–Deja de enojarte tan fácil, Shizu-chan. ¡Ya voy!
–¿Le pagaste los daños? –preguntó.
–Por supuesto, por eso me demoré un poco –reí–, en fin, date prisa Shizu-chan, nos va a dejar el avión.
–Púdrete, Pulga.
Solté una carcajada y fui a hacer la fila para registrar el equipaje. Afortunadamente no había nadie más en la fila para esa aerolínea.
–Sus documentos, por favor. –Pidió la señora.
Se los facilite rápidamente mientras Shizuo ponía las maletas sobre la báscula, ella nos registró rápidamente y comprobó nuestros nombres, respire cuando al fin pudimos usar nuestros pases de abordar y pasar a la sala de espera, al fin, de alguna forma habíamos llegado a tiempo.
Shizuo se sentó a mi lado, cansado y aún enojado por como los planes se habían ido desmoronando por no tener cuidado, dejó caer su cabeza hacia atrás y se resbaló un poco para quedar más cómodo. Había cerrado los ojos. Sin que me sintiera mucho, me moví hacia él, me levanté un poco y me ubique sobre su boca. No me importó la cantidad de miradas que se nos posaban encima, en ese momento solo hice lo que quise.
–Relájate Shizu-chan, o habrás gastado un montón de dinero para nada.
Sorprendido por el beso se sonrojó y se levantó, quedó mudo por un momento y luego dijo:
–Pulga estúpida... –Estaba rojísimo, como un tomate.
–¿Quieres otro? –Reí divertido.
–¿Quieres que te lo haga aquí? –Seguía rojo pero estaba tomando el control.
–No soy exhibicionista, déjalo para el hotel. –Empujé su cabeza hacia atrás y me di vuelta para sentarme bien.
–"Pasajeros del vuelo Tokio-Kansai, por favor dirigirse a la puerta 4. Repito, pasajeros del vuelo Tokio-Kansai, por favor dirigirse a la puerta 4."
–Ese es nuestro vuelvo, fenómeno, vamos –dije pateando suavemente su pie.
–Izaya-kun...
Estaba enojado, seguía enojado.
–Deja el drama, levántate.
Caminamos hasta la puerta de embarque. Una mujer con un traje rojo y gris estaba escaneando nuestros tiquetes, sonreía amablemente y deseaba un buen viaje. Cuando fue nuestro turno, los dos teníamos cara de: "dime algo y correrá sangre", así que se limitó a recoger los pases y escanearlos. Seguimos caminando hasta el avión sin decir una sola palabra.
Cuando encontramos nuestros asientos, Shizu-chan se sentó al fondo en la ventana y me dejó a mí en la mitad, abroche mi cinturón y él el suyo, volteó la cabeza y miró por la ventana, se puede decir que me daba la espalda. Parecía un niño. ¿Qué mierda le pasaba?
Puto taxista.
En ese momento todos terminaron de abordar, el vuelo no iba lleno, sobraban varias sillas, las azafatas caminaban de un lado a otro comprobando todo, alistándose para dar el cursito barato de primeros auxilios en caso de accidente aéreo, todo bien, cuando Shizuo se volteó y me plantó un beso largo y disiente.
–!Ey! Shi...–mordió mi labio. Tuve que contener un jadeo– ¡Shizu-chan! –Una de las azafatas se había percatado del beso, a nuestro lado las sillas estaban vacías, estábamos casi en los últimos puestos.
–Estamos a mano. –Se separó y me sonrió.
Infantil.
–Pareces un niño, una de las azafatas nos vio –en realidad aún nos veía–, ¿eres bipolar?
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2. Si pudieras desaparecer
FanfictionIzaya y Shizuo han comenzado a tener una relación de pareja desde aquel encuentro inminente en el apartamento de Izaya, aún lo manejan en secreto, nadie puede enterarse, el amor de esos dos podría provocar un cambio en la vida de Ikebukuro para bien...