— ¿Y de qué color te gustan los tigres? — pregunto al pequeño niño que tengo a mi lado, ambos sentados en el piso acolchonado de la gran habitación mientras llenamos de color algunas páginas de un libro infantil para colorear.
— ¡Morados! — exclama emocionado, río ante su expresión y al verlo tomar entusiasmadamente el crayón morado.
— ¿Seguro? No hay tigres morados en la naturaleza.— él me mira pensativo unos segundos pero después asiente energéticamente.— Está bien, todo tuyo.
Dejo que siga poniendo color al pequeño tigre y lo acompañó coloreando mi libro también, únicamente iba a verlo colorear pero él fue al estante de cuadernillos para colorear por uno de Disney solo para mí.
— ¿Qué coloreas? — me pregunta sin apartar la vista de su tigre morado con líneas y manchas azules.
— Un muy colorido Peter Pan.— él sonríe y deja de pintar solo para darle un vistazo a mi hoja.
— Peter Pan no es naranja.— se queja mientras ríe, incluso niega un poco.
— Perdóname, no hay color parecido a la piel entre los crayones.— él vuelve a reír y entonces vemos a Vera entrar a la sala.
— Ashes, tengo que irme ¿Segura que puedes quedarte?
— Claro, odiaría tener que dejar a Alex esperando solo.— él baja la mirada y sé que se siente mal de ser el último niño en ser recogido del jardín de niños.
— Gracias Ashes, te debo una.— la profesora titular sale y yo chequeo la hora de mi celular, 3:10. Soy practicante en el Jardín de Niños y brindo mi apoyo en varias ocasiones, y aunque no tengo ningún problema en quedarme con Alex, sus padres son muy poco atentos al permitir que se les pase la hora de salida por más de media hora.
— ¿Tus padres avisaron que iban a llegar tarde, Alex? — él pequeño encoge sus hombros y sigue coloreando.
Cuando termina su dibujo ya hemos recogido todos los crayones y cuadernos y los hemos colocado en su lugar, yo estoy sentada en la banca que hay fuera del jardín de niños justo a lado de una zona con juegos para que los niños se entretengan, justo donde ahora está Alex.
Trato de recordarme que únicamente soy una practicante. Y que insultar padres de familia de diversas formas no va a ayudar a mi futuro educativo en nada. Pero ya casi se cumple una hora y nada.
Al cabo de unos segundos el peculiar y ruidoso sonido de una motocicleta hace presencia en la tranquila zona. La motocicleta se detiene enfrente del jardín de niños y de ella baja un sujeto con chaqueta y casco, se remueve el casco y lo deja en la motocicleta después de apagarla. Cuando veo que se dirige a la escuela me levanto de la banca y me acerco.
Lo observo tratar de ver entre las ventanas, quizá buscando alguien adentro, lo oigo soltar una maldicion y sacar su teléfono de la chaqueta.
— ¿Puedo ayudarte? — pregunto a sus espaldas, él se gira y me sorprende lo joven que luce.
— ¿Trabajas aquí? — señala detrás de él y vuelve a guardar el teléfono.
— ¿Hay algo que necesites en particular? — se que no debo ser prejuiciosa pero su entrada no me dio particular confianza.
— Si, busco a un pequeño, Alex Robinson, es urgente.— contesta y su voz tiene un tono desesperado.
— Espera un segundo, ¿tienes idea de a qué hora es la salida? — mis brazos se han cruzado sobre mi pecho y esa no es buena señal, suelo ponerme testaruda y charlatana cuando lo hago.
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| one shoots |
FanfictionEn este libro se encontraran recopilaciones de varias historias cortas creadas por mi. Los protagonistas variaran. Sientanse con la libertad de ofrecer al ser humano que gusten. Ojalá lo disfruten mucho y bienvenidos. - Favor de no tomar ninguna hi...