Confusión

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Me encontré con ese sublime momento de observar mi vida desde el espejo; con ese instante cronológicamente fugaz, pero espiritualmente eterno; rifando mi futuro en un juego de ajedrez en el cual solo tengo peones; echando monedas en la fuente de mis dudas. Encontré mi vida tomando café con el amor, ya sin ninguna carencia de él, extasiado de sus mieles, perdido en sus caricias, con el corazón lleno. Me tomé un par de cervezas con mis otros sueños, definiendo las huellas de mis pasos, haciendo negocios con el mañana, engendrando un pacto de paz con mis demonios. Un frustrante mar en calma en mi vida, y una tormenta que se asoma en mi cabeza, caminado presurosamente, buscando algo de suerte en cada kilómetro que devoran mis pasos, despertando anclado a medio sueño cumplido, y a otro cuarto que se completa lentamente.

Me limito a caminar en una selva de cemento más grande, desvelando mis ganas de volverla a ver en un nuevo horizonte, admirando una luna más opaca, abrazando un clima más apacible... he encontrado mi vida dudando de su ser, con una certeza que reposa en el puerto del cual partí, entregado a un miedo maniático; una zozobra tan cruda, una lucidez que traiciona, una lógica que desanima; un silencio que murmura dudosos mañanas. Me queda la tenue esperanza de escapar de esta confusa situación, donde la lógica se fue a dormir; la realidad saluda con insultos, el amor vive y se desvela en la distancia; la suerte se quedó en otro pantalón.

Ahora soporto cada movimiento del reloj, exigiendo más que pasos en círculos; razonando más que delirios de gato mojado, soñando más allá de su rostro inmaculado; completando ya con acciones mis sueños. Y comprendo que no estoy tan confundido, que aun puedo ver a través de la niebla, que tengo el faro de sus ojos y el de mi corazón, que a pesar de todo me muevo, que estoy cerca de todo, que aún miramos las mismas estrellas, que aún tenemos el mismo latido, que aún sigo soñando gratis; aunque cumplirlo me cueste más que insomnios y momentos a su lado. 

Lamento De LykosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora