La muerte no es un deporte

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Lamento si los ilusione con otro capítulo o con el especial que les había prometido (que aún sigue en pie, por supuesto que lo haré, sólo que aún no), esto no es nada de eso.

Ésta entrada es para mostrarles mi cuento, el que les conté hace meses, fue ganador del concurso 'Somos Palabra' en mi Universidad.

Muchos de ustedes me dijeron que querían leerlo, así que aquí lo traigo cumplidísima. Lo público aquí porque muchos de ustedes no siguen KOMOREBI, y se que no lo harán, así que si lo público allí, ustedes nunca lo leerán jaja.

Como sea, aquí les dejo una imagen, una fotografía que le saque a la revista que me dieron el día del lanzamiento oficial.

Les cuento que fue terrorífico jaja pero la pasé muy bien. Estaba en primera fila (bueno, en la segunda, pero en la primera no había nadie jaja), frente a mi habían 5 poetas de nacionalidades: mexicana, argentina, colombiana, española y holandesa (Si no recuerdo mal), además habían como unas 30 personas en el público. No pensé que tuviera que leer, pero algo me decía que me iban a nombrar para algo, sin embargo, mis suposiciones se quedaron cortas. El profesor que me hizo leer el día que anunció a los ganadores, también estaba ahí, y como él sabe que sufro de ansiedad social, lo que hizo fue divertirse jaja, literalmente. Paso al frente, saludó a todos los asistentes y mencionó la revista, luego me miró y me dijo:
—Ana María es una de nuestras ganadoras, ella, si, la de la esquina —risas y miradas hacía mí—. Ella escribió un cuento, y desde que la conocí, le prometí que la haría pasar al frente y leer. Yo se que a ella le encanta pasar de primeras, leer y todo delante de un público, ¡le encanta! ¿Cierto Ana? —en ese punto, yo estaba hecha un tómate en la silla, ardía de vergüenza— Pero no te seques el sudor, tranquila, que no te de pena —más risas—. Bueno, por eso ella va a ser la primera en leerles a ustedes su cuento ganador. Ven Ana, pasa.

De verdad que no se como no me desmaye; me temblaban las piernas, la voz, en la revista leía era jeroglíficos, se me olvidó respirar, contenía el aire, en fin, de verdad que casi me desmayo, además, me estaban tomando fotos. Fue terrorífico. Pero fue genial.

Al final, la conductora del evento se despidió de todos, agradeció la asistencia y antes de cerrar todo por completo,  me dijo:

—Ana María, felicidades por ese texto tan bonito, en realidad es un relato muy bonito, sigue así, felicidades.

Otra vez me puse roja como tómate y la garganta se me bloqueó. Sólo pude asemejar una reverencia y medio sonreír.

Y ya, eso fue todo. Perdón por alargarme, como siempre. Ahora si, el cuento. Espero les guste.

Los poetas. Por el ángulo en erre que estaba, no pude sacar a la española.

 Por el ángulo en erre que estaba, no pude sacar a la española

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El Cuento:

Hasta el especial, amores

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Hasta el especial, amores. O hasta que se animen a leer KOMOREBI.

¡LOS EXTRAÑO MONTONES! ¡Los amo!

2. Si pudieras desaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora