Mientras lo hacía mi realidad era tergiversada por el deseo, me sentía mal por ello, aun así ya tenía algo más que admirar, algo más que su alma. Mis pasos seguían siendo entre cristales rotos; algunos tan pequeños que difícilmente se puedan llegar a unir, otros tan grandes pues eran producto de los golpes secos que da la vida; era un camino que aunque solo constaba de algunos metros, para mí era eterno, cada paso que se iba era una duda que allí quedaba, así, sin resolver; cada paso que llegaba, era simplemente una nueva cuestión que me atormentaba; mis manos aún sostenían el fracaso de mis ideas, y mi cuerpo el peso del espíritu; la luna solo husmeaba, y el viento traía consigo el fresco aroma de algún rosal; de un rosal que yacía en algún cementerio, adornando la tumba de los sueños que aborté; cuando llegué, estábamos en frente uno del otro, el alma del poeta, y el cuerpo de la musa, puso sus manos en mi deformado rostro, me cerró los ojos lentamente; me enseñó su realidad, su calvario, su prisión, sus cadenas, su dolor.
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Lamento De Lykos
PoetryLamento de Lýkos es un viaje poético apartado de los almidonados conceptos de la poesía tradicional, esta propuesta llamada "Poesía Filosófica" está repleta de peculiaridades y trasfondos de naturaleza metafísica, pues el autor propone un...