| 033 | Robbie Kay

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Pierdo la batalla contra mi cuerpo y saco los guantes rojos mate de mi bolso, mi metabolismo y yo perdimos contra el frío diciembre.

— Realmente me estoy muriendo de frío.— menciona mi hermana a lado mío mientras busca la manera de entrar aún más en su gran chaqueta marrón.

— Tú fuiste la que se atrasó en los regalos navideños.— le recuerdo mirando por los grandes ventanales de las distintas tiendas del centro comercial.

— Dedico mucho tiempo a mis estudios, Naomi. Prácticamente soy una esclava académica.— trata de inventar una excusa seria, pero yo suelto una risa y ella la sigue casi de inmediato.

— Vamos, esclava académica. Yo invito el café.— ella aplaude en celebración y cambiamos nuestra caminata hacia el Starbucks.

Lo primero que Melanie hace es dejarse caer en uno de los sofás y colocar nuestras bolsas de compras alrededor.

— ¿Eso significa que seré yo quien tendrá que ir a pedir el café? — ella hace un pequeño puchero y se aferra a una bracera del sofá.

— Tu eres más amable y dulce, yo probablemente grite para que llenen de cafeína mi pequeño cuerpo.— suelto un suspiro y asiento.

— ¿Lo mismo de siempre? — ella guiña hacia mí mientras me señala con su dedo.

Doy vuelta hacia la barra donde se ordenan las bebidas y me formo en la fila, hay bastante gente para comprar el café pero casi nadie se queda dentro del establecimiento.

En el momento en el que llego al extremo de la fila y es hora de que pida mi orden, me quedo un momento estática al observar al chico detrás de la caja; tiene una sonrisa encantadora y unos ojos verdes y brillantes. Él dice hacia mí las cosas típicas y creo que me equivoco varias veces a la hora de darle las especificaciones de nuestras bebidas.

Lo veo anotar en el vaso y cuando termina dirige una sonrisa hacia mi que hace que mis piernas tiemblen terriblemente, por fuera trato de lucir tranquila y genial, inclusive juego un poco con mi cabello. Él deja el vaso a un lado y yo me muevo de la fila para esperar las bebidas.

Mientras estoy esperando dirijo mi mirada hacia él en varias ocaciones; quedo cautivada por la manera en la que sonríe cada vez que llega alguien nuevo, la manera en la que sus manos se mueven rápidamente para tomar las múltiples órdenes y la manera en la que su ceja se encarna cada vez que sonríe sin que él lo note.

Al final oigo como la chica encargada de la realización de los cafés dice mi nombre y cuando me giro para recibir ambos cafés ella me los entrega con una extraña sonrisa, sonrío cortésmente de vuelta y regreso a donde se encuentra mi hermana, mientras hago un gran esfuerzo por no mirar atrás.

— Al fin, sé que hace frío pero la gente realmente parece idiotizada por la cafeína.— Melanie toma el café más grande de forma inmediata pero aún así sigue mirando mi vaso.

— ¿Tomaste el vaso equivocado? — pregunto al notar como tiene la mirada fija en mi café, ella niega y señala hacia el vaso que tengo en mi mano.

— Naomi, hay algo escrito en tu vaso.— elevo el recipiente a la altura de mis ojos y efectivamente tiene escrito muchas más cosas que solamente mi nombre.

Observo con atención y descubro el mensaje escrito:

"Probablemente eres la chica más hermosa que veré hoy y seamos honestos, en mucho tiempo.
PD. Naomi es un nombre realmente bonito. —Robbie"

Me quedo estática varios segundos. Repaso el mensaje múltiples veces, mis ojos delinean todas las letras y siento mis mejillas teñirse automáticamente.

Melanie no pierde el tiempo y ya la tengo a un lado mío mientras suelta un pequeño grito de emoción al leer lo que viene en mi vaso. Lo arrebata de mis manos y lo vuelve a leer.

— Jesus, te mande porque eres la discreta, no para que le coquetearas al chico del café.— mi hermana suelta otra risa y se deja caer en el sofá con mi vaso aún sus manos.

No digo nada ya que me siento sumamente anonada pero una sonrisa se planta en mi rostro. Melanie y yo pasamos unos minutos más en la cafetería pero después volvemos a tomar nuestras cosas y dirigirnos hacia la salida.

Mi hermana abre la gran puerta y sale, en su lugar yo giro hacia la gran barra para observar a Robbie sonreír, guiña hacia mi y eso causa ese típico color rojizo y una sonrisa tímida en mi rostro. La risa de mi hermana me hace despertar de mi ensoñacion y salir de la cafetería esperando que él sepa que definitivamente volveré.

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hola!
Aquí una pequeña historia con uno de los amores fugaces de mi vida xd espero que les haya gustado. Tengo que agradecer todos los votos y comentarios que estoy recibiendo, es algo totalmente alucinante y no sé cómo agradecerlo, de verdad.
Ojalá les haya gustado y háganme saber que les pareció!
Nos vemos pronto.

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