Capítulo 15 parte 2

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—Víctor... no esperaba verte

—Lo se mi buen amigo, eso es lo bonito de las sorpresas, o aprendes a disfrutarlas o mueres de un infarto.

—En eso tienes razón, la verdad no quiero morir y se vuelven cada vez más comunes tus apariciones inesperadas.

Nos vimos y sonreímos. Lo invité a pasar y a tomar asiento en la sala. Mientras él se sentaba con los brazos extendidos y recargado en uno de los sillones yo me dirigí a la cocina para ir por una bebida o algo que ofrecerle. Justo en la barra que dividía la cocina del comedor estaba un tazón de fruta picada junto con una nota. Janeth me lo dejó para desayunar, un poco de melón, manzana y fresas. La nota decía:

"El desayuno que todo campeón necesita"

Retiré la nota del plato y lo llevé a la mesa de la sala junto con dos vasos de agua, uno para mí y el otro para Víctor, lo dejé frente a él y sonrió, dejó escapar una carcajada.

—Que sano eres hermano.

—Ya sabes, trato de cuidar mi figura

Los dos reímos al mismo tiempo y nos echamos hacia atrás en los sillones, la risa no duró mucho, callamos unos segundos y desviamos la mirada. Ambos sabíamos que no era una visita fiestera o divertida, era algo serio.

—Bueno Víctor, creo que se porque viniste.

—Vine a felicitarte Erick, la verdad hiciste un muy buen trabajo.

— ¿Cómo sabes que me fue bien? No nos hemos visto desde hace más de un mes.

—Salió en todos los periódicos de la ciudad. Mira lee —Víctor arrojó un periódico que cayó sobre la mesa.

Tomé el diario y comencé a leer la noticia: "Joven millonario asesina a su madre y después se quita la vida", todo salió a la perfección, la policía decidió cerrar el caso como si de un homicidio se tratara. Continué leyendo.

Durante horas de la madrugada el joven conocido como Foster Sullivan, después de una noche de excesos, tomó un cuchillo, se dirigió al cuarto de la ahora ya fallecida Clarisa Sven, la apuñaló en múltiples ocasiones en el pecho, garganta y estómago. Los agentes policiacos consideran que...

La noticia terminaba en que se le aplicó un examen toxicológico y se dieron cuenta que no solo había ingerido alcohol, sino también varios tipos de drogas. Por otro lado la noticia no mencionaba nada de un dedo amputado, del mensaje escrito en sangre en la pared o de ninguna otra sustancia rara en su cuerpo.

Dejé el periódico sobre la mesa y me puse de pie —un momento —le dije a Víctor mientras subía las escaleras. Llegué a mi habitación y saqué el maletín que llevé a Destello. De un compartimiento secreto saqué el teléfono celular que Víctor me dio, y nuevamente bajé las escaleras.

—Aquí tienes... debe tener un poco de batería así que solo enciéndelo, ve las fotografías y llévatelo.

— ¿Ver las fotos? ¡O por dios, que asquerosidad hermano! No necesito ver fotos, yo confió en ti y en lo que dice el periódico, deshazte de eso, destrúyelo, no lo quiero volver a ver frente a mí.

Guardé el teléfono en mi pantalón de pijama y puse mis brazos sobre mis rodillas mientras juntaba ambas palmas.

—Bueno Erick, lo prometido es deuda así que aquí está tu parte del trato.

Víctor sacó su chequera y un bolígrafo, escribió una cantidad y me lo acercó boca abajo. Tomé el cheque y leí. Era bastante alta, pero ¿Valió la pena por ese dinero?

Doctor Cosmo - El diario de un asesino parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora