Capítulo 3 parte 1

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Al terminar de ducharme, recorrí mi propia casa. Estaban las luces apagadas y afuera comenzaba a nublarse. De repente, todo se oscureció. Encendí las luces. Buscaba a mi madre o alguna señal de lo que le hubiera pasado. Me sentía un poco mejor después del baño, por lo menos ya no lloraba. Llegué a la sala, encendí el televisor. Mi cuerpo se paralizó y dejé caer el control remoto al suelo, las noticias locales reportaban el suceso de hace unos minutos. Los padres de Ricky lloraban inconsolables, seguidamente enfocaron el rostro de un agente de la policía afirmando que encontrarían al culpable. No yo, sino al sujeto que lo atropelló y se dio a la fuga. Podía descansar. Aun así me sentía muy mal. Me tumbé en el sillón. Recogí y puse el control remoto en la mesa, me di cuenta que al lado de este estaba una nota escrita a puño y letra por mi madre.

8:00 pm.

Vístete y arréglate bien.

Tendremos invitados en la cena.

Por favor no lo arruines.

Dejé la nota en su lugar. Mi madre de seguro había salido a comprar las cosas para la fabulosa cena. Pensaba que eso le iba hacer bien para distraerse. Me metí de nuevo a la cama y quise dormir un poco para hacer algo de tiempo. Mientras estaba recostado, miré el reloj: Eran las cuatro de la tarde. Demasiado temprano, cerré los ojos y me quedé dormido.

Había niebla. Comienzas a caminar y tienes la sensación de que ya has estado en este lugar. Pero te equivocas, nunca has estado allí, ¿o sí?, Puedes sentir como algo en la oscuridad te observa. Tienes miedo y sigues apurando el paso. No sabes a donde ir. Solo escuchas los sonidos del silencio y sientes una suave brisa que proviene de algún lugar lejano. Te sientes atraído por esa pequeña ráfaga. De pronto te detienes. Das un paso y escuchas un crujir. Cómo si hubiera sido una pequeña rama o una bolsa de caramelos. No es nada de eso. Al mirar hacia abajo te has dado cuenta que son restos humanos. Huesos... de todo tipo. Te asustas. Comienzas a correr. Escuchas que se parten debajo de tus pies aquellos fragmentos que un día le pertenecieron a un ser vivo. Y conforme vas avanzando puedes ver a tus padres y a ti mismo, y entonces caes sobre una tumba. Antes de ponerte de pie sientes que eres devorado por algo más allá de tu comprensión.

Desperté de golpe. Me encontraba sudando. Tuve un sueño muy raro e inusual. Jadee un poco y miré el reloj. Eran las ocho de la noche menos un cuarto. Agudicé mi oído y escuché una conversación que venía desde la sala de estar. Me paré de la cama y me vestí. ¿Qué quiso decir ese sueño? Cada vez me estaba volviendo más loco. No importaba. Abrí la puerta y fui hacia donde procedían las voces. Al llegar a la sala me encontré con una pareja un poco mayor. Mi madre a pesar de los años, las cosas que le sucedieron y su gusto por la bebida, se veía hermosa. Lucia como cuando era más joven.

— ¿Pero a quien tenemos aquí? —dijo la mujer que se encontraba allí.

La mujer se puso de pie y se acercó a mí para saludarme. Me dio un abrazo y me vio con compasión.

—Mi nombre es Marta Nolan, Erick. Ya nos conocemos. Pero no te veía desde que eras un pequeño.

—Mucho gusto Señora Nolan. —se quebró mi voz

—No te preocupes solo llámame Marta — intervino al percatarse de mis ganas de llorar.

Sonreí pero no dije nada. No podía decir nada. Ella me dio un abrazo y regresó a su asiento. Aquel hombre también me sonrió y me saludó de lejos con la palma de la mano extendida (respondí a su saludo de la misma manera). Me senté en una silla y me limité a escuchar su conversación.

Doctor Cosmo - El diario de un asesino parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora