| 072 | Sammy Wilkinson

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Aparto las sabanas de mi cuerpo una vez que he decidido que aquel ruido no es coincidencia, y honestamente ya estoy un poco asustada.

Soy una niña realmente asustada que aparta las cortinas de la ventana que da al balcón de la manera más lenta y precavida del mundo. No hay nada.

Doy un suspiro, pero en ese momento algo impacta contra la ventana. Hizo exactamente el mismo ruido que he estado escuchando. Abro ambas puertas y salgo al balcón mientras me inclino para mirar hacia abajo.

— Eres un idiota. Me has dado el susto de mi vida.— Sammy sonríe hacia mí y tira al suelo las demás pequeñas piedras que sostenía en su mano.

— Tú eres la que dice que no soy lo suficientemente romántico.— dice mientras limpia sus manos en sus jeans.

— Qué me hubieras mandado un cadaver hubiera sido más romántico, no entiendo por qué esto es romántico, pude llamar a la policía o algo.— él me mira con el ceño fruncido y avanza hacia un lado de la casa.

— Si, tengo que recordarme que son estas cosas por las que te amo.— escucho que dice pero ya lo he perdido de vista.

— ¿Sammy, que es lo que haces? — por un momento no puedo oírlo, pero son sus movimientos los que hacen bastante ruido.— ¿¡Estas tratando de escalar!?

— Cariño, guarda silencio, tus padres se despertaran, y no necesito otra razón en la lista larga e imaginaria de tu padre de razones por las cuales me odia.

— Mi padre no te odia. Y no hay tal lista.

— ¡La lista es real! Me la dijo en una ocasión que saliste con tu madre y me dejaste solo con él. Razón 1: eres un bicho raro. Razón 2: Eres un bicho raro que no se merece a mi hija. Razón 3: Tu cabello es ridículo.

— ¿Te odia por tu cabello? — río mientras me recargo en la orilla del balcón mientras lo observo tratando de subir por las enredaderas de la pared.

— Lo hace. Dice que es falso como mi personalidad.

— Al menos mamá te ama.

— Esa es la razón 16, estoy robándole a su familia.— da una última tambaleada y al fin puede subir por mi balcón. Espero que no haya vecinos curiosos o esto podría terminar muy mal.

— Al menos yo te amo.— rodeo su cuello con mis brazos y él lo hace con mi cintura. Sus labios no tardan en encontrarse con los míos y tengo que recordarme que estamos en el balcón de mi habitación cuando estos se vuelven bastantes demandantes.

— Estoy castigada ¿recuerdas? — él hace un sonido de protesta mientras entra en la habitación.

— Es por eso que esto es tan romántico y peligroso.— se deja caer en mi cama y me trae con él haciendo que caiga encima suyo.

Sammy me mira fijamente y coloca una de sus manos en mi cabello para acercarme hacia el y volver a juntar nuestros labios. Coloco mis manos en su pecho mientras trato de incorporarme en la búsqueda de una posición más cómoda. Él dirige sus besos hacia mí cuello y yo tomo su cabello entre mis dedos tratando de no hacer ningún ruido. Sus dedos se colocan en mi cintura en un intento de remover mi camisa de pijama, él está en eso cuando oigo golpes en la puerta.

Nuestros movimientos son literalmente instantáneos, Sammy se separa varios centímetros de mi pero sigue sujetándome.

— ¿Si? — pregunto en un tono bajo de voz.

— Lo siento, cariño. Creí oír ruidos viniendo de tu habitación, ¿todo está bien? — maldigo entre dientes cuando escucho la voz de mi papá. Esto es absolutamente increíble.

— Si, no te preocupes, todo en orden.— Sammy que antes mostraba una gran cara de susto ahora hace un intento por volver a colocar sus labios en mi cuello, por lo que doy un golpe en su cabeza y se aleja de nuevo.

— ¿Estas segura? Podría entrar a checar y...

— ¡No! — salto de la cama y corro hacia la puerta, de reojo observo a Sammy correr y esconderse debajo de la cama. Abro la puerta lentamente dejando solo una porción de mi rostro a la vista.— Todo está bien, papá. Solo hay bastante aire y las puertas del balcón han hecho ruido.

— Si, creí que podrías estar en problemas ¿No te sientes mal, cariño? — niego repetidas veces y solo quiero que deje de observar mi rostro que a cada segundo cambia a una facción más y más nerviosa.— Está bien, recuerda que nos levantaremos temprano en la mañana, acompañaremos a tu mamá a ver a tu abuela.

— Claro, papá.— finjo un bostezo que me recuerda por qué no soy actriz e incluso tallo un poco mis ojos.— Papá, creo que volveré a dormir, estoy bastante cansada.

— Claro que si, cariño. Duerme bien.— casi suelto un suspiro de alivio mientras cierro la puerta pero antes de que logre hacerlo por completo, mi padre ya ha colocado su mano firmemente sobre ella provocando un fuerte golpe.— Contaré exactamente hasta diez, Samuel. Y si no has abandonado el cuarto de mi hija para entonces sabrás que las armas qué hay encima de la chimenea no son decoración de interiores.

— Papá...— he perdido todo el color del rostro y únicamente alcanzo a girar para ver a Sammy salir lentamente de debajo de la cama.— papá, espera...

— uno, dos, tres...

— Te veré mañana.— dice en un murmuro antes de salir.

— ¡No, por supuesto que no lo harás, no volverás a verla en tu vida! — ruedo los ojos ante lo dramático que está siendo pero efectivamente logró hacer que mi novio corriera por su vida.— Razón 76, escabullirse como vándalo, quién sabe que otros crímenes habrá cometido.

— ¡En serio tienes una lista! — cruzo mis brazos sobre mi pecho y lo miro con el ceño fruncido.

— No me mires de esa manera, jovencita. Eres tú la que escabulle zánganos a mitad de la noche.

— No soy un bebé.

— Si vives bajo mi techo lo eres.

— No es un mal chico.

— Todos son iguales.

— ¿Que harías si algún día me casara con él? — por supuesto que la pregunta lo toma por sorpresa debido a su expresión.— De verdad lo amo, ¿y si algún día el me propusiera matrimonio por qué me ama igual?

No contesta al momento y solo niega mientras toma la perilla de mi puerta.

— Duérmete, es tarde.— ruedo los ojos mientras me doy la vuelta pero no escucho la puerta ser cerrada así que giro una vez más. Papá mira hacia el piso y segundos después a mi.— Quizá pruebe que después de todo no es un idiota y un vándalo.

Cierra la puerta y no puedo evitar sonreír. Me recuesto en mi cama y tomo rápidamente mi celular.

Sammy:

¡Podemos casarnos mañana mismo!

¿Qué?

Nada, te amo.

Bien, yo igual. Me escabulliré antes de que salgas mañana temprano 😏

Sé que lo harás ❤️

— — — — —
hi!
Antes que nada: ¡100 seguidores! Wow,  me sorprende que haya gente que me siga considerando que yo nunca posteo nada (yo sigo cuentas solo por lo que andan escribiendo😂) aún así muchas gracias. Además solo quería decirles que amo que agreguen esta historia a sus listas de lectura. No saben lo emocionante que es para mí la notificación de que alguien agregó el libro a su lista de favoritas, las que más a ama o gustan, es el cielo! Gracias por todo.
nos vemos pronto.

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