— Buenos días.— siento un beso en mi cuello y me estremezco mientras me remuevo en la cama y hago varios sonidos.
— Basta, Dan.— lo oigo reír pero aun así siento su respiración en mi cuello mientras deja varios besos.
— ¿Por qué? — siento sus manos en mi cintura mientras sube sus besos a mis labios. Mis manos llegan a su cabello y no puedo evitar pasar mis dedos por toda su cabellera. Sus besos me estremecen tanto que comienzo a gemir levemente.— Esos sonidos no parecen de protesta.
Él continúa repartiendo una serie de besos por todo mi cuello, labios, hombros e incluso mejillas. Pero repentinamente se separa y se incorpora levemente.
— ¿Qué? — murmuro confundida cuando lo veo levantarse.
— Tienes razón, es tarde y hay que despertar a Louis y a Carrie.— tiene una sonrisa burlona en el rostro, lo que me señala que ha hecho todo este numerito a propósito. Así que tomo mi almohada y la arrojo hacia su dirección.
— Eres un idiota.— él suelta una risa y atrapa la almohada con facilidad. Regresa a la cama y se agacha levemente.
— No te preocupes, mi amor. Cualquier cosa que deseabas que pasara puede ocurrir repetidamente en cuanto los niños se hayan ido.— voy a darle un golpe en el brazo pero él sostiene mi mano y me jala hacia el provocando que nuestros labios se encuentren. Coloca una de sus manos a un costado de mi rostro y profundiza el beso.
— Es tarde, Dehaan.— murmuro en sus labios y la sonrisa que planta en sus labios esta tentándome a volver a enredarme en sus brazos. Por lo que me levanto de la cama y me coloco mi bata encima. Dan vuelve a recostarse en la cama y trata de enredar sus brazos en mi cintura cuando paso a su lado.
— Podríamos quedarnos sólo unos minutos más, Effy.
— Tenias razón en que los niños deben despertarse ya. Si no, no les dará tiempo de desayunar.
— Esta bien, está bien. Todo sea por mis pequeños monstruos.— sonrío enternecida por unos segundos y me dirijo a la puerta.— Entrare a bañarme mientras los despiertas.
Asiento y salgo de nuestra habitación y me dirijo a la de mis gemelos. Amaba el hecho de que ambos quisieran compartir la habitación justo después de haberla convertido en una increíble fortaleza.
Cuando entro a la habitación, ambos ya están levantados y golpeándose el uno al otro con sus almohadas mientras ríen y corren. Cuando notan mi presencia corren hacia mí y cada uno trata de aferrarse a uno de mis brazos.
— ¡Mamá, Lou me ha golpeado en el ojo. Eso estaba prohibido!
— De eso se trataba el juego, no es mi culpa que tu golpees como niña.
— Es por qué soy una niña. ¿Cuál es tú excusa? — Lou la mira ofendido y trata de lanzarse sobre ella, por suerte lo tomo justo a tiempo para hacerlo retroceder.
— Basta, necesito que se vistan.
— Mamá.— se queja Carrie.
— Cuando haces eso no parece que tengas 10 años, pareces un bebé.
— Tu eres un bebé.— Carrie empuja a su gemelo y este está feliz de que su hermana esté dispuesta a pelear nuevamente.
— ¿Acaso hable en otro idioma? — ambos niegan con sus cabezas.— ¿Entonces por qué no están vistiéndose?
— Ya vamos, mamá.— murmuran ambos y cada uno se dirige a su respectivo armario. Sonrío hacia ellos y me adentro para dejar un beso en las cabelleras de ambos.
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| one shoots |
FanficEn este libro se encontraran recopilaciones de varias historias cortas creadas por mi. Los protagonistas variaran. Sientanse con la libertad de ofrecer al ser humano que gusten. Ojalá lo disfruten mucho y bienvenidos. - Favor de no tomar ninguna hi...