Capítulo 44

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-No sé si sirvo para esto. -dijo ella con un evidente tono de decepción en la voz.

-¿Pero qué es lo que te parece difícil? -le dijo él con notable preocupación.

-Es que nada me funciona. Ya logro despertar fácilmente dentro de los sueños. Eso ya no es problema. Pero cuando intento reemplazar los objetos que aparecen en mis sueños, por los objetos que yo quiero que estén, estos empiezan a cambiar de forma como locos. Por más que me concentro en el objeto que quiero, este insiste en transformarse en todo tipo de cosas. Por ejemplo, anoche quise convertir un florero que había sobre la mesa, en una computadora portátil, pero la computadora empezó a convertirse en equipo de música, licuadora, pecera, perro, florero, maceta. Y así fue cambiando de forma sin control. Me fue imposible que se quedara fija como computadora.

-No te preocupes que a mí también me pasaba lo mismo. Es solo cuestión de concentración y mucha práctica. Y sobre todo, seguir los pasos que indica el procedimiento del libro. Esto es muy importante. Por eso debes saberlo de memoria. Por ejemplo, yo. Ahora ya puedo crear, no sólo algunos objetos, sino que ya he amueblado mi cuarto y estoy creando mi sala de estar. Todo hecho por mí y no por mi subconsciente. Desde que los cree, ya son permanentes. Cada que despierto y pienso en mi cuarto, aparece de la misma forma en que lo dejé. Lo que todavía me está constando bastante, es crear los habitantes del mundo de sueños. Pero estoy trabajando en eso. No hay otra forma que aplicar exactamente la técnica del libro, y mucha práctica.

-Tú puedes hacerlo, pero yo tengo que quedarme hasta tarde repasando las materias de la Universidad, y tengo que despertar temprano para ir a trabajar. -respondió ella con una fuerte carga de frustración, no por los logros de su amigo, sino por su realidad que no le permitía avanzar a la misma velocidad que él.

-Es que a veces se tienen que sacrificar algunas cosas. -le dijo él con una voz que no admitía discusión.

-Tienes razón. -le respondió ella y se bajó del automóvil para ingresar a la pensión.

-Pero debo hacerlo. -se dijo ella al avanzar hacia su habitación. -No debo rendirme. Mi madrina estará orgullosa de que yo también soy como ella. Tengo que poder hablar con los ángeles en sueños.

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