Capítulo 28: Destinados a casi perder el avión

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Desperté. Con leves parpadeos abrí uno a uno mis ojos y los acostumbre a los rayos de luz que entraban por la ventana y pintaban de blanco la habitación. Dos brazos me rodeaban y me pegaban al pecho desnudo de mi acompañante. Shizuo, que, aún sumido en las telarañas trazadas por Morfeo en su profundo sueño, no me soltó ni por un solo momento.

El estómago me rugía, sentía el cuerpo pesado. Quería un baño.

Y un gran plato de comida.

Intenté zafarme de su agarre, pero igual que las demás veces, fue un intento inútil. Sus brazos reafirmaron el agarre.

Entonces me moví entre sus brazos como pude y alcance su boca. Abandoné un beso y mordí su labio inferior, me retiré y esperé. Eso era suficiente.

Una larga respiración se escuchó de su parte, seguía sin abrir los ojos, pero ya estaba despierto. Pegó su nariz a mi cuello, su boca a mi piel y en medio de besos, me saludó.

–Hola, Pulga –Frotó su nariz en mi cuello–. ¿Qué hora es?

–No tengo idea, pero ya es de mañana.

–Me gusta tenerte así –Besó mi cuello una vez más–. Es cuando mejor puedo dormir.

–Tengo hambre, y quiero un baño –Ignoré sus palabras, de lo contrario, no saldríamos de la cama–. Y tenemos que alcanzar un avión.

–Vamos a bañarnos juntos –Pidió–, luego bajaremos a comer.

–Muévete, creo que es más tarde de lo que pensábamos –dije–. Vamos a perder el avión si no nos damos prisa.

Y entonces me levanté y vi el reloj.

–¡Mierda, Shizuo! Aún estamos a tiempo, pero ya es tarde.

–¿Hm? –Preguntó aún dormido– ¿Viaje?

–¡Sí, idiota! Hoy volvemos a Ikebukuro.

–¿Irás a mi departamento? –preguntó.

–¿De verdad te interesa eso ahora mismo? –Respondí enojado.

–Si –Fue lo único que dijo.

–Shizuo...

–¿Vas a ir? ¿Cuándo lleguemos a Tokio, irás a mi casa?

–Vaya que eres un imbécil –Dije. Di la vuelta y entré a la ducha.

Escuché un gruñido que terminó en suspiro antes de cerrar la puerta, luego un ruido, y finalmente, unos pasos. Y... el portazo.

Y el abrazo por la espalda.

–Solo quiero que me digas que sí una vez más –Mordió mi cuello. Suavemente. Un milagro–. Solo dilo. Izaya –Salió en un susurro.

La pequeña brisa cálida que salió de su boca, rozó sus labios y chocó con mi piel, se desplazó lentamente a lo largo de mi columna, brazos, piernas. Temblé. Pero no de miedo, no, al contrario. De satisfacción. Y entonces de mi boca salió un "si", luego me abrazó fuerte contra su pecho y besó el sitio donde acababa de abandonar una ligera marca dentada y curva.

–Gracias –Dijo cuando estuvimos frente a frente–. ¿Ahora, si te prometo que no haré nada, me dejarías bañarme contigo? –Preguntó. Aunque sabía perfectamente que en realidad no le importaba mi respuesta. Se bañaría conmigo sí o sí.

Puse los ojos en blanco.

–No me creas idiota. Sé que lo harás sin importar cuál sea la respuesta.

Aplastó mis mejillas con sus manos, me sonrió, ¡me sonrió! Y finalmente me dio un beso.

–Pues que bueno –Dijo quitándose la ropa y abriendo la llave de la ducha.

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Continuará

(Amores míos, de ahora en adelante, los capítulos serán más cortos, así que intentaré hacerme tiempo y posiblemente, publicar dos veces en la semana, pero no les aseguro nada.

Recuerden que los amo T_T espero yo les siga agradando hasta el final :*

Les cuento que no he podido trabajar nada de nada en la otra historia KOMOREBI, pero espero esta semana poder adelantar algo, OJALA me apoyen allí también.

No siendo más, me despido haciéndoles fieros, porque voy a ir a la #FilBo de Bogotá, y me compraré media tonelada de libros :*) 

¡Ahhhh!SI ALGUIEN MÁS QUIERE DEDICATORIA DE CAPÍTULO, AVISEN, AÚN QUEDAN CAPÍTULOS. y, si me habías pedido dedicatoria, y no la cumplí, perdón, no fue queriendo, solo que se me borró la nota en keep que tenía, y no pude recuperarla, así que déjame un putazo abajo, y yo con gusto te dedico el capítulo.

Ahora si, los amo. Adeu.

2. Si pudieras desaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora