| one shoots |

| 048 | Brandon Rowland

Mis ojos eran arduamente obligados por mi para no cerrarse, pero la clase de Literatura de la vieja Señora Elle no parecía ayudarme mucho.

Mi asombrosa mejor amiga me había arrastrado a un extraño y alternativo concierto de una banda que creí que solo ella conocía. El maldito evento no termino hasta las 2 de la madrugada.

Mis ojos hubieran flaqueado de nuevo si no hubiera sido por la pequeña bolita de papel que aterrizó en mi cabellera, la quite y la sostuve entre los dedos para girar al asiento de atrás y encontrar a mi risueña amiga Bee con una hoja de papel hecha trizas frente de ella. Arroje la bola de nuevo en su dirección lo más rápido posible para evitar ser vista por mi anciana profesora.
Convencida de que necesitaba algo para no caer en un profundo sueño, observo el salón, mis ojos no pueden evitar caer en Brandon. Hemos tomado clases juntos prácticamente desde jardín de niños, pero al parecer él no recuerda eso.

Trate de convencerme de que era un amor infantil y delirante, pero hay algo que me evita dejar de pensar en él. Sus ojos de repente enfocan los míos y soy obligada a apartar la mirada con rapidez.

La clase termina y salgo
con gran velocidad tratando de no volver a hacer contacto visual con Brandon, me dirijo a mi casillero y siento a mi mejor amiga llegar.

— ¡Caitlyn! — suelta ella dejándose caer en su casillero.

— Bee.— trato de que mi voz suene tan entusiasta como la de ella pero el sueño hace que eso no pase, incluso bostezo.

Ella suelta una risa mientras yo introduzco libros a mi casillero.

— ¿A qué el de ayer fue el mejor concierto de la vida?

— En realidad...

— Shh, Cait. Aquí el punto es que Andrea de mi clase de Cálculo me contó que la banda asistiría a su fiesta está tarde, y por supuesto, iré, y como mi "BFF" estas en tu obligación de asistir conmigo.— dijo y yo cerré mi casillero para después golpear levemente mi cabeza contra el una y otra vez

— Bee, primero, creo que tuvimos suficiente de la banda ayer, segundo, creí que ya no te burlarías mas de Best Friends Forever y tercero, no, Bee no creo poder ir contigo.— enumero colocando el bolso con libros en mi hombro y empezando a andar por el pasillo, Bee me sigue mientras niega claramente disgustada.

— Bien, Caitlyn. Primero, ¡vamos, ellos son geniales, no se puede tener suficiente! segundo, ¿como rayos quieres que no me burle del estupido BFF? ¡Es ridículo! y tercero, oh, por supuesto que iras, eres mi apoyo moral. Además, me veo obligada a añadir un cuarto punto, Brandon Rowland irá.

Intento mirarla seriamente pero lo único que consigo es rodear los ojos y reír.

— No estoy segura, me metí en unos cuantos problemas por la hora en la que llegue anoche. Además, no hace ninguna diferencia que Brandon asista.

— Por Dios, Caitlyn. Tus padres son jóvenes y comprensibles y por supuesto que Brandon hace la diferencia, tanta que llamaras a tus encantadores padres solo para poder posar tus bellos ojos sobre Rowland.

Era una realidad que había sido seriamente reprendida por llegar a altas horas de la madrugada, y si, mis padres eran bastante comprensivos pero ¿qué iba a hacer yo en la misma fiesta que Brandon?

— Se que mis padres no tendrán problema en dejarme ir, pero...

— ¡Asombroso! Llámalos ahora, querida mía.— suelta con su característico acento inglés mientras llegamos al estacionamiento y abre la puerta de su convertible azul.

Suelto una bocanada de aire y ruedo los ojos, no hay manera de ganar esta. Saco mi celular de mi bolso mientras me acomodo en el asiento copiloto.