Capítulo 27 El final. ..

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Ahora es mi turno...

Abrí mis párpados, respiré hondo y sonreí. Al apartar la mirada del suelo y voltear hacia arriba pude ver el resplandor de la luna llena que se logró colar por mi ventana. Reí al sentirme libre por fin. Me puse de pie y cerré los ojos, pero esta vez, sabía que no volvería a esa prisión. Sin dejar de mirar mi objetivo tomé impulso y traté de alcanzar la ventana. No pude en la primera ocación. Volví a intentarlo y tampoco lo logré. Pero no desistí, lo hice toda la noche. Dejé de sentir la oscuridad, que en un pestañeo dio paso a la luz. Salió el sol y un resplandor dorado sustituyó al de la luna. Escuché a las aves marinas una vez más, acompañadas de un sonido estridente. Debía darme prisa. Esta vez tomé una gran distancia y usando toda la fuerza que poseía di un salto para tratar de llegar.

Por fin pude alcanzarla, me sujeté de los barrotes con ambas manos y alcé la vista todo lo que pude. Mis ojos no podían creer lo que veía, era un sueño hecho realidad. Efectivamente estaba en una isla pero no alejado de la civilización, era una torre en medio del océano no muy lejos de la ciudad de "Sovn"; la ciudad número uno en destino para turistas.

Bajé la mirada un poco para ver el mar. No era un mar azul. Era negro, y ardía en llamas. Alcé nuevamente la vista y comencé a reír  cuando miré el humo saliendo de la ciudad, los edificios se derumbaban uno por uno y las explosiones adornaban los sonidos de disparos. Algo pasaba como en mis sueños. Permanecía bastante lejos, pero gracias a mis oídos evolucionados escuchaba los gritos suplicantes y aterrorizados de las personas tratando de sobrevivir.

Me solté de los barrotes y me tumbé en el suelo, tomé mi diario, leí una vez más su portada:

"DR. PERKINS"

"EL DIARIO DE UN DOCTOR"

Y así, como tantos años atrás, sonreí un poco, No como lo hizo Erick, ni con nostalgia, ni emoción. Este diario fue de su padre, y después, lo adoptó para él, pero esta vez era mío. Yo no era ningún Perkins, ni volvería a ejercer la medicina. Tomé una piedra poco afilada para raspar y borrar parte de la portada, después escribí:

"DR. COSMO"

"EL DIARIO DE UN ASESINO"

Ya no queda más que te podamos contar estimado lector, has escuchado las dos versiones y las dos realidades que habitábamos en el mismo ser, espero y este diario llegue a manos de alguien que sepa apreciarlo. Solamente te daré las gracias por tu valioso tiempo, y ahora, si me disculpas, creo que es el momento apropiado para salir de aquí.

Continuará...

Doctor Cosmo - El diario de un asesino parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora