-Hola Luiscar. -saludó Lucía a su amigo a la salida de la clase. -¿Cómo te fue con tu amigo, ese que tiene el libro de los sueños?
-Malas noticias. -le respondió con una notoria decepción en la voz. -Estuve hablando con el dueño del libro y no hay manera de que lo entregue. Ni siquiera su mejor amigo se lo ha querido dar. El problema es su novia. Ella es una persona muy religiosa y le tiene lavado el cerebro. Con decirte que el libro lo tiene ella. Se lo quitó para que no lo lea, como a un niño. ¿Te lo puedes creer?
-Pero, ¿si se habla con ella? No se. Que te lo preste o que te lo venda, por último.
Al decir esto se acordó que ella no tenía dinero para comprar nada, lo que generó un notorio rubor en su cara.
-No. Imposible. -respondió él sin darse cuenta del rubor en el rostro de la amiga. -Esta gente tiene mucho dinero. Y además son fanáticos religiosos. El dinero no es importante para ellos. Incluso ella hace importantes donaciones de dinero a su iglesia. Estoy seguro que de solo mencionarle el tema, ella se enfurecería. Es que tú no la conoces. Es una mujer con quien no se puede hablar. Imposible.
-Era solo una sugerencia. No sabía que ella era así. -dijo ella incómoda por la respuesta. -Pero si no se puede conseguir ese libro, entonces busquemos otro libro que enseñe lo mismo. Seguro que deben haber muchos otros.
-Eso mismo pensamos con Hans. El leyó bastantes páginas del libro de sueños y lo conoce mejor que todos los demás. Y cuando Jürgen nos prohibió leerlo, buscó en todas las librerías e Incluso en Internet, para comprar libros de sueños. Entre todos los del grupo, compramos quince libros de los mejores que hay sobre el tema. Pero ninguno está tan avanzado como el de Jürgen. Y te digo que los leímos todos. Yo leí cinco. Hans leyó los quince. Pero por desgracia todos son muy simples.
-Pero, ¿de dónde salió ese libro entonces?
-Jürgen nos dijo que lo encontró entre las cosas viejas de su padre. Pero yo no le creo. Su padre no habría dejado un libro tan interesante tirado entre sus cosas viejas. Según Hans, Jürgen llegó un día y le dijo que lo traduzca para saber de qué se trataba. El mismo Jürgen no lo sabía. Pero sí sabía que el libro era muy importante, porque no quería que Hans se lo llevara a su casa para traducirlo más rápido. Por eso creo que se lo robó de algún lado y no quería que lo sepan. No sabemos de quién lo robó, pero sabemos que fue robado en su viaje a Alemania, porque el libro apareció justo después que él llegara de visitar a su familia en Berlín. Pero cada vez que le preguntábamos, siempre decía que era de su padre. Y no le gustaba que se lo preguntáramos cada vez. Se enojaba mucho. Yo sospecho que era de su bisabuelo, por un comentario que me hizo la última vez que lo visité. Por eso pienso que debe ser un libro muy viejo, y poco conocido.
-¿Entonces qué hacemos?
-Nada. Solo aprender por nuestra cuenta, así como lo he estado haciendo yo. No tenemos más opción. Porque estoy absolutamente seguro que Helga no lo va a entregar. No me extrañaría que lo haya quemado.
-Pero, no creo que la ciencia moderna no haya avanzado tanto.
-Si no me crees, te puedo prestar el mejor libro que pude comprar. Luego me avisas.
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Lúcida
ParanormalEscondido en una habitación secreta, en la vieja casa de sus abuelos, Jürgen encuentra los restos de su bisabuelo perdido durante la segunda guerra mundial. Junto al cuerpo sin vida se encuentra un antiguo libro de evidente importancia para su bisab...