Una carta para vos

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Hoy he vuelto a ver tu reflejo bailando sobre una hoja de papel, he escuchado el dulce eco de tu voz viajando por las trochas de mi imaginación, he tocado la textura de tu ausente piel. Hoy he recitado tu nombre, ese que no conozco, pero que vive en mí, me he adentrado por esas calles, por las cuales me paseé, tomando la mano de tu alma; me he bañado con los sentimientos rotos que expulsa el manantial de tus ojos. 

Hoy te he vuelto a buscar, aun sabiendo que seguís ahí, en la misma banca de mi corazón, con la misma disposición que tuviste en los primeros párrafos de mi historia a tu lado; ahora lo sabes,  yo sueño con tus ojos aunque no sea un par, yo sigo viviendo en cada pliegue de tu piel, aunque no haya rozado ni tus mejillas. Sigo aquí, entregando el corazón cada noche, seduciendo tus tristezas y alegrías con la desnudez de mi alma, empapando el pañuelo de tu corazón con llanto textual, durmiendo en la cama de tus recuerdos cada noche que esta se halla vacía. 

Esta carta no tiene remitente nuevo, no tiene un cartero más que el viento, no tiene un asunto diferente a un sentimiento, esta carta no es para ella, ni para vos, no la he escrito yo, la escribe un bohemio corazón; que aunque no te vive, no te sonríe, no te toma de la mano, ni se rompe la garganta pronunciando tu nombre, ni mucho menos se amaina cada noche a tu cuerpo. Te escribe, te reescribe, te traduce, te hace caber en una hoja de papel, te roba sonrisas tiernas y se las entrega al firmamento, te lleva a un cruel crucero por el infierno del desamor, te cose unas alas para que surques el cielo del amor, te lleva incluso a los más carnales instintos corrompiendo la inocencia de tu corazón; te hace pensar en el firmamento que cubre tu cabeza, y en la tierra que pisan tus pies. 

Ahora qué sabes, que no necesité verte para conocerte, ni tocarte para adentrarme en tu ser, te pido que después de leer esto escrito para vos y para ella, dejes abierta aunque sea una ventana en tu corazón; para así entrar cada noche como ladrón, a cartografiar tu cuerpo, con el pincel de mi corazón, a pintar tus sentimientos en cada párrafo que cada día boto a la historia por vos, a ahogar mis penas sobre el colchón de tu ilusión. 

Me voy a dormir, a descansar de mí, a esperar el momento en el que vos mi lectora, me hagas de nuevo surgir, me regreses la vida y los secretos, que cada día guardo en el banco de tu corazón. 

Lamento De LykosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora