Capítulo 41: 2 Médicos

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Cuando Shizuo terminó la oración-ruego-plegaria-sacrificio y el médico estuvo a punto de decir la noticia y el otro médico a punto de desconectar los monitores de Izaya, él hombre de 29 años al lado de Izaya, escondido por una cortina y por otros médicos que luchaban por su vida, murió. En el mismo momento en que su monitor mostró una línea recta y un pitido de muerte se estaba uniendo al de Izaya, el monitor que estaba a punto de ser desconectado, mostró signos vitales, y la sábana sobre el rostro se movió ligeramente. Izaya volvió a la vida.

El idiota gritó el nombre de su compañero mientras confirmaba los signos vitales y el funcionamiento de los monitores. No se lo creía. Un milagro, de verdad existía algo como eso. La ciencia había dado por muerto a ese hombre, pero la realidad se negó a aceptar ese destino y salvó esa vida. Imposible.

En ese momento entró el otro médico.

–Estaba muerto...

–Un milagro –dijo el idiota–, comenzó a respirar cuando estuve a punto de desconectar los monitores.

–Un milagro –repitió el médico.

Si algo aprendieron esos dos fue que la ciencia no lo es todo en la vida. El mundo es inmenso, y las posibilidades también. Alguien murió y revivió sin su intervención. Definitivamente el mundo tenía mucho más.

Al otro lado de la cortina se escuchó el pitido de la muerte y los médicos no entendieron nada. No entendieron pero estaban agradecidos, completamente agradecidos. Reabrieron el flujo del suero y de la sangre en bolsas, conectaron todo nuevamente y corrieron con el hombre revivido al quirófano. No dijeron nada. Estaban agradecidos con la vida, y con el milagro que les había quitado la culpa de los hombros y les había asegurado paz en sus mentes.

Un milagro.

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Continuará

(Corto, lo se. Pero ya les había dicho que los capítulos empezarían a ser así :)

Nos vemos luego, amores :* )

2. Si pudieras desaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora