Lamento De Lykos

El harén de Thánatos

Bienvenida al reino del placer. Despierta que ya no te ha de besar el alba cada mañana, ni te cobijará la esperanza de un sueño cuando la realidad se vuelva una pesada carga. No temas, que el ayer ya no duele más, este es ahora tu hogar, un lugar donde el pudor que demanda la vida y la sociedad no tienen autoridad. 

Bienvenida a la libertad que yo te otorgué, en ese momento en el que con besos la vida te arranqué; en ese instante en el que le entregaste el ultimo orgasmo a la frágil mortalidad, y yo terminé eyaculando eternidad en tu alma. No cubras tu desnudez, pues es ahora tu alma, la que demanda placer. Siente como el calor infernal del ambiente pone tu clítoris a delirar, escucha como el viento susurra morbo y perversidad. 

Observa a tu alrededor como estalla un deseo más sublime que el carnal; es aquí donde empieza el sexo infernal, este es el lugar donde vienen los demonios a fornicar, y los sacerdotes ya no tienen que violar. Déjate llevar por esas caricias que no se limitan a explorar tu cuerpo; pues este ya no es de carne y huesos, este cuerpo está hecho de los más bajos deseos; siente como te conquista un beso, y ese par de dedos que empiezan a formar tormentas de descontrol en tu manantial. 

Ya no tienes que ver rostros, fama o carteras; ahora entrégate solo a aquel que realmente le obsequie tempestad a ese frustrante mar en calma que oscila entre tus piernas... Ya no tienes que ahorcar tu rostro de placer, ni callar tu gemido bestial, no tienes que contenerte cuando se retuerce de placer, cada centímetro de tu piel. Amamanta la pasión desmedida que te rodea, no importa si se alimenta un hombre o una mujer, si has comenzado a devorar una erección, o estas adentrando tu lengua en aguas de mujer. Ahora que el miedo y el pudor yacen con tu putrefacto cadáver, y se desvanecen en el ayer, alimenta con orgasmos mi harén. 

Esta es la hoguera que te prometí, una tan eterna, como el pacer que os concedí; donde el tiempo no camina pues se ha drogado con la eternidad, donde lo moralidad es un "Kama Sutra" y la cruz de consolador, solo se ha de utilizar. Mi esclava del pecado y del placer, con besos seduce el dulce y armonioso cuerpo de una virgen que ha echado a correr, al no soportar mi harén; ni la orgía que vive en él, corrompe su inocencia, que es ahora lo que vos mejor sabrás hacer cuando dejes su castidad al lado de su ropa, y le hallas otorgado el primer orgasmo a su ser, abandónala, que en el harén le volverás a ver. Ya tu ser no puede más, este harén debe cerrar, no te preocupes, que del "morbo oculto" de la humanidad te has de alimentar, hasta que volvamos a despertar.

Este harén abrirá una vez más, la hoguera arderá; una sede en cada adolescente habrá, y en los sueños de las vírgenes sucursales he de inaugurar.