Sentado entre la oscuridad de la noche y la luz que me otorgaba la luna; aunque tenue y casi inexistente, le disfrutaba, tal vez porque trataba de desnudar mi alma, ya que una mujer no conseguía hacer lo propio con mi cuerpo. Decidí irme sin caminar, sin moverme un instante, como aquel que no se quiere liberar del hechizo; solo tomé aquello en lo que se había convertido mi carne, y empecé con mi sangre a darle vida a una ilusión; esa tinta no tomaba forma alguna, solo despreciaba mi valiosa carne en mezquinas letras nacidas de un no ser, carecía de pasión, locura y razón, traté de darme por vencido, escapar a la profunda oscuridad de un cuarto; huí a un mundo donde nadie era algo y todo era nadie. en esa profunda e inexistente razón; fue cuando le vi, era su rostro entrando por lo único que me conectaba a la ilusión de la noche; era un ángel hecho mujer, en mis manos no era mas que un diamante que irradiaba más luz con su vestido oscuro, que las demás y con sus opacas lentejuelas.
ESTÁS LEYENDO
Lamento De Lykos
PoesiaLamento de Lýkos es un viaje poético apartado de los almidonados conceptos de la poesía tradicional, esta propuesta llamada "Poesía Filosófica" está repleta de peculiaridades y trasfondos de naturaleza metafísica, pues el autor propone un...