. Entonces mis ojos, que normalmente tengo fijos en el piano, ahora suben la mirada, quizá en un intento desesperado de no sucumbir ante la presión de mi propia mente.
Y la veo. Mi vista no tiene que hacer realmente un gran trabajo, está en la primera fila con un vestido largo y rosa pálido que hace contraste con la vestimenta oscura y formal de todos los demás. Su cabellera está recogida en un montón de trenzas que al final han sido juntadas para darle paso a un peinado formal, aunque eso no evita que ciertos mechones dorados escapen de este.
El color de su labial es increíblemente parecido al de su vestido, puede que incluso me atreva a pensar que es el color que tienen sus labios naturalmente. Sus ojos están fijos en el escenario, aunque creo que realmente no lo está mirando, o a mi. Ya que cada ciertos segundos cierra los ojos y pareciera que solo escucha y disfruta la música, en esos mismos momentos las comisuras de sus labios se alzan en una preciosa y dulce sonrisa.
Al final solo puedo apreciar la manera en la que sus pálidas manos descansan en su regazo y sus piernas se cruzan levemente. También puedo...
Un sonido estruendoso hace que mis pensamiento paren de golpe. Mis dedos siguen en las teclas pera ya no se mueven, veo a la multitud en general, ellos aplauden. He terminado mi pieza.
El aplauso sigue aún en el momento en el que me he parado del banquillo y he hecho la reverencia ante ellos. Mis ojos tratan de no perder los de ella, que no aplaude, pero sonríe hacia mí de una manera inexplicable, como si fuera en agradecimiento por tocar.
Ya detrás del escenario espero ver a mi amigo rondando por ahí pero no lo veo. Así que cuando termina la función doy paso acelerado hacia la salida del teatro. Ciertas personas me saludan y felicitan, trato de apartarlos con la mayor rapidez y amabilidad posible, si le pierdo el rastro a esa chica nunca me lo perdonaré.
Creo que veo de reojo un particular tono de rosa pasar, no pierdo el tiempo y trato de seguirlo. Las personas son considerablemente estorbosas todas esperando en la salida, así que eso entorpece mi búsqueda. Cuando al fin llego a la salida no hay rastro de ese pálido rosa, giro en ambas direcciones pero parece que ha desparecido. Doy el suspiro más triste que he oído en toda mi vida e incluso pateo la pared.
— Me gusto mucho tu pieza.— oigo detrás de mí. Giro para encontrarme con la mirada que me brindó calma hace unos minutos.
— Oh, gracias.
— Siento si interrumpí tu...ya sabes.— señala la pared que hace breves segundos patee.
— Oh, no, no. Solo crei que había perdido algo.— ella alza las comisuras de sus labios y siento mi corazón latir con fuerza.
— ¿Lo encontraste?
— Si, lo hice.— ella asiente y parece que va a darse la vuelta, me apresuro y me coloco delante de ella.— Soy Sam.
— Lo sé, vine a verlo tocar a usted, señor Claflin.— tengo que recordarme constantemente como inhalar y exhalar. Ella se gira nuevamente.
— ¿Necesitas que te lleven? — ella gira y niega. Justo después de sonreírme se acerca a mí y deposita un beso en mi mejilla.
— Lo veré en la próxima presentación.— ella se da media vuelta y trato de no perder el equilibrio al observar la manera en la que su vestido deja al descubierto su espalda.
La observo irse por una simple razón, quiero volverla a ver en la manera en la que la vi hoy. En primera fila, con sus ojos cerrados y esa sonrisa de goce en su rostro. Aunque ella no sepa lo que ha hecho por mí, todo lo que hizo conmigo solo con sonreír.
— — — — —
Hello!
Ojalá les haya gustado. Buenas noticias, el especial por las 50k visitas será uno de nuestros maratones! Déjenme saber si les gusta :)
Nos vemos.
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| one shoots |
FanfictionEn este libro se encontraran recopilaciones de varias historias cortas creadas por mi. Los protagonistas variaran. Sientanse con la libertad de ofrecer al ser humano que gusten. Ojalá lo disfruten mucho y bienvenidos. - Favor de no tomar ninguna hi...