- Zayn ¿Dónde demonios estamos? – El morocho se limitó a sonreír con complicidad y no contestó. ___ rodó los ojos y siguió viendo fascinado como el pasto de un color verde imponente, junto con árboles y campos pasaban por su lado a gran velocidad.
El morocho lo había hecho despertarse a las cinco de la mañana, cosa que le ganó una buena patada por parte de un malhumorado ___, y lo había metido en el auto. Ahora, unas cinco horas después, todavía no habían llegado a destino y el morocho seguía sin querer soltar a donde iban. El castaño se retorció las manos y estudió el hermoso paisaje. El día no podía haber estado más hermoso. El sol brillaba en el cielo y apenas había una que otra nube.
El menor soltó un suspiro y volvió su mirada a Zayn, que tenía una leve sonrisa en los labios. ___ no tardó en hacer el mismo gesto. Se inclinó y le dio un beso en la mejilla. La sonrisa de Zayn se incrementó y desvió su mirada de la carretera por unos segundos para guiñarle un ojo.
El castaño se puso a responder los mensajes que lo felicitaban por su cumpleaños, tratando de no emocionarse por la sorpresa que Zayn le tenía preparada. Sabía que era algo grande, hermoso y especial, ya que Zayn era así de cuidadoso con los regalos que le daba a él.
El morocho dobló y se internó en un camino de tierra. ___ alzó las cejas y lo miró inquisitivamente, pero Zayn no dijo nada. Bufó y se cruzó de brazos, mirando a través de la ventanilla el grupo de árboles que crecía a su alrededor. Abrió la boca para preguntar por millonésima vez en cinco horas a dónde demonios estaban yendo, pero Zayn se adelantó.
- Shh. Ya llegamos. – señaló adelante, y el menor se quedó mudo.
Se veía como a lo lejos, en medio de un claro rodeado por un pequeño bosquecito, había una pequeña cabaña, hecha de piedras grises, y con el techo de madera. Se veía que estaba en perfectas condiciones, rodeada de un pasto bajo e impresionantemente verde. Las enredaderas se incrustaban en las piedras de la casa, y llegaban al techo, que tenía una capa de enredaderas verdes con flores blancas sobre la madera. Zayn lo miró de reojo y soltó una carcajada al ver sus ojos y su boca abiertos de par en par.
- Se te va a meter algo si no cierras la boca. – ___ sacudió la cabeza y se ruborizó levemente ante la insinuación en la voz de su novio. El morocho se metió en medio de unos árboles, donde no había un camino, pero sí el espacio suficiente para que cupieran unos tres autos. Apagó el motor y lo miró con los ojos brillantes. – Feliz Cumpleaños.
___ lo miró con una sonrisa, y no tardó en abalanzársele y comerle la boca salvajemente. Zayn gimió y se dejó besar, antes de separarlo ligeramente.
- Zayn – jadeó ___, tratando de recuperar el aliento. – Te dije que no quería regalos caros.
Zayn no pudo evitar tirar la cabeza hacia atrás y soltar una carcajada.
- Eres incorregible. – sonrió y le acarició la mejilla con el pulgar. – No gasté nada, tonto. El terreno pertenecía a mi abuelo, y él se lo pasó a Cooper para que lo disfrutara con su familia. Después de lo que pasó con la madre de Santana, Coop dejó de venir y me dio las llaves a mí. Este... - miró a su alrededor con nostalgia – era el lugar sagrado de mi abuelo, donde había traído a mi abuela, y yo tenía tantos recuerdo aquí con ellos... - miró al castaño con cariño. – supuse que era tiempo de empezar a crear nuevos recuerdos. – ___ lo abrazó con amor. Zayn le devolvió el abrazo por varios minutos, antes de separarse con una sonrisa. – Ya avisé a tu trabajo, y le dije a Blaine que le diga a Figins que estabas enfermo, nos vamos a quedar varios días para olvidarnos de todo y empezar de nuevo.
