Capítulo 23

140 11 0
                                    

Jürgen tomó el libro de su bisabuelo y se puso a hojearlo echado en su cama. Sabía que no podía entender su contenido por estar escrito en el idioma de su bisabuelo, el alemán. Lo único que sabía del libro eran las pocas páginas que habían sido traducidas por Hans. Pero el libro era mucho más extenso, con una gran cantidad de información sobre los sueños lucidos en las páginas siguientes a las pocas traducidas. Y toda la información estaba allí, en sus manos. En ese momento, un sentimiento de arrepentimiento por no haber estudiado el idioma de su padre se hizo presente en su mente.

-Pero Gisele sí sabe aleman! - se dijo al recordar que ella sí había vencido los cursos de ese idioma un par de años atrás. -No, imposible. -se dijo descartando la idea inmediatamente. -No se puede hablar con esa idiota. Menos sobre este tema.

Pero el sentimiento de urgencia por de saber lo que el libro decía, en especial sobre los peligros que le había advertido Helga, todavía le seguían atormentando la cabeza. Acaricio el libro y estuvo hojeando sus páginas, en especial aquellas que correspondían a las partes más avanzadas, aquellas que todavía no habían sido traducidas por Hans. Llamarlo a aquellas horas no era algo correcto debido a lo tarde que era, pensó al ver su reloj.

-Pero necesito saberlo ya mismo. -se dijo ante el temor de tener un sueño lucido esa misma noche. -¿Cómo puedo traducirlo? -pensaba una y otra vez.

-Pero, que bruto soy. -Dijo en voz alta a tiempo que se levantó de su cama. -Puedo traducirlo utilizando la páginas de traducciones que hay en Internet, claro.

Había escuchado a algunas personas que no sabían Inglés, que habían utilizado esta página con bastante frecuencia. Como él hablaba perfectamente el Inglés, no había tenido la necesidad de usar este servicio, hasta este momento. Había escuchado que se podían traducir párrafos completos. La traducción no era del todo perfecta, segun habian comentado, pero era lo suficientemente buena como para saber lo que decía el texto sin mucha dificultad. Con esta solución alternativa, Jürgen se fue a buscar su computadora portátil que estaba en su maletín a un lado de su mesa de noche. La encendió y luego abrio la pagina web del traductor en linea. Se echó en su cama con el computador sobre sus piernas, tomó el libro de su bisabuelo y lo abrió en una página al azar, pero de una parte bastante avanzada del libro. Lo acomodó a un lado y empezó la tarea de transcribir las palabras, letra por letra, desde la página escogida hasta el editor de texto del computador. Cuando termino de transcribir la página completa al computador, copio todo el texto desde el editor hacia la página web del traductor en linea en Internet. A los pocos segundos tenía ante sí los dos documentos. A un lado el documento original en alemán, y al otro lado el documento ya traducido en portugués. Sin más demora, se dio a la tarea de leer el documento en su idioma, con mucho interés y concentración.

-No puede ser! -dijo Jürgen no pudiendo evitar decir esto en voz alta. Una fuerte sensación de miedo le recorrió todo el cuerpo en forma de un fuerte escalofríos, y una sensación de presión le oprimió el corazón. -Helga tenía razón, los demonios sí existen después de todo.

Jürgen no podía creer lo que acababa de leer.

-Quizá no esta bien traducido. -Se dijo al recordar que le habían comentado que ese servicio de traducción no era tan bueno cuando ambos idiomas eran diferentes del Inglés.

Para evitar la duda, cambió la lengua destino al Inglés y presiono el botón de traducción. Volvió a leer el texto, esta vez en Inglés, con la esperanza de que una mejor traducción cambiase el sentido de las palabras. Pero no, el texto obtenido en ese idioma diferente, daban en general la misma información.

-Los demonios pueden aparecer en cualquier momento durante el sueño despierto, -empezó a traducir en voz alta el texto en Inglés que acababa de obtener -para absorber como vampiros, toda la energía vital de la persona.

La palabra demonio en el texto original del libro de su bisabuelo no permitía la menor duda de que se trataba de verdaderos demonios tal como se lo había advertido Helga esa mañana.

-Maldicion. - Se dijo Jürgen con la sensación de terror cada vez más intensa en su pecho. -¿Por qué nos metimos en esto?

Puso el computador portátil sobre su mesa de noche y tomó el libro de su bisabuelo con notable terror, como si temiese que algo maldito saliera de su interior. Recordó el lugar y la forma en la que había encontrado el libro, y el miedo se incrementó a niveles casi insoportables. Se levantó de la cama con el libro en la manos y se dirigió al closet donde guardaba todas aquellas cosas que ya casi no utilizaba. Vio su reloj. Sus manecillas indicaban que era pasado la una de la mañana. El solo pensar en dormir y enfrentarse en sueños a los demonios que se mencionaba en el libro, le aterrorizó tanto que su corazón golpeaba su pecho con tanta fuerza que retumbaba en el silencio de la noche. Volvio a mirar el reloj. Apenas había avanzado cinco minutos desde la última vez que lo miro. La noche se presentaba larga y amenazadora. Jürgen, invadido por el terror, se sentó en la cama y prendió el televisor con la esperanza de sentir algo de compañía.

LúcidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora