The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)

Capitulo 19 Parte 3

  10:30 A.M.
Zayn se estiró y echó un vistazo a la puerta del baño. __ se había encerrado hace más de veinte minutos y todavía no había salido.
- ¿Qué tanto estás haciendo en el baño? – le gritó.
- Tengo que verme perfecto para la presentación.
- Siempre estas perfecto, y todavía faltan seis horas.
Se escuchó como __ bufaba y se rió por lo bajo. Volvió su atención al libro que había estado leyendo __, y que ahora lo había atrapado a él, y se enfrasco en su lectura, sin darse cuenta de que el menor se deslizaba silenciosamente fuera del baño.
- Puede que el uniforme me quede un poco ajustado, pero no encontré el nuevo, y este parece haberse encogido.
El morocho levantó la vista, y casi al instante sintió como se le abultaba el pantalón.
«A la mierda el libro, quiero a __ en cuatro y gimiendo mi nombre».
Zayn respiró hondo varias veces para calmarse, ese traje era capaz de atontarle los sentidos. Supuso que sus pupilas deberían estar dilatadas solo por verlo, ese chico podía revolucionarle la anatomía en un segundo. El menor lo miró y movió las caderas provocativamente, con una sonrisita incitante en el rostro. Zayn se puso en pie y rodeó al menos con los brazos.
- ¿Sabes que tu padre puede estar a punto de llegar? – __ asintió. Zayn lo besó con lentitud, antes de darlo vuelta y apretarse contra él. - ¿Entonces por qué me tientas de esta manera?
Agarró al castaño por la cintura y comenzó a besarle el cuello con lentitud. Sintió como el cuerpo del menor se relajaba e iba dejando caer su cabeza hacia un lado para dejarle más piel a su disposición. Rozó su lengua por la oreja __. Le mordió el lóbulo y sonrió al sentir que el castaño se estremecía.
- Mi padre puede venir en cualquier momento, y si nos encuentra así es capaz de matarte.
- Lo sé – apretó su cadera contra el trasero de __ – y eso me excita.
El menor jadeó, sentía que su mente se estaba nublando, y su cuerpo no le respondía.
- Zayn... - inspiro tratando de armar una frase coherente – Zayn...
- Si sigues diciendo mi nombre me vas a hacer venirme sin apenas tocarme.
Las manos de Zayn se deslizaron por su pecho, y se colaron debajo de su remera, acariciando su piel suave y pellizcando levemente sus pezones.
- ¿Nunca te dijeron lo increíblemente sexy que te ves con el uniforme de animador? – __ hizo algún sonido incomprensible, y se estremeció al sentir la risa del morocho en su oreja – tengo ganas de arrancártelo con los dientes.
__ volteó quedando frente al moreno, sus ojos estaban oscuros y llenos de deseo.
- Para... - su réplica quedó callada por los labios del morocho, que se deslizaron sobre su boca con lentitud, tentándolo.
- ¿Tienes hambre? – Preguntó junto a su oído, con la voz ronca - ¿Quieres que vaya a buscar algo para comer?
El mayor se separó levemente. __ agradeció el repentino cambio, porque no sabía si podría seguir controlándose. Asintió, y Zayn se fue a la cocina, tratando de calmar el ansia de su cuerpo. Se acostó sobre el sillón, con la cabeza sobre uno de los respaldos y las piernas en el otro, cerró los ojos y trató de calmar a su corazón. Definitivamente tenía que añadir "No usar el uniforme" en la lista de "No hacer frente a Zayn Malik si había una posibilidad de que su padre los descubra". Sí, el nombre era muy largo.
Repentinamente sintió como un cuerpo pesado y caliente se sentaba sobre su cadera. Abrió los ojos solo para encontrarse con el rostro de Zayn a centímetros del suyo.
- Me estas tentando – sus labios se encontraron con la piel pálida de su cuello. – ¿En verdad creíste que podía verte acostado así y no aprovecharme de la situación?
__ jadeo. Escuchó un leve "Click" y vio como Zayn abría una botella de jarabe de chocolate. Con los ojos como platos, y tratando de no gemir, se deleito con la escena ante sus ojos: El morocho había vertido una buena cantidad de chocolate sobre dos de sus dedos y los chupaba con una mueca de placer en el rostro.
Se acercó al castaño.
- Bésame.
El menor obedeció al instante. Jadeo en la boca de Zayn cuando sintió el sabor dulce, mezclado con el sabor a café de sus labios. El mayor se separo y vertió más chocolate sobre su lengua. __ no le dio tiempo ni para mirarlo. Tomo su lengua entre los dientes, y comenzó a lamerlo de forma desesperada.
- Espera ángel. – murmuró un excitado Zayn. – No podemos dejar que tu hermoso uniforme se manche. – Lo miró fijamente con una sonrisa de perversidad – Quítate la remera.
__ lo miró, estaba excitado de eso no había duda, y si hubiese sido por él se hubiera sacado la remera en el mismo instante en que lo mencionó, pero una parte racional de su mente que no se quería callar le decía que Burt estaba a punto de llegar, que los iba a ver e iba a acogotar a su sexy novio. Además de que sabía que si Zayn no se contenía había una gran posibilidad de que terminaran haciéndolo en el sillón.
- __ si no te quitas el uniforme, te lo voy a sacar yo por la fuerza – amenazó el mayor.
El castaño no hizo ademán de moverse y Zayn cumplió su amenaza. Su remera pasó por su cabeza antes de que pudiera parpadear, y fue a parar al suelo. Zayn le sonrió con picardía, atrajo sus muñecas y las sostuvo con una mano por encima de su cabeza.
- ¿Me vas a dejar experimentar? – le preguntó con la voz ronca.
El cerebro de __ se desconectó. Sin soltar las muñecas del castaño acercó la botella a su pecho y dibujo una línea de dulce negro, que hacía perfecto contraste en la piel lampiña de su estómago. __ cerró los ojos y jadeo al sentir la lengua de Zayn chupando el jarabe de chocolate.
- Estás delicioso ángel. – dijo antes de besarlo con lujuria.
- Zayn... - el castaño no podía pensar. Sentía como la erección del morocho tocaba la suya, y mandaba deliciosas descargas eléctricas al resto de su cuerpo. Zayn movió un poco sus caderas y cualquier preocupación por la llegada de Burt quedó en segundo plano. – Más....
El morocho rió en su oído. Apretó el frasco dejando caer unas gotas de chocolate en los pezones del menor. Se separó un poco, solo para observarlo. Tenía a su ángel entre sus brazos, sin poder moverse y bañado en chocolate. Pasó su lengua por una de las tetillas del joven, saboreando el gusto dulce, y disfrutando de la sensación del cuerpo de __ arquearse de placer bajo él. Cuando hubo terminado, se movió al otro, sin dejar de acariciarle el pecho. Sintió como unas manos de largos dedos se enredaban en su cabello, y se dejó guiar por ellas. Escuchaba los leves jadeos del castaño, y su entrepierna palpito dolorosamente al recordar la noche anterior.
- __ quiero hacerte el amor hasta que no puedas respirar.
El joven lo tomó por la nuca, uniendo sus labios en una danza salvaje. Zayn esparció más jarabe por su cuello y lo lamió mientras gemía contra su piel.
El repiqueteo de las llaves en la cerradura les explotó la burbuja de gozo. Se miraron por unos segundos con los corazones acelerados. El morocho liberó a su presa, y se miraron con cara de pánico. __ no sabía si las repentinas ganas de reírse eran normales, cabeceó hacia su habitación, y ambos corrieron lo más rápido que pudieron hacia las escaleras.
Escucharon como se abría la puerta en el piso superior y se miraron a los ojos. El morocho frunció el seño al ver como __ estaba tratando de no reírse.
- ¿Por qué te ríes? – le pregunto con el seño fruncido.
- ¿Pánico? – dijo mientras soltaba una risita. – Tiendo a reírme cuando estoy nervioso.
Zayn negó con la cabeza, con una sonrisa ladeada.
- Es tu culpa. – se removió incómodo ante el bulto en sus pantalones.
- Yo no me saqué la remera y me esparcí chocolate por el pecho.
- Pero te pusiste ese maldito uniforme que te queda pegado al cuerpo, y no me pude resistir.
__ se le acercó, y le rodeo el cuello con los brazos. Zayn lo miró a los ojos con deseo.
- ¿De dónde sacaste el chocolate?
- Estaba en la heladera, me gusta lo dulce, y después te vi tirado en el sillón, y tu piel parece helado de vainilla ¿y a quién no le gusta el helado de vainilla con chocolate?
__ soltó una risita, y lo besó. Un ruido escaleras arriba los alertó.
- ¿___? - lo llamó la voz de su padre.
- Estoy en el baño, ya subo. – contestó.
- Creo es mejor que me vaya, y nos encontremos en la presentación. - Le susurró el morocho.
__ asintió, le dio un beso suave, y le acarició la erección por encima del pantalón antes de soltarlo e irse al baño a limpiarse. Zayn estuvo a punto de empotrarlo contra la cama y hacerle el amor sin importarle quien los pudiera escuchar, pero se lo pensó mejor y terminó por dejarlo libre. Hizo un ademán subirse a la silla y salir por la ventana, pero antes sonrió con perversidad y arrancó una hoja de carpeta, garabateó una nota a toda prisa, que sabía que haría sonrojar furiosamente a su ángel, y la dejó sobre la mesita de luz, en el momento en el que se abría la puerta de la habitación sin que él se diera cuenta.

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Burt abrió la puerta y bajó las escaleritas, su corazón casi dio un salto al ver como dos piernas ataviadas con un pantalón rojo desaparecían por la ventana de luz que daba al exterior.
Su voz no salió, y solo atinó a acercarse hasta allí y quedarse petrificado. Escaneo la habitación pero todo parecía estar en orden, no podía haber sido un ladrón, esa ventana era apenas visible por el exterior. No tendría que haber entrado a la casa, y el único que había estado allí hasta ese momento era __.
Bajó la vista, con un nudo en el estómago y sus ojos se clavaron en una nota doblada a la mitad sobre la mesita de luz, la tomó sintiéndose algo culpable por entrar en la privacidad de su hijo. Se la metió en el bolsillo del pantalón con rapidez al escuchar como __ salía del baño.
El castaño medio se paralizó cuando lo vio, escaneó la habitación con pánico en los ojos, y finalmente soltó un suspiro de alivio.
El hombre no pudo reaccionar, la voz no le salió. No podía ser su hijo, __ no sería capaz de dejar que lo usaran, no de esa manera. Pero un chupón en el cuello decía lo contrario.
El mayor sacudió la cabeza, tal vez había sido el chico pelinegro, ese tal Blaine. Pero algo en su interior decía que no, todas esas llamadas durante toda la maldita semana gritaban lo contrario.
- Hola pa. - el chico avanzó hasta él. - ¡La revista! – exclamó al ver lo que sostenía su padre. – Gracias ¿es el último número de Vouge?
Burt se limitó a asentir, demasiado shockeado como para reaccionar. Sus ojos se clavaron en el pecho desnudo de su hijo, donde descansaba un collar que sabía que era demasiado caro como para que __ lo pudiera comprar por sí mismo, además de que tenía grabada una Z negra y no una _. Frunció el seño.
El menor le dio un beso en la mejilla, antes de ponerse la remera del uniforme y subir los primeros escalones.
- Sue necesita que preparemos el gimnasio, y tenemos que ensayar antes de la presentación, así que me voy.
Le sonrió y subió las escaleras. Burt descartó la idea de que su chico parecía demasiado ansioso por irse.
«Solo es imaginación tuya».
Pero el chico que había salido por la ventana no había sido producto de su imaginación. Sacó el papel arrugado de su bolcillo y lo leyó.
*Esto no queda así ángel. Me debes una buena noche de sexo, y me las voy a cobrar muy caro. Me dejaste con un buen bulto en los pantalones, y yo te voy a dejar sin caminar por una semana, así que mejor te prepares.
-Z*.