• Nick POV •
— Es mucho más sencillo decirlo que hacerlo.— le recrimino a mi hermano mientras este me sienta en un banquillo a mitad de la sala.
— No seas pesimista, hermano. Solo piensa en los beneficios que esto traerá.— él da una palmada en mi hombro y yo lo sacudo mientras sujeto la guitarra.
— No te veo a ti haciendo nada, Joe.— mi hermano rueda los ojos y verifica algo en su celular.
— El anuncio funcionó. Hay al menos diez personas interesadas en las clases.
— ¿Cómo se supone que le enseñe a diez personas?
— Simple. Cada clase no puede durar más de una hora, así atiendes a todos y los dejas con deseos de otra clase.— mi mano se transporta a mi rostro y sujeto el puente de mi nariz entre mis dedos.
— ¿Cómo deje que me convencieras de esto?
— Necesitamos el dinero para las vacaciones, Nick. No pienso quedarme otro verano aquí.
— Tu también podrías dar clases de algo, oh cierto, tú solo sabes tocar el pandero.— él me fulmina con la mirada y se dirige a la puerta de la gran sala de música que hemos pedido prestada para las clases.
— Se amable.— me señala con el dedo y antes de que yo pueda responderle efectivamente en un modo no muy amable el ya ha salido de la sala.
Suelto un gran suspiro y afino la guitarra que hay entre mis manos. Amo el sonido que está tiene, rasgo las cuerdas comprobando que todo esté en orden; pero no todo está en orden. No tiene que ver precisamente con la guitarra, yo no soy lo que se dice la persona más extrovertida que existe, es por eso que no puedo imaginarme a mi enseñando algo a cualquier extraño, a varios, al parecer.
Trato de recodar que de esto depende pasar unas vacaciones de verano descendentes, así que coloco mi mejor sonrisa y espero que esto salga bien.
Las clases de hecho no son malas, la gente es bastante amable y de verdad tienen ganas de aprender a tocar. De hecho, y es algo que jamás le diría a mi hermano, alargue unas cuantas clases por que realmente estaba disfrutando esto.
Hice un recuento de cuantas clases había dado y me sorprendió el hecho de que ya había dado 8 clases, nunca creí que alguien estaría interesado en que yo, que aunque tocaba bastante bien no era un profesional, deseara que yo le enseñara. Sonrío ante eso cuando oigo la puerta de la sala.
Una chica entra y mi mirada se queda en ella varios segundos. Es hermosa y viene en un bonito vestido que me hace perder el aliento, saluda hacia mí y se sienta en el banco enfrente mío.
— Hola, soy Vanessa.— me ofrece su mano y la tomo tratando de no temblar.
— Nick, un gusto.— trato de que la guitarra no se caiga de mis temblorosas manos.
— Bien, tengo que decirte que no tengo idea de cómo hacer esto, jamás he tenido un instrumento musical en mis manos y esto puede ser bastante difícil.— una sonrisa nerviosa se planta en sus labios mientras pone un mechón de su cabello detrás de su oreja.
— No tienes de qué preocuparte, para eso estoy yo.— ella asiente y saca la guitarra del estuche mientras cruza su pierna para colocársela mejor.— Está bien, intentaremos unos cuantos acordes sencillos.
Vanessa se esfuerza realmente pero sus dedos parecen realmente nerviosos y estáticos cada vez que rasga las cuerdas de la guitarra.
— No puedo hacerlo.— suelta un suspiro de frustración y baja la guitarra.
— No, no, tu puedes. Solo tienes que ser paciente, un instrumento no se aprende a tocar en pocos días, mucho menos en uno solo.— veo en su expresión qué hay mucho más detrás que tan solo frustración por no aprender rápidamente.— Te prometo que podemos hacer esto.
Ella no contesta y yo me levanto de mi banquillo para sentarme a su lado en el asiento más largo, me mira confundida varios segundos mientras yo dejo mi guitarra a un lado.
— ¿Qué haces?
— Toma tu guitarra.— digo y ella la levanta con la misma expresión teñida de confusión, me acerco un poco más, con una confianza previamente desconocida para mí mismo. Coloco mis brazos a su alrededor y pongo mis manos encima de las suyas, coloco sus dedos en las cuerdas en las que tiene que colocarlos y rasgo levemente.— Lo ves, solo hazlo de esta manera.
Siento su respiración cortarse momentáneamente pero aún así no dice palabra alguna y mueve sus dedos en la posición en la que yo los coloqué, lo que provoca un sonido mucho mejor. Ella sonríe y vuelve a tratar.
— Oh, probemos con otra nota.— sonríe en entusiasmo y la siento apegarse más a mi, por lo que trato de que el valor que he estado juntando no desaparezca en este momento. Mis manos siguen sobre las suyas y sigo colocando sus dedos en los lugares correctos. Al final logramos una melodía bastante buena. Ella gira su rostro levemente con una sonrisa plasmada en el.
Mi mirada pasa por todas las facciones de su rostro y parece que cada detalle en el es único. Aún así, noto que sigue preocupada.
— ¿Que es lo que ocurre? Te juro que estas mejorando.— ella regresa el rostro y suelta un suspiro, suelto sus manos permitiendo que se gire hacia mí.
— Mi hermana cumple años en unos meses, ella es un increíble prodigio musical. Beca en conservatorio de música desde los 6 años y todo.— asiento y ella arruga la falda de su vestido en un signo de nerviosismo.— Quería tocar una canción para ella durante su cumpleaños.
— ¿Y tu hermana es mala contigo o...
— No, no. Nada de eso, ella es genial, es mi mejor amiga. El problema son mis padres.— su voz baja de tono y me veo en la necesidad de tomar su mano para darle apoyo.— Siento que no están muy contentos conmigo por no tener nada especial, siento que voy a arruinar esto.
Niego múltiples veces y tomo cuidadosamente su mentón para hacer que me mire.
— Eres increíble. Y muy dulce, por supuesto que eres especial, y no necesitas ser prodigio en nada para demostrarlo. Toca esa canción a tu hermana, ella va a amarla, no necesitas impresionar a nadie más.— la mirada de Vanessa se queda estática en mi varios segundos hasta que se arroja a mis brazos y rodea mi cuello con los suyos. La abrazo de vuelta y acaricio levemente su espalda.
— No tengo manera de agradecerte esto, Nick.— dice una vez que sus brazos han desecho el agarre y retrocede unos centímetros, pero aún así la tengo bastante cerca, tan cerca que solo tendría que acercarme un poco más.
Escuchamos la puerta del salón ser tocada y ambos marcamos distancia repentinamente. Segundos después un hombre entra por la puerta con una guitarra en mano.
— Cierto, aún tengo una última clase.— ella asiente con una pequeña sonrisa mientras guarda la suya en su estuche. Tomo su mano y dejo un beso en ella.
— Esperare afuera.— murmura y se aleja mientras yo tengo una sonrisa en mi rostro, ya casi al salir se gira al hombre que está esperando.— Él es un gran maestro, solo recuerde que yo ya soy la alumna con la que fraterniza.
El hombre la mira confundido mientras ella sale y yo solo puedo reír y desear estar con ella.
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Alo!
Bueno, pues ni más ni menos que 120k visitas en nuestro haber, muchísimas gracias! Ojalá les haya gustado. Y en las preguntas random del día, ¿alguien de México fue a los Premios Telehit? Fueron algo como...una broma 😂🙃 Yo fui porque me gusta ir y lo hago desde que lo hacen en el Foro Sol, pero bah. Bien, déjenme saber si les gusto 🙌🏻
nos vemos!
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| one shoots |
FanfictionEn este libro se encontraran recopilaciones de varias historias cortas creadas por mi. Los protagonistas variaran. Sientanse con la libertad de ofrecer al ser humano que gusten. Ojalá lo disfruten mucho y bienvenidos. - Favor de no tomar ninguna hi...