Bajaron del auto, y Zayn abrió el maletero, sacando un par de bolsos, lo agarró de la mano y lo guió por un pequeño sendero de tierra que llevaba hasta la casa. El morocho abrió la puerta y ambos entraron. El interior era pequeño, pero confortable y cómodo. Había una gran estancia con un sillón de tres plazas frente a una chimenea en ese momento apagada. La cocina era pequeña, hecha completamente de madera. Había dos puertas, una iba a la habitación, y otra a un baño.
- Dios, es hermoso. – susurró el menor, todavía shockeado por la sorpresa y sin poder salir de ese estado de embelesamiento. Zayn dejó los bolsos en el suelo al lado de la puerta, y se acercó a él, pasando sus brazos por la cintura del castaño. – Gracias, dulzura.
- De nada, amor. Sabes que haría lo que sea por ti. – ___ volteó su rostro y atrapó los labios del mayor. Zayn ladeó la cabeza, profundizando aún más el beso. – Más tarde nos acomodamos bien, ahora vamos a almorzar fuera. La familia de Sally vive a una hora de aquí y le pedí que nos abasteciera la heladera.
___ se mordió el labio, con una gran sonrisa, y asintió. Zayn le dio un último beso y se dirigió a la cocina para buscar la comida. ___ pasó sus ojos por toda la estancia nuevamente, absorbiendo cada detalle.
Una media hora después Zayn había terminado de llenar una canasta de mimbre con comida, y había agarrado una manta. Se dirigieron a los jardines, y Zayn lo llevó debajo de la sombra de un gran roble que crecía cerca de la casa.
- Mira. – le señaló la corteza con los ojos brillantes, y una gran sonrisa.
- ¿Propiedad de Zayn Malik? – el menor soltó una risita al verlo.
- Este árbol lo plantaron cuando tenía acerca de un año, y cuando escuché que lo querían cortar para hacer leña me enojé y lo tallé en la madera. – pasó los dedos por las letras desprolijas. – Tendría unos siete años. Cuando mi abuelo lo vio, no quiso cortarlo. - ___ miraba fascinado como el mayor tenía la vista lejana y una sonrisa que guardaba mil historias.
- Tu abuelo y tú parecían estar muy unidos. – El morocho volvió a la realidad y asintió. Estiró al manta debajo del árbol y le hizo un lugar para que se acostara a su lado.
- Soy muy parecido a él, y no solo físicamente. Antes de salir del closet me llevaba bien con mi padre y teníamos momentos increíbles, estábamos muy unidos. Pero nunca tuve la relación que tenía con mi abuelo. – Soltó una risita, y le acarició la mejilla. – Recuerdo que me quejé de no llamarme William, como él. Estuve insoportable varias semanas hasta que él me hizo prometer que le pondría su nombre a mi primogénito varón. – Sus ojos se apagaron por unos instantes, y su sonrisa decayó. – También que tendría mis rulos y nuestros ojos. – ___ se mordió el labio y bajó la mirada. En cierta forma se sentía culpable de no poder darle a Zayn lo que él quería, y había prometido. Zayn lo tomó de la barbilla y lo obligó a mirarlo a los ojos. – Sé lo que estas pensando, y no es tu culpa. – ___ se ruborizó levemente al encontrarse atrapado. – Estoy seguro de que mi abuelo entenderá por qué no puedo cumplir esa promesa. – Se acercó a él, rodeando su cintura con sus brazos y pegando ambos pechos. – Él quería que fuera con ese alguien a quien tanto amaba. Al menos encontré a esa persona. – ___ sonrió y se inclinó para dejar un beso casto en los labios del otro.
El morocho lo abrazó por varios minutos más, antes de sentarse y sacar varios cuencos con fruta, un par de sándwiches, una botella de vino y dos copas, de la canasta de mimbre. Llenó ambas copas y le dio una a ___. El menor la acepto y le dio un pequeño trago. El morocho alzó la suya y la hizo chocar levemente contra la del otro.
- Por tus dieciocho. – brindó.
- Porque ahora estamos juntos.
