The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)

Capitulo 31 Parte 3

  3:00 A.M. Sábado.
Zayn apretó los puños. Era demasiado. No podía más. Habían pasado cuatro horas. CUATRO HORAS. Había tenido más de cinco orgasmos seguidos, y su cuerpo estaba hecho una masa extremadamente sencible, y blanda. ___ lo había acompañado en todos sus orgasmos, pero no se había detenido. Y Zayn sabía que no lo haría hasta que consiguiera lo que quería.
Lo peor de todo, o mejor, depende de cómo se lo mirase, era que todavía no había conseguido que ___ lo follara adecuadamente. Solo había entrado en él para dar una o dos entocadas, dejándole tembloroso, nada satisfecho y con ganas de gritar.
Su cuerpo estaba cansado, y suponía que la única razón por la que no se dormía era que el menor no dejaba de estimularle sus puntos débiles. Cerró los ojos al sentir la boca de ___ sobre la suya, besándolo suave, y dulce, con lentitud, metiendo su lengua de forma cariñosa entre sus labios.
- ¿Cansado? - preguntó. Zayn gruñó en respuesta. - Oh, no te quejes, te encanta. - El morocho hizo un ruidito con su garganta, dándole la razón, haciendo reír al joven. No sabía de dónde sacaba tantas energías para seguir. - Mmm... Creo que es hora que le de un buen uso a tu culo, Malik. - le gimió en el oído, haciendolo estremecer.
- Sí, ___, por favor. - pidió. Estaba cansado, agarrotado, con las muñecas adoloridas, sencibilizado, hambriento y terriblemente saciado, pero no iba a dejar que el menor se alejara de él sin haberlo sentido en su interior. El castaño le sonrió. Se deslizó un preservativo por su erección, y se arrodilló entre sus piernas. Zayn las abrió más, levantado la cadera para que tuviera más acceso a su entrada.
- Parece que estamos algo desesperados. - soltó el menor con una sonrisita. El morocho asintió fervientemente con la cabeza. ___ lo tomó de las caderas, y se acercó a él, pasando su erección juguetonamente por toda la línea de su trasero. Se inclinó y agarró uno de sus ya torturados pezones con la boca, al tiempo que se alineaba, y comenzaba a empujarse dentro. El morocho gimió y abrió las piernas lo más que pudo, arqueándose, aceptando con un gemido ronco la erección de su prometido. ___ gimió, y terminó de entrar en él con una firme estocada. Se quedó unos minutos quietos, regulando su respiración, mientras Zayn se acomodaba a él.
Comenzó a moverse de forma lenta, con un movimiento de caderas demasiado seductor. Zayn se empujó contra él, queriéndo más. ___ apoyó sus manos a cada lado de su cabeza, y se impulsó dentro y fuera, cada vez más fuerte, y cada vez más rápido.
- Dilo. - exigió. Zayn negó con la cabeza, ya incapaz de contener los fuertes gritos que se escapaban de sus labios. Todo su cuerpo estaba excesibamente sencible, y cada roce se multiplicaba por mil. ___ le pegaba en la próstata de forma salvaje, haciendo que tocara el cielo cada vez que se movía. La cabecera de la cama daba golpes sordos contra la pared, sumándose al sonido de sus gemidos, jadeos bajos y piel chocando escandalosamente contra piel. Zayn sentía su cara arder. Estaba a punto de venirse. Estaba casi seguro que se iba a desmayar después, pero no le importaba en lo más mínino. Enroscó sus piernas alrededor de la cintura de ___, impulsandolo con el talón, tratando de que legara más profundo. - Prométemelo. - Zayn gimió. ___ atacó su cuello a mordiscos, haciéndolo temblar más de lo que ya lo hacía. - Por favor, Zayn... - El morocho cerró los ojos fuertemente. El tono de súplica de ___ lo había desarmado completamente. El menor le pegó en su punto dulce de manera perfecta haciendo que gimiera por todo lo alto, y enterrara su cabeza en las almohadas. - Zayn... - gimió el menor contra su oído.
- Bien. - El castaño contuvo la respiración, sin dejar de moverse.
- Prómetelo.
- Pro-prometo que hab-hablaremos de Julliard. - balbuceó entre gemidos. El menor sonrió de forma triunfante, y le deboró la boca. Zayn sonrió ligeramente, dejando que su novio hiciera lo que quisiera con su lengua.
El menor coló una mano por entre sus cuerpos y lo rodeó, comenzando a masturbándolo al ritmo de sus embestidas. Zayn apretó sus ojos con fuerza, jadeando audiblemente, casi sin respiración, y a punto de llegar al clímax. Era demaciado. Demaciado calor, demaciados besos, demaciado placer... Su espalda se arqueó contra el cuerpo de ___, llegándo al orgasmo de manera violenta, gritando el nombre de su prometido. ___ escondió su cara en el hueco de su cuello, empujándose varias veces más en su interior, antes de gemir, y correrse en su interior.
La habitación se quedó repentinamente silenciosa. La calma solo rota por ambas respiraciones desenfrenadas. Zayn cerró los ojos, y tiró su cabeza hacia atrás, descansándola en las almohadas. ___ se incorporó temblorosamente, salió de él, tiró el preservativo, y tomó las llaves de las esposas, liberándolo. Los brazos del menor cayeron como bolsa de papas a sus costados. Apenas tenía fuerzas para respirar, y el simple pensamiento de moverse lo cansaba. ___ lo miró por unos segundos, antes de bajarse de la cama, y dirigirse al piso inferior.
Zayn cerró los ojos con fuerza. Había aguantado lo que había podido. Dado que era ___ – bomba de sensualidad – el que lo había estado torturando, se podría conciderar un logro que hubiese aguantado más de una hora bajo sus manos. Escuchó los pasos de su novio subir nuevamente, y unos segundos después sintió su peso sobre sus caderas.
- Por favor, ___, no puedo más. - suplicó. - Ya te lo prometí. - ___ soltó una risita algo tímida, cosa que lo hizo abrir los ojos y encontrarse con la cara color tomate del menor. Frunció el seño ¿Cómo demonios se podía seguir ruborizando y parecer inocente después de lo que le había hecho?
- No voy a hacerte nada. Solo masajes. - levantó un pote de aceite para el cuerpo. Zayn sonrió, y ___ tomó eso como una aceptación. Esparció el aceite por sus manos, y le masajeó el pecho con manos hábiles.
- Mmm... tus manos son demasiado buenas. - ___ rió. Zayn clavó sus ojos en él. - Por favor no hablemos ahora. Necesito descansar. - El menor asintió, y Zayn suspiró aliviado. Se quedó inmóvil, hundiéndose lentamente en sueños, disfrutando de las expertas caricias reconfortantes de su prometido.
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