Ahora solo que me queda decir que la fiesta transcurrió lo más normal posible, algunas veces salí a ese mismo balcón donde charlé con Víctor pero ya no estaba allí. Alrededor de las tres de la mañana la fiesta llegó a su fin. Janeth y yo decidimos pasar nuestra noche de bodas en un hotel lujoso de la ciudad y al día siguiente ir en coche a pasar nuestra luna de miel en el Mountain Resort. Un retiro para parejas, se encontraba en las montañas rodeado de bosque (como todo en ese lugar). Hicimos el amor, estábamos muy felices, pero la propuesta de Víctor me daba vueltas en la cabeza, sin embargo lo disimulaba muy bien, tan bien que Janeth jamás se percató que algo malo me sucedía, por el contrario ella creía que nunca estuve más contento, y con algo de vergüenza debo aceptar que era verdad.
Muy temprano por la mañana subimos las maletas y partimos al Hotel en las montañas, estando allí, pasamos un día relajante en el spa de piedras calientes, paseamos a caballo, practicamos un poco de alpinismo y fuimos a una excursión en el bosque a recorrer las cuevas y los lagos que estaban cerca de aquel hotel.
*
Eran las tres de la mañana cuando desperté, Janeth estaba desnuda a mi lado hecha un ovillo y yo en el otro extremo de la cama en la misma forma. No podía dormir, de pronto recordé las últimas palabras de Víctor, me levanté, me puse mis calzoncillos, busqué en mi maleta mi nuevo móvil. Tenía la batería completamente agotada, así que me senté en una silla cerca del balcón donde hubiera un cargador toma corriente, lo conecté y esperé a que cargara un poco. Mientras tanto alcé la vista, y allí estaba la luna llena, una vez más mostrándome el camino, bañándome con sus hermosos rayos de luz tenue.
Hermosa verdad.
Abrí la pantalla de inicio y tenía solo un mensaje de texto, lo abrí y este decía.
"Solo responde sí o no"
Dudé un poco y me temblaban las manos, cerré los ojos y reenvíe el mensaje con la respuesta "Si" La cabeza me daba vueltas y sentía que toda la habitación giraba alrededor de mí, era un sentimiento embriagador. Eran las tres de la mañana, me mataba la curiosidad de leer lo que Víctor tenía que decirme. La respuesta no tardó demasiado en llegar ya que a los pocos minutos recibí otro mensaje.
"En tu cuenta de banco tienes todo el dinero que requieres para el viaje, necesito que te pongas en acción el día lunes. POR NINGUN MOTIVO ME LLAMES"
Eso fue todo, así comenzaba de nuevo aquel monstruo responsable de ya muchos asesinatos, los primeros de cientos que habría en el futuro, pero los que plantarían las primeras semillas. Me puse de pie y vi una vez más a Janeth mi amada esposa, me acerqué y acaricié su cabello con suavidad. Ella sonreía y se movía un poco pero no despertaba. Quería guardarla en mis recuerdos y mirarla cada vez que cerrara los ojos.
Hasta el día de hoy aún sigo mirándola cuando los cierro.
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Doctor Cosmo - El diario de un asesino parte 1
Acción¿Quién eres tú para juzgar los actos que he cometido? Lo que ves cómo una crueldad increíble y maldad absoluta, incluso algo de locura, yo lo veo como progreso, redención, descubrimiento... está bien, quizás tengas razón, probablemente matar a 107 p...