| one shoots |

| 144 | Aidan Gallagher

Repaso las páginas entre mis dedos una vez más. Aún se siente bastante increíble. Literalmente estoy aterrada de que alguien me pellizque y de repente yo despierte en mi habitación sin que nada haya pasado.

Pero ese no es el caso, estoy sentada en una silla de producción con mi nombre en ella. Puedo observar como la gente trabaja duro en el set de grabación, desde equipo moviendo escenografía y material hasta múltiples personas corriendo con vestuario y brochas de maquillaje entre los dedos.

— ¿Cómo estás, Aubrey? — Sarah, que es la productora de la película, se inclina hacia mí con una sonrisa dulce en los labios.

— Sabes que siempre estoy nerviosa, pero también siempre estoy muy emocionada.

— Nos alegra, tu historia es maravillosa.— guiña un ojo hacia mí y se aleja tecleando en su telefono.

Dejo salir el aire retenido y limpio el sudor de mis manos en la falda de mi vestido. Quiero sacar mi teléfono para fotografiar y grabar cada rincón, pero por el momento está prohibido, así que tengo que aguantar las ganas lo mas que pueda.

Cierro el guión que ya he leído al menos treinta veces y lo estrecho un poco contra mi pecho. Tiene etiquetas, stickers, anotaciones, dibujos, también está coloreado en partes importantes e incluso pegue un pequeño sobre para guardar hojas aparte que quisiera agregar.

Y santo cielo, de verdad está pasando.

Escribí Rumores cuando tenía 15 años, comenzó como anotaciones en mis libros del colegio, pequeñas ideas que surgían repentinamente en mi cabeza, garabatos de cómo lucirian las personas que veía en mi historia. Siguió como un borrador en un documento en mi computadora, incluía nombres e imagenes, todo como si fuera un collage de algo que no sabía bien en qué se convertiría.

Meses después me arme de valor, me inscribí como escritora en el sitio de Internet en el que normalmente leía historias y decidí subir la mía. En menos de dos meses la leían miles de personas. Cuando terminé de publicarla había un número de 7 dígitos adornando el monto de personas que leyeron mi historia.

Cuando tenía 17 hice una edición y corrección especial gracias a un pequeño curso de escritores que tomé durante el verano. Después de arreglar la historia y dos semanas después de mi cumpleaños 18, recibí la llamada. Alguien quería comprar los derechos de mi historia, querían convertirla en una película.

— Oye, Aubrey. Grabaremos una de las escenas de la fogata  ¿vienes? — salto de la silla asintiendo cuando escucho la pregunta de Octavia, la directora.

Caminamos por la arena en dirección a donde las cámaras ya han sido colocadas, a pesar de que estamos en la playa hace bastante frío y el cielo luce bastante gris, pero todo combina con el aura de misterio que la escena debería de tener.

— ¿Dónde está Aidan? — pregunta Octavia observando al pequeño grupo de actores y dobles donde efectivamente falta uno de los protagonistas.

No puedo evitar rodar los ojos, se que no es muy amable pero encontraba muy molesto  que la gente se comporte como lo hace él.

La pregunta de Octavia parece contestarse sola cuando escuchamos un conflicto a unos cuantos metros de nosotros, no me sorprende ver a Aidan gritando hacia alguien del equipo de cámaras. He oído que él era bastante tranquilo e incluso divertido en los rodajes de los proyectos en los que había estado, por eso no entiendo porque en esta ocasión decide saltar sobre todo aquel que mire en su dirección por más de tres segundos.

— Chico maravilla haciendo de las suyas.— Gabriela codea hacia mí. Octavia la vio en una obra local y quedó encantada con su actuación, después de unos cuantos arreglos se convirtió en uno de los personajes principales.