| 133 | Harrison Oesterfield

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— Basta, eso es raro.— doy un manotazo al aire en un movimiento bastante similar al qué haces cuando tratas de alejar un insecto que te molesta.

— Tardas demasiado.— detengo mi mano en el aire con mi brocha de maquillaje en ella. Le doy una mirada y él levanta las manos en señal de rendición por lo que continúo colocando el maquillaje.

No pasan ni 10 segundos cuando efectivamente siento otra bolita de papel golpeándome en el rostro.

— ¡Tom! — grito dejando caer la brocha. Él suelta una risa pero corre fuera de mi habitación.

— ¡Bee! ¿Qué te parece si tratamos de llegar el día de hoy?

Guardo todo mi maquillaje en su respectivo lugar y tomo mi bolso. Tom da vueltas en el living mientras escribe en su teléfono.

— Voy a apuñalarte mientras duermes.— digo mientras me dirijo a la puerta.

— También te amo.— cerramos la casa y nos dirigimos al auto de Tom.

Tom es mi mejor amigo desde hace aproximadamente unos seis años. Cuándo por azares del destino logré protagonizar una película qué poco a poco comenzó a crecer tanto qué me permitió quedarme en Los Ángeles y hacer una carrera. Una gran carrera. Conocí a Tom en una de las muchas galas a las que tenía que asistir y fue impresionante lo parecido qué es a mi. Siempre nos resulta una actividad muy divertida el checar todas aquellas páginas, personas y programas qué quieren o afirman qué mantenemos una relación amorosa. Pero no es así y jamás lo ha sido.

— Si, si, pero fue culpa de Bee, realmente me pregunto cómo pueden colocar tanto maquillaje en sus rostros las chicas.— ríe Tom después de que Jacob le llamara para preguntarle por qué aún no habíamos llegado al pub en dónde se suponía que todos nos veríamos.

Ruedo los ojos mientras los oigo reír. Hago ademán de colgar la llamada tocando el tablero inteligente del auto de Tom y él me da un manotazo.

— Te dejo, Jacob. Llegaremos en pocos minutos.— me encargo de colgar la llamada y mirarlo mal.— ¿Qué? Sabes qué me rio con amor.

— Yo voy a golpearte con amor.

Efectivamente en pocos minutos llegamos a nuestro lugar de encuentro. Retengo el aire durante varios segundos y giro discretamente hacia Tom.

— ¿Entonces, quien más ha llegado además de Jacob? — pregunto en un intento por qué mi cuestionamiento sobre quién asistirá luzca despreocupado y discreto.

— Mm, me parece que solo Jacob y Zendaya. Harrison viene en camino con Sam.— contesta mientras se coloca su chaqueta. Asiento lentamente.

Entramos al lugar y observamos la mesa dónde están los chicos casi al instante, después de saludarlos y acomodarnos alrededor, comienzo a dar fugaces miradas hacia la entrada del lugar.

— ¿Huirás o algo parecido? — Zendaya murmura cerca de mí mientras aparto los ojos rápidamente de la entrada.

— No, no.— los nervios me traicionan vilmente. Tomo de un trago lo qué hay en mi copa en un intento de distraerme.

— ¿Acaso es esa cosa que tienes con Harrison? — le lanzo una mirada rápida a los chicos y estos ríen de alguna historia de Jacob, por lo que me permito el girar hacia ella.

— ¿Cuál cosa? — rueda los ojos e incluso bufa.

— Honestamente me ofende que consideres que soy igual de tonta que los chicos.

— No hay tal cosa, Z.

— ¿Entonces por que...

— ¡Hey! Feliz cumpleaños, idiota.— Tom se levanta de su asiento y se acerca al par que acaba de entrar. Envuelve a Harrison en sus brazos y después saluda a su hermano.

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