Comieron, mientras Zayn le contaba más anécdotas de su infancia y las cosas que había hecho con su abuelo. ___ no podía dejar de preguntarse qué era lo que había hecho para merecerse que un hombre tan hermoso, tanto física como sentimentalmente, lo amara. Después de una hora, el vino se había terminado y Zayn estaba apoyado sobre su codo, mientras ___, que estaba acostado bajo él con la espalda sobre la manta, le daba de comer uvas en la boca.
El morocho tenía las pupilas dilatadas mientras lo observaba. ___ le sonrió y le alcanzó otra uva, Zayn alzó las cejas e inclinó la cabeza, atrapando también parte de sus dedos. El castaño jadeo al sentir como la boca de Zayn se demoraba más de lo necesario chupando sus dedos antes de agarrar la fruta y apartarse. Entrecerró los ojos con un hambre predador al ver deslizarse parte del jugo por la barbilla del mayor. Se incorporó solo lo suficiente para limpiarlo con su lengua, sacándole un leve gemido.
El menor sonrió con perversidad y le acercó otra fruta a los labios, pero antes de que pudiera agarrarla se la metió a la boca. Zayn puso cara de sorpresa, antes de que una sonrisa pícara se extendiera por su rostro. Se inclinó y comenzó a besarlo lentamente, tratando de abrirse paso con su lengua. ___ le permitió la entrada a esa húmeda intrusa, y sonrió al sentir como las lenguas de ambos batallaban por quedarse con la uva. Sintió como la mano de Zayn se colaba dentro de su remera y no pudo evitar soltar un gemido, abriendo más la boca. El morocho se apresuró a envolver la uva con su lengua y apartarse para comerla.
- Perdiste. – murmuró con aire juguetón.
- Hiciste trampa. – se quejó ___, sin poder evitar reírse.
- Nunca dijiste que tenía prohibido tocar. Así que gané limpiamente. –Levantó las cejas cuando ___ rodó los ojos. - ¿Segunda ronda?
El menor sonrió y se llevó otra uva a la boca. Zayn no tardó en atacar sus labios, mientras su mano empezaba a estimular uno de los pezones del castaño. ___ internó una de sus manos en los rulos azabaches, empujando su boca más cerca de la de él. Su otra mano comenzó a desatarle los botones de la camisa. Zayn se quejó levemente y abrió los ojos para fulminarlo con la mirada. ___ sonrió dentro del beso, y sintió el cuerpo del otro estremecerse cuando le acarició el pecho desnudo con la yema de los dedos.
Zayn le mordió el labio suavemente, sabiendo que el menor no se resistía a ello. ___ jadeó pero no permitió que Zayn le robara la fruta. Coló una de sus manos por la camisa para tocar la espalda del otro. Clavó sus uñas, y las deslizó hasta su hombro obteniendo un gemido grave y la leve separación de sus bocas. Tomó eso como una rendición y mordió la uva con una sonrisita de suficiencia.
- Gané. – dijo al tiempo que le sacaba la lengua.
Zayn lo fulminó con la mirada. Terminó de sacarse por completo la camisa y se posicionó sobre el menor, separándole las piernas para poder arrodillarse entre ellas.
- Desempate. El que gana va arriba. – ___ alzó las cejas.
- Trato.
Se llevó la tercera uva a los labios, y Zayn no tardó en comenzar a besarlo. Las manos del morocho se internaron en su pecho para acariciarlo y torturar sus, ya erectos, pezones. ___ enredó sus piernas en la cintura de Zayn para atraerlo más cerca, y pegarlo a su cuerpo. La lengua húmeda del morocho recorría su boca con desenfreno haciéndole ver las estrellas. Sintió como la fruta se escapaba, y se apresuró a internar su lengua en la boca de Zayn dispuesto a ganarle. Se removió levemente para tener un mejor ángulo al besarlo, notando cómo un bulto duro se apoyaba contra su trasero. Sonrió, y movió sus caderas, tomando desprevenido al otro que estaba concentrado en el beso. Zayn abrió la boca sin poder evitarlo, y ___ tomó la uva con una sonrisa. El morocho escondió su rostro en el cuello del menor.
- No se vale. – ___ soltó una carcajada, y lo empujó para que quedara acostado sobre su espalda.
- Gané sin trampas. Ahora quiero mi premio.
Se sacó la remera ante la sonrisa de Zayn. Se inclinó para desabrocharle el jean, mientras su boca comenzaba a juguetear por la piel de su pecho. Zayn levantó las caderas para ayudarlo a sacarle los pantalones y el bóxer. ___ gimió al ver el duro miembro de su novio.
- Desnúdate. – le pidió el morocho, comenzando a desatarle los botones del jean. ___ lo ayudó y se apresuró a sacárselos junto con su ropa interior.
Jadeó cuando sintió la mano de Zayn rodearlo y comenzar a deslizarse de arriba hacia abajo. El menor se estiró sobre él, y atrapó sus labios con suavidad, compartiendo un calmado beso. ___ le mordió fuertemente el labio al sentir cómo la mano del mayor aceleraba el ritmo. El castaño le apartó la mano de su miembro y la llevó a su trasero.
- Prepárame. – Zayn lo miró con extrañeza, frunciendo el seño.
- Pero ganaste. Dijimos que el que ganaba iba a arriba.
- Ir arriba no es lo mismo que ser activo, dulzura. Ahora usa esa boca para algo más productivo que hablar, y chúpamela.
Zayn abrió los ojos como platos, y sonrió. Tiró a ___ de espaldas sobre la manta, y se arrodilló entre sus piernas. El menor sonrió y lo atrajo de la nuca, para juntar sus labios. Zayn se separó del beso y comenzó a recorrer su pecho, dejando un rastro invisible de saliva. Rodeó sus pezones con la lengua y succionó, haciendo que el menor se retorciera y arqueara. Fue bajando, lamiendo cada trozo de piel, hasta llegar a su entrepierna. Subió sus ojos hacia ___, que lo miraba expectante. Le sonrió y le dio una lamida por toda su extensión, de forma sumamente lenta, solo para hacerlo sufrir.
- Mierda, Zayn... - la mano del castaño se enterró en sus rizos, tirándolo para que lo tome con la boca. Zayn sonrió y tomó la excitación de su novio y succionó, arrancándole un gemido. – Oh dios...si...
El morocho llevó una de sus manos a la boca de ___ mientras su boca seguía devorándole la erección. El castaño abrió y succionó sus dedos, llenándolos de saliva, mordisqueándolos mientras arqueaba su cadera contra esa boca húmeda que lo estaba llevando al borde. Zayn movía su cabeza de arriba hacia abajo, arrastrando sus dientes por la piel suave tal como sabía que le gustaba.
Nunca había disfrutado tanto hacer una mamada. La sensación de tener el miembro de su chico en la boca era incomparable, sentía como el menor se endurecía bajo su lengua y eso lo volvía loco. Sacó sus dedos de la boca del menor y los llevó a su entrada, esparciendo la saliva por ella y haciendo apenas presión para entrar.
- ¡Hazlo de una maldita vez, Malik! – exclamó el ojiazul. Zayn soltó una risita, y aceleró el ritmo de succiones, mientras comenzaba a empujar el primer dedo. ____ se terció bajo él, empujándose contra su mano. Abrió más las piernas y levantó la cadera.
- Parece que alguien está desesperado. – se burló Zayn. El castaño lo fulminó con la mirada y abrió la boca para insultarlo, cuando Zayn metió el primer dedo de lleno en su interior.
- Oh dios, Zayn... - el morocho comenzó a mover el dedo, sin sacarle los ojos de encima al rostro de su prometido.
El castaño tenía los ojos cerrados, la cabeza echada hacia atrás, la boca abierta y el cuerpo arqueado. El mayor se mordió el labio y comenzó a estocar más fuerte, disfrutando los jadeos quedos que salían de esa boca. Introdujo un segundo dedo con lentitud, esperando a que se ajustara antes de empezar a moverlos. Se llevó la otra mano a su propia erección, masturbándose mientras veía como sus dedos entraban y salían de la entrada del menor. Se estiró para alcanzar su pantalón y sacar un preservativo, que había guardado a propósito sabiendo muy bien cómo iba a terminar ese almuerzo, y se apresuró a romper el sobre metálico y a colocárselo.
El castaño abrió los ojos cuando sintió el cuerpo de Zayn posicionarse sobre él. El morocho le sonrió y depositó un beso suave sobre sus labios. Sacó los dedos de su interior y se alineó contra su entrada, pero el castaño lo detuvo.
- Te recuerdo que yo gané. Yo voy arriba. – Zayn frunció el ceño, y fue sorprendido siendo empujado para quedar de espaldas. ___ se subió a horcajadas sobre él.
Zayn al entender, al fin, las intenciones de su prometido, le sonrió y lo ayudó a colocarse sobre su erección. ___ cerró los ojos, y se mordió fuertemente el labio mientras descendía, empalándose a sí mismo sobre el miembro de Zayn. El morocho lo tomó de la cintura, y luchó con las ganas de levantar la cadera para hundirse completamente en esa estrecha cavidad. El menor terminó de bajar y soltó un jadeo, quedándose quieto por varios segundos. El morocho subió una de sus manos a sus sonrojadas mejillas y la acarició con el pulgar, haciendo que el chico abriera los ojos y los posara en él.
- ¿Cómo me sientes? – la pregunta tomó algo desprevenido al ojiazul, que soltó una carcajada y lo miró con las cejas alzadas.
- Profundo. – El morocho levantó las caderas, y ___ gimió quedamente. – Ahora mucho más... - Zayn soltó una risita, y continuó moviendo sus caderas, arrancando suspiros entrecortados de sus labios.
- ¿Qué más? – insistió. El castaño apretó los dientes y cerró los ojos, sumándose al lento vaivén que estaba matando a ambos.
- Estas... duro. Muy duro, y ca-caliente. – El morocho lo tomó de las caderas y comenzó a estocar más fuerte. ___ se estremeció y se arqueó al sentir como una de sus embestidas le daba de lleno en la próstata. – y... mierda, Zayn ¡Es ahí!
El mayor sonrió, y se incorporó, quedándose sentado. ___ abrió los ojos y pasó sus brazos alrededor del cuello de su novio, devolviéndole la sonrisa.
- Me vuelves loco. - ___ sonrió y juntó sus frentes, acariciando la nariz de Zayn con la suya.
- Y tú a mí, dulzura. – unió sus labios en un beso suave, que se fue tornando demandante y lujurioso a medida que el morocho volvía a moverse.
___ se agarró a sus hombros, uniéndose una vez más en ese baile demencial que los estremecía de placer. Sentía a Zayn deslizarse dentro de él y pegarle en el lugar preciso, haciendo que todo su cuerpo se sensibilizara. Notaba cómo las caricias sobre su espalda y pecho ardían. Todo Zayn era fuego. Sus manos recorriendo la piel de su torso, esos labios marcando su cuello, la lengua húmeda probando su pulso, su pecho decorado de vello negro que se rozaba contra él, sus estocadas malditamente certeras, su erección hundiéndose dentro de él... todo él era fuego, pasión y deseo, pero nada lo reflejaba tanto como sus ojos. Ese par de faros grises que lo devoraban, con las pupilas dilatadas, con esa mirada salvaje y chispeante que lo embriagaba, lo retenía y no lo dejaba escapar.
El castaño tiró su cabeza hacia atrás y gimió fuertemente. Zayn atacó su nuez de Adán, mordiéndola y chupando la piel maltratada, fue subiendo por su quijada, y su mandíbula, llegando hasta el lóbulo de la oreja, donde mordió y la succionó con ansias. ___ podía sentir que su piel ardía bajo los toques de Zayn. Sentía su propia excitación atrapada entre ambos cuerpos, y rozándose con sus estómagos, llevándolo a la locura.
- Zayn... - gimoteó, sin ser capaz de armar una frase coherente.
El morocho apresuró sus acometidas en respuesta, pegándole sin ninguna compasión en la próstata, haciéndolo ver puntos blancos. Zayn ignoró la quemazón de sus piernas, y siguió embistiendo, sin poder quitarle la mirada a la cara de éxtasis total de ___.
