Capítulo 44: El despertar de un futuro rey

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Izaya parpadeó.

Su vista estaba un poco borrosa cuando abrió los ojos, por lo que tuvo que mirar al techo un buen rato y parpadear. Al principio no hizo ruido, solo se dedicó a interpretar ese mensaje que estaba recordando, a no olvidar ni una sola de las palabras que lo formaban y a intentar unirlo con el sitio donde él se encontraba.

Se fuerte. Aprovecha la vida que te he dado, depende de lo fuerte que puedas ser, pero serás feliz si lo quieres y te esfuerzas. Se fuerte. El hombre de afuera ya fue lo suficientemente fuerte al tomar la decisión necesaria para tu salvación. Se fuerte. Cuida mi vida. Cuida la tuya. Cuida de todo. Está en tus manos.

Cuidar de todo. ¿Todo qué?

Vida. Vida. ¿Vida?

Al principio no lo entendió, no podía, no había forma, nada tenía sentido. Si lo interpretaba de forma correcta significaba que: 1. Había muerto. 2. Su vida se había salvado porque alguien más murió y tomó su lugar. 3. Shizuo había tomado una decisión difícil para salvarlo. 4. Tenía que cambiar a Ikebukuro sí o sí.

Pero, ¿qué pidió Shizuo?

No lo entendía, no todo le cuadraba.

Sentía los ojos pesados, se le cerraban involuntariamente, se sentía cansado. Quería volver a dormir, pero sabía que si lo hacía algo nunca le quedaría claro. Shizuo y su relación con el mensaje que retumbaba en forma de recuerdo en su memoria.

Así que giró su cabeza lentamente hacía la ventana, donde vio de reojo que se encontraba Shizuo.

Vio su espalda. Al fin. Y deseo tenerlo cerca, tocarlo, verle la cara, decirle que lo quería, que no lo dejaría, que se le pegaría como cinta adhesiva y que juntos cambiarían Ikebukuro. Así que, sin demora, susurró su nombre.

Aunque en realidad no quiso susurrar, pero estaba tan débil y dolorido que eso fue lo más fuerte que pudo hablar. Tenía la garganta seca, la herida le dolía –y todo el cuerpo–, estaba a punto de quedarse dormido. Solo esperaba no ver la expresión destrozada con la que Shizuo lo había despedido en la calle.

La espalda de Shizuo se escondió rápidamente a medida que él giraba hacía la cama donde se encontraba Izaya. Izaya intentó sonreírle, pero sentía la cara dormida, por lo que su sonrisa terminó en una mueca torcida que indicaba más dolor que felicidad, que la quitó de inmediato, no quería preocuparlo.

Pero el preocupado fue otro.

La expresión de Shizuo era... agridulce.

Estaba tenso, su rostro mostraba felicidad y tristeza. No lo entendía. Algo iba mal. Lo supo de inmediato. Tenía que manejarlo con cuidado.

Algo definitivamente iba mal.

–Pulga...–dijo.

Y a Izaya se le revolvieron las entrañas. Lo conocía muy bien, conocía a su monstruo, sabía cuándo sufría, cuando le ocultaba algo y cuando se preparaba para decirle un raudal de mentiras –era pésimo mintiendo–. Algo iba mal.

–Shizu-chan –lo volvió a llamar.

–¡Despertaste! Pensé... pensé que... pensé que te perdía.

Shizuo estaba estático, no se movía de la ventana, solo lo miraba de lejos y eso de cierta manera, rompió a Izaya. Algo había pasado.

–¿Por qué no te acercas, monstruo? –preguntó.

–No quiero hacerte daño. –Admitió Shizuo.

–Idiota –se rio Izaya. Pero de inmediato lo dejó, le dolieron las costillas.

Shizuo apretó los puños. Pero no por furia, sino por impotencia. Impotencia. ¿Cómo se lo diría? ¡Cómo!

¿Cómo le terminaría? ¿Cómo?

No lo quería dejar.

.

.

.

Continuará

(Está bien. Ya lo saben. Ya saben que es lo que sacrificó Shizuo. Ya saben lo que se escondía detrás de la oración-ruego-plegaria-sacrificio. Me duele el kokoro.

Bueno. Les tengo noticias:

1. Nos quedan 12 páginas de Word T_T se nos acabó esta vaina. 

2. Como algunos ya sabrán, soy una ENFERMA de Katekyo Hitman Reborn! Y, del 8018 <3. Por estos días me he repetido todos los dj de Yoneda y me he decidido a hacer un Fic de 8018, es decir, Yamamoto x Hibari. No se si les gusta  o no, pero a mi me encanta esa pareja, además, los dedos me han empezado hormiguear, es decir, quieren escribir. Por lo tanto, lo haré.

3. Me iba a presentar a un concurso de cuento a nivel nacional. Escribí y reescribí el cuento hasta que al final estuve contenta con lo escrito, incluso lo leyó mi mamá y la hice llorar :( aunque no se por qué. Me ha encantado. Pero luego, cuando lo iba a enviar, me di cuenta que me había pasado de los 7000 caracteres, y en realidad había escrito 5800 (mas o menos) palabras. Jaja, así que no pude participar. Además, leí los términos y condiciones y, literal, he dicho: que se jodan! Esto no es noticia, pero les quería contar jaja.

4. Bueno, esta se las diré después. 

Los amo. Infinitamente. Gracias por aguantarme siempre.

Hasta la otra semana.)

2. Si pudieras desaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora