Capítulo 22

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-¿Pero qué tonterías está diciendo Helga? -respondió molesto Hans para luego detenerse en mitad de camino hacia su automóvil en el estacionamiento del colegio. -Le están lavando el cerebro en ese templo al que asiste. Tienes que impedir que siga yendo allá, si quieres que no la vuelvan loca.

-Pero, ¿qué dice sobre el tema el libro? -preguntó con preocupación Jürgen que se detuvo con el amigo, mientras miraba a los lados a la espera de la llegada de su hermana Gisele.

-No he leído todo el libro. Recuerda que tú lo tienes en tu casa y no me lo dejas llevar. -respondió con tono de reclamo. -Lo que sí he podido leer, son libros que compré por Internet que hablan del tema. Y todos ellos dicen que esto no tiene nada que ver con experiencias fuera del cuerpo, como indica Helga.

-¿Y qué dice sobre los demonios o lo que sucede cuando uno despierta?

-No hay tales demonios. Eso son inventos de esos grupos religiosos para asustar y estafar a las personas tontas como ella.

-¿Y tú has tenido sueños lúcidos?

-No, todavía no. Recién empezamos. Sabes que no es tan fácil empezar.

-¿Y qué sabes de los otros?

-No me han comentado nada. No creo que hayan tenido alguno todavía. Pero, no te preocupes. No hay tal robo de almas ni ninguna de esas tonterías. Todos los libros lo explican muy bien, y hacen una clara diferencia entre el sueño lúcido y esas tonterías de que el alma se sale del cuerpo. Y los autores que he leído son doctores en medicina, personas muy estudiosas y que han hecho una gran cantidad de experimentos. Y nunca ha sucedido eso que te contó Helga. Eso es invento de esos pastores. Lo mismo decían de la epilepsia, que era posesión demoníaca, pero al final terminó siendo una simple enfermedad que se puede controlar con medicación, nada de exorcismo ni tonterías.

-Helga está convencida y no quiere que sigamos.

-Tendrás que explicarle con más detalles de qué se trata. Te voy a pasar a tu correo electrónico, algunos enlaces sobre documentos que hablan del tema, para que se convenza de que esto no tiene nada que ver con lo que dicen sus pastores. Y te digo, lo mejor es que más bien tú le prohibas que ella siga yendo a esos lugares. Disculpa que te lo diga, pero antes de que ella ingresara a esa iglesia, era una persona normal. Pero desde que asiste a esas reuniones, de lo único que habla es de Dios, de Jesucristo, de su iglesia, de su pastor. Te quiere convencer a toda costa que vayas a las reuniones de su grupo. Es insoportable. Ya no se puede hablar con ella. ¿Como has hecho para que no te obligue a ir con ella a su reuniones de culto?

-Sí lo hace todo el tiempo. Pero yo no le hago caso. Ella se molesta un poco. Pero dice que Dios la ha enviado para salvarme y que está segura que algún día logrará hacerme ir a escuchar su palabra.

-Tú sabes que yo no creo en ninguna religión, aunque respeto a todas. Pero te aseguro que lo único que buscan, es que ella se vuelva loca y luego empiece a regalar todo el dinero de su padre. Y su padre tiene mucho dinero. Eso ha pasado muchas veces aquí en Brasil. Incluso he visto un reportaje en la televisión sobre el tema. Esos pastores terminan multimillonarios, y sus seguidores, pobres. Ten cuidado.

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