- _-___, dios, no sabes lo que me haces...
El castaño le clavó las uñas en la espalda, y el morocho estaba seguro que iban a dejar una cicatriz, pero lo que menos le importaba ahora era eso. El castaño abrió los ojos y lo miró fijamente, antes de besarlo de manera salvaje, hundiendo su lengua en la boca de Zayn, dándole un beso como jamás había obtenido de nadie. El morocho solo duró unas tres erráticas y desesperadas embestidas más antes de correrse, gimiendo el nombre de su prometido.
Zayn coló una de sus manos por entremedio de ambos cuerpos y tomó el miembro del ojiazul, masturbándolo furiosamente hasta que sintió como un líquido caliente le manchaba la mano y ___ le clavaba los dientes en el cuello. Se quedaron los dos sentados, sin moverse por varios minutos, tratando de que sus respiraciones volvieran a la normalidad.
El morocho se dejó caer sobre su espalda, arrastrando al castaño consigo, que cayó entre risas sobre su pecho.
- Nunca me voy a cansar de esto. – ___ rió más fuerte, y depositó un beso en su mejilla. – Contigo todo es especial. – El castaño se ruborizó levemente, mirándolo con una sonrisa de cariño. Zayn lo observó en silencio por varios segundos, antes de soltar una carcajada. - ¿Cómo es que después de todo lo que acabamos de hacer te ruborices solo por algo que te dije? – el castaño rió y hizo una mueca al sentirlo todavía en su interior. – No tengo problema en quedarme así. – dijo con una sonrisita pervertida.
- Yo tampoco, pero después soy yo quien se tiene que aguantar ese lindo ardor. – El menor sacó a Zayn de su interior con un estremecimiento. Zayn sonrió aún más y tiró el preservativo dentro de una bolsita que había llevado. – Tenías todo preparado. – El morocho puso cara de culpabilidad, que le pareció adorable.
- Tenía la esperanza de que el postre fuera entretenido. – ___ soltó una carcajada y dejó que el morocho limpiara el sudor y las manchas de su corrida con un trapo.
En cuanto terminó, se acostaron nuevamente sobre la manta, con la cabeza de ___ descansando sobre el pecho de Zayn.
- Gracias, amor. – le susurró mirándolo a los ojos. – Por todo. Es el mejor regalo de cumpleaños que recibí en toda mi vida.- Zayn sonrió, y lo abrazó más fuerte, buscando sus labios para darle un suave beso llenó de amor.
- No tienes por qué agradecerme nada, ___. Sabes que lo hago porque te amo. - El menor sonrió y se acurrucó más contra él, ahogando un bostezo contra la piel de su pecho. Zayn rió, y pasó sus manos distraídamente por el ya desordenado pelo del ojiazul. - ¿Tienes sueño?
- Me despertaste a las cinco de la mañana. – se quejó, mientras cerraba los ojos. – Y en el camino no pude dormir bien por toda la expectación por tu regalo, y después de un orgasmo monumental, mi cuerpo no va a ser capaz de moverse ni un centímetro. – Zayn rió levemente, apoyando su mejilla en la cabeza del menor, y acunando una de sus nalgas con una mano.
- Yo también estoy cansado, y no creo que pueda cargarte hasta la casa.
- Si me estás diciendo gordo, prepárate para correr en cuanto recupere mis fuerzas. – El morocho soltó una carcajada.
- No, tonto, no me refería a eso. Yo tampoco tengo fuerza ahora ¿Te importaría dormir aquí? No hay ningún vecino que pueda vernos desnudos, y si lo había seguro lo ahuyentaron nuestros gemidos. – ___ se rió débilmente.
- Quedémonos aquí. – El morocho asintió y cerró los ojos, sonriendo levemente al sentir como la respiración de ___ se volvía más pausada.
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The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)
RomanceEl Amor No Siempre es Facil ¿Qué pasa si una materia empieza a arruinar tu vida?¿Qué pasa si necesitas un profesor particular y te enampras de este?¿y que pas si este profesor esta enamorado de otro? ____ ____ deber afrontar estos echos para darle u...