Capítulo 7: Roto

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Recibí el plato después de bajarme del mesón, Shizuo espero paciente -algo extraño - y me observó mientras lo hacía. Sus ojos se movían al mismo tiempo que lo hacía yo, sentía su mirada en mí, sentía ese escalofrío recorrerme, podía sentir como hablaba con la boca cerrada. Dio la vuelta y se sentó frente a mí. No pronunció palabra pero seguía escuchándolo, parecía que tenía mucho que decir.

-¿Qué pasa? - Pregunté - ¿Qué tienes ahora?

-Nada. -No respondió más, solo se quedó callado y me observo.

-No me creas idiota, Shizuo.

-Nada, Pulga. Solo me tengo que ir -desvió la mirada.

-¿Por qué? -Estaba raro, se le notaba.

Volvió a mirarme. Algo pasaba.

-Tom-san... Necesito ir a trabajar -Me estaba diciendo mentiras. Algo pasaba -. ¿Cómo te sientes?

-Perfecto. -El idiota se sentía mal por haberme lastimado.

-¿Aún te duele? - Eso era, por eso estaba raro. Se sentía mal.

-Te digo que no. Shizu-chan, estoy bien.

Su celular sonó, miró la pantalla y contestó.

-Vorona. -Ahí estaba ese bicho raro ruso.

Mis pies se movieron solos, tocaron el suelo, caminaron y me llevaron hasta donde estaba Shizuo, mis brazos se levantaron, mis manos tomaron su rostro entre ellas, lo voltearon hacia mí y como si alguien me empujara, caí sobre su boca.

Abrió los ojos, pensé que me quitaría, o se enojaría, pero no. Simplemente correspondió el beso.

Pero no me tocó.

-Sí -dijo en medio del beso -,Vorona, ya...-Tomó una pausa en un inútil intento de esconder los sonidos del beso-Ya voy.

Se iba a ir. Esa angustia de siempre me estaba invadiendo, manejándome como títere, inundándome el pecho de malas sensaciones, esa angustia me llenaba de desespero; necesitaba llamar su atención, necesitaba mantenerlo donde estaba.

Esos besos no me gustaban. Eran amargos, casi sin sabor, rompe mentes; eran molestos, no hablábamos, no conectábamos. Los odiaba.

Colgó el teléfono. Me miró enojado.

-Detente, Izaya. -Ahí estaba. La despedida que me rompía el alma.

Lo solté.

Mis brazos cayeron casi inertes a mí alrededor, mis pies retrocedieron y mi mente se negó a mostrar debilidad.

-Lárgate de una vez Shizu-chan, necesito trabajar -Le sonreí de la manera más sarcástica posible. Mi mente había tomado el control, no permitiría que mis sentimientos me dejaran humillado- Eres muy aburrido, solo era un beso en medio de una llamada.

-Se van a enterar si sigues haciendo eso. -Algo me molestaba cuando lo decía de esa manera - Tom-san lo sabe, pero Vorona aún no. Izaya...

Algo estaba mal. Lo sentía. Se notaba.

Un agujero en el pecho me fue creciendo y así mismo, mi personalidad sádica lo fue escondiendo.

Me apoye en un codo sobre el mesón; lo observé y le sonreí a pesar de lo que estaba sintiendo, intenté con todas mis fuerzas que no lo notara, mis dientes casi brillaron para que eso fuera posible, y mis ojos fueron más lastimeros y fríos que nunca. Shizuo no sabía fingir. Pero yo sí.

-Tranquilo Shizu-chan, fue solo un beso.

Él ya había terminado de comer. Se levantó, me observó y caminó hacia mí, alzó una mano para tomar mi rostro, pero se detuvo en el camino.

2. Si pudieras desaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora