| one shoots |

| 141 | Ashton Irwin

ASHTON POV •

— No tengo tu tiempo.— sus brazos están cruzados sobre su pecho, su ceño fruncido y su respiración es lenta; también parece que me dará un golpe en cualquier momento.

— Escucha, esto se me ha ido de las manos.— musito y ella no baja la guardia ni por un segundo.— Se que he hecho muchas estupideces y tu no mereces nada de esto.

— Bien por ti, ten una fabulosa vida, Ashton.— se da media vuelta y parece que volverá a entrar, pero tomo su brazo en un movimiento que después me permite sostener su rostro entre mis manos.

— Colin... por favor.— sus ojos brillan, pero aún así aparta mis manos bruscamente.

— Ashton, no estoy aquí para las estupideces, soy una persona muy ocupada y no puedo permitirme estar al contentillo de un baterista famoso.

— Yo no quiero que hagamos tonterías, Colin. De verdad quiero....

— ¡No! Eso no es verdad, te conozco, conozco a los de tu clase. Así que por favor... simplemente déjame en paz ¿eso no era lo que querías desde el principio? ¿Que yo te dejara en paz? — me da una última mirada y vuelve a entrar a la gran estructura del hotel donde se hospeda.

Todo el aire retenido en mis pulmones se escapa de mis labios en un lastimero sonido. Acomodo la gorra sobre mi cabeza esperando que no haya ninguna foto escandalosa de mi y de Colin mañana en las portadas de las revistas de chismes. Eso definitivamente no ayudaría nada a la situación.

Adler me mira expectante en el asiento piloto del auto. Abrocho mi cinturón sin mirarlo directamente.

— ¿Tan mal?

— Podría haber sido peor.— asiente y pone en marcha el auto.

— Ya veras que todo está bien, Ashton.— la pequeña mano de Siv se coloca en mi hombro y de reojo puedo observar que me da una sonrisa alentadora. De verdad es muy dulce y considerada.

— Gracias, Siv.

Entramos a la gran casa familiar de Liesel. Viven en un enorme campo con varias cabañas alrededor, pero la casa central es donde viven sus padres y todos se reúnen. Han pasado varios días desde la boda y la familia y amigos de Liesel que se quedaron aquí comienzan a delojarse lentamente.

La hermana pequeña de Liesel baja su taza de té cuando nos observa entrar y me da una mirada.

— Vaya, te fue mal.

— ¿Tu siquiera como sabes...

— Los chismes vuelan rápido. Además... Calum y mi hermana me contaron.— sonríe y se aleja con su pequeña taza en la mano. Ruedo los ojos y siento una palmada en la espalda cortesía de Adler.

— Ya ves que todo se soluciona.

No estoy muy seguro de eso.

Salgo de la gran casa para dirigirme a la cabaña que compartía con Adler y los chicos. Liesel está sentada sobre la maleta de Calum mientras este trata de cerrarla. Ambos me miran y ella hace un puchero con sus labios.

— Joder, ¿enserio tan mal?

— Todos pueden irse al diablo.— me dejo caer de espaldas en la cama, Liesel se levanta cuando Calum ha logrado su hazaña con la maleta y se deja caer a un lado mío.

— Te dije que Colin era dura.

— Va más allá de eso. Ella me odia.

— Bueno, tu te acostaste con ella y la ignoraste después, en más de una ocasión.— giro mi cabeza para verla sorprendido.— ¿Qué? Colin me contó algunas cosas, pero no es tan difícil adivinar otras.