Su enfermedad empezó a derrocar su fe de madre, el virus que vivía en ella crecía, y con él, selvas de cemento nacían, otras desaparecían en medio de un bombardeo sin causa racional alguna. Y allí, todo dejó de girar en ruta a la prosperidad, el contrato del mañana cancelado por la crueldad de la humanidad quedó en un vacío placar... un arroyo caminó llorando gotas que presagiaban el final. Un volcán se despertó al sentir una hemorragia en el interior de su ser, canjeando el oxígeno por pesado metal, la oscuridad se excitó, y con su velo le quiso vestir su fresca desnudez, la luz dijo adiós pues entendió que su estación terminó, en ese instante en el que la eternidad se cuestionó. El mar empezó a huir de sí mismo, fue a abrazar la playa ahogándose en desconsuelo, un alud se mudó a la ciudad sin previo consentimiento, convirtiendo ese predio en un nuevo cementerio, la religión orgasmos sintió, al ver como la absurda predicción por la cual habían trabajado se cumplió.
La humanidad empezó a buscar culpables en el cielo, mientras un petrolero naufragaba sobre la barrera de coral, las fronteras se marcaban con fuego, el hambre devoraba desconsuelo, el viento anunciaba con miedo su paso arremolinado... ella empezaba a escuchar un fúnebre violín, que con arpegios de muerte la esperanza le robaba; las placas de su piel temblaban cuando su alma escapar de la muerte trataba, la vida sobre su piel empacaba y solo valijas vacías dejaba; Thánatos con asombro miraba, pues tanto trabajo jamás había tenido, su hoz no alcazaba a limpiar, almas al inframundo si descansar enviaba, mientras que en el umbral entre la vida y la muerte la barca de Caronte naufragaba por el exceso de cupo que llevaba. Quejas en cielo y llanto en su cuerpo era lo único que se escuchaba, cada día era una noche más, cada noche un cataclismo que no dejaba más que desconsuelo, el Sahara se mudó a Ecuador, Oceanía descansó uniéndose a la Atlántida; el océano caminaba sin invitación por la ciudad sembrando caos y mortalidad, tanta agua en el mundo y la vida en el agonizaba de sed; el más allá no daba abasto, la tierra mudaba sus pertenecías al olvido poco a poco la vida no tuvo una primavera más... cuentan que tras el cataclismo haberse consumado, suspendida sobre el vacío cambio su color, su llanto produjo un desgarrador eco sobre el tiempo y el espacio, sus ojos se cerraron atrapando en su interior un rayo de sol, mientras el sueño profundo le hacia el amor.
Un cometa paso seduciendo el sol, se maravilló viendo dormir esa dama, mientras en su rotación angustia hallaba, el comprendió que una pesadilla la mortificaba, o quizás una visión la muerte le enseñaba; maravillado prometió volver, y algún día conquistar esa dama, su caminar dejó un beso en el firmamento, mientras angustiada ella despertaba; un sueño de muerte su noche trastornó, pero su mañana le iluminó el corazón, aun cantaba un gorrión y florecía un botón, dichosa fue a ver sus consentidos que no eran más que una inocente humanidad, les saludo con un beso de brisa y calma, mientras veía la caída del primer árbol, y a la magna duda se entregó. ¿Fue una pesadilla o una visión?
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Lamento De Lykos
PoetryLamento de Lýkos es un viaje poético apartado de los almidonados conceptos de la poesía tradicional, esta propuesta llamada "Poesía Filosófica" está repleta de peculiaridades y trasfondos de naturaleza metafísica, pues el autor propone un...