| 047 | Ansel Elgort

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— Solo no te despegues mucho de mí ¿de acuerdo? — mi hermano pequeño asiente frenéticamente mientras salta, pero estoy segura de que en realidad no me está escuchando.— Josh, es enserio, necesito que te quedes a mi lado.

Mi hermano me da una mirada de niño de 8 años fastidiado pero al final asiente y toma mi mano. Ambos caminamos por el verde sendero que lleva hacia el zoológico. Mis padres se están separando y yo busco la mejor manera de distraer a mi hermano pequeño de este difícil proceso.

Al final hemos llegado y Josh vuelve a saltar entusiastamente mientras ve a los demás niños, a las figuras de peluche de animales que venden fuera y por supuesto, todos los puestos de comida dulce.

— Vamos, Val.— Josh jala mi brazo y después de comprar las entradas en la taquilla logramos entrar al enorme zoológico.— Quiero ver al gorila, y al elefante, y al panda, y al tiburón, y tenemos que ir a ver al león.

— No hay tiburones aquí, Josh. No es un acuario.— río ante su entusiasmo y él me mira con el ceño fruncido por unos segundos, pero su rostro regresa a su vieja felicidad muy rápido.

— Esta bien, otro día iremos al acuario ¿verdad? — sus ojos suplicantes causan se fijan en mi, así que solo asiento y él vuelve a festejar.

Lo llevo a recorrer prácticamente cada rincón del zoológico y todo lleva hacia el camino de su animal favorito, el león.

Así que después de comprarle un gorro con orejas y melena de león nos dirigimos hacia la gran jaula del animal.

Nos sujetamos de las barras de metal que hay alrededor de la pequeña fosa y nos asomamos esperando ver al animal dentro de todo ese campo amarillo, pero no lo hacemos.

— Valerie ¿dónde está el león? — pregunta Josh jalando mi chaqueta. Trato de darle una respuesta, pero no veo al animal por ningún lado, estoy desilusionándome bastante por lo triste que mi hermano se pondrá al enterarse de que su animal favorito no está presente justo ahora.

Es cuando veo a un chico con el uniforme de cuidador del zoológico cerca de las barras metálicas del otro lado de la zona del león, tomo la mano de Josh y lo hago ir rápidamente hacia él.

— Disculpa.— llamo su atención y gira a verme para después acercase hacia nosotros.

— ¿Puedo ayudarte?

— Si. ¿Dónde está el león? — él frunce el ceño levemente y niega.

— Esta dentro. Tenía que pasar por un chequeo médico.— contesta apoyándose en las barras. Trato de ignorar la sonrisa que nos da y frunzo el ceño.

— ¿Y no saldrá? — pregunto y el rostro de Josh comienza a descomponerse.

— No, lo siento, linda. No hoy.— suelto un suspiro de derrota y trato de no fijarme en los ojos tristes de mi hermano.

— Esta bien, vámonos, Josh.— mi hermano niega mientras veo que está reteniendo lágrimas en sus ojos.

Creo que el chico va a decirnos algo más pero es llamado por otro cuidador y tiene que alejarse de las barras mientras nos da una mirada rápida de disculpa.

Josh no habla conmigo en el siguiente tramo; lo llevo a la zona de comestibles esperando que algo dulce lo haga sentir mejor.

Nos paramos en la fila esperando conseguir un helado, suelto la mano de Josh unos segundos solo para pedir el helado y pagar. Pero cuando bajo la mirada él ya no está en ningún lado. Mi corazón se detiene automáticamente en ese momento, siento mi sangre helarse y salgo de la fila inmediatamente, mi cabeza gira y mi mirada trata de ubicarlo.

Comienzo a gritar su nombre y la gente me mira extrañada, corro en dirección opuesta tratando de encontrar a alguien que me ayude, llego a la jaula del león y mi alma regresa a mi cuerpo.

El chico atractivo de la jaula que encontramos antes habla con Josh mientras este está arrodillado hablando con él, mi hermano frota sus ojos con el dorso de su pequeña mano. Corro hacia ellos y rodeo a Josh rápido y fuerte con mis brazos.

— Te lo dije, amigo. Tu hermana esta muy preocupada.— dice él, giro a verlo y se incorpora nuevamente.— Lo vi aquí tratando de subir los barrotes pero vi que tú no estabas.

— Gracias.— murmuro y giro la mirada a Josh.— Eso estuvo muy muy mal. Estaba muy asustada Josh. ¿Porque hiciste eso?

— Quería ver al león, Val.— sigue frotando sus ojos y no puedo evitar rodearlo con mis brazos otra vez. Me incorporo y observo que el chico sigue ahí, es bastante guapo y cuido de mi hermano así que me cuesta apartar la mirada unos segundos.

— Soy Ansel.— dice y me ofrece su mano, la tomo y sonrío.

— Valerie. Y de verdad te agradezco que te quedaras con Josh, no sé qué haría si algo le pasara.— contesto mientras mi hermano se aferra a mi chaqueta.

— No te preocupes.— me dedica otra sonrisa solo para después bajar la mirada a Josh.— Oye, amigo, que tal si vienes la próxima semana y te prometo que podrás ver donde duerme y se alimenta el león, además de que te enseñare otras cosas geniales ¿te gustaría? — el rostro de Josh se ilumina nuevamente y comienza a dar saltos mientras asiente. Él sigue saltando cuando Ansel se inclina hacia mi.

— Wow, eso es impresionante ¿de verdad puedes hacerlo?

— Claro, soy cuidador en jefe, además me gusta ver a los niños felices. Nunca había visto a un hermano mayor cuidar a alguien como tú lo haces.

— Pasamos por una situación un poco difícil.— suspiro y giro hacia Josh y le hago una seña de que se acerque.— Gracias por todo.

— Lo hago encantado. Además, a ti también podría llevarte a algún lugar.— me sonrojo un poco y él ríe.— Nada con animales, lo prometo. Será genial.

— Me parece bien.— asiento y eleva su puño en signo de victoria. Tomo la mano de Josh pero él abraza a Ansel mientras le dice lo agradecido que está.

— Nos vemos en unos días, amigo. Cuida a tu hermana.— Josh asiente y ambos nos dirigimos a la salida mientras lo último que veo es a Ansel guiñar un ojo hacia mi.

— — — — —

sup!
Ojalá les haya gustado. Me alegra tener varias sugerencias de ustedes, la mayoría ya los tengo en borrador pero me encanta hacer ajustes y ajustes así que ojalá les gusten.
Nos vemos en el siguiente.

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