The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)

Capitulo 18 Parte 4

  13:00 P.M.
El morocho sintió como los labios que tanto amaba se posaban sobre los suyos. Abrió los ojos lentamente, y sonrió al encontrarse con el rostro sonriente del menor.
- Hola dulzura. Baja a comer, te estamos esperando.
Zayn lo agarró por la muñeca antes de que se pudiera escapar, y lo tironeo encima de él.
- ¿Cómo te sientes?
- Mejor que las últimas navidades. – Zayn le acarició el pelo, mientras __ lo miraba. – gracias por quedarte conmigo a noche.
El morocho se encogió de hombros, y le acarició la mejilla. El castaño los observó en silencio, mientras Zayn se cambiaba, y bajaron juntos a encontrarse con el rubio, que desayunaba sobre la barra.
Luego de una hora leyendo, salieron al exterior. Leif se estaba conteniendo de no saltar sobre los charquitos en la calle, y Zayn de no meterse otra vez al departamento. __ no podía evitar sonreír cada vez que el moreno fulminaba al cielo con odio.
Pasearon sin rumbo fijo por el shopping, que estaba lleno de familias, y sobre todo padres comprando los regalos para sus hijos. Zayn le pidió que le comprara algo a Leif, mientras él lo distraía por la cafetería.
__ fue directo a la librería a comprarle el segundo libro de "Harry Potter", el primero lo habían terminado ese día. Estaba cerca de las mesas, y ver a Zayn riendo junto con el rubio lo llenó de amor.
A la mañana no había podido evitar pensar en que después de todo esa navidad solo sería otra en la cual su madre no estaría. Su padre tenía a Carole, y Carole tenía a su padre, Finn a Rachel, y él a nadie. Pero ese año era distinto, y Zayn lo confirmó cuando se quedó con él, abrazándolo, sin decir ninguna palabra, solo sosteniéndolo mientras él lloraba.
Sacó su celular, y mandó dos mensajes idénticos, uno a Santana y otro a Blaine.

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16:00 P.M.
Zayn parecía a punto de tener un paro cardiaco, y la cara de pánico solo hacía que a __ se le hiciera más difícil contener la risa. Entraron en el hospital, con Leif dormido en los brazos del mayor.
Zayn lo acostó sobre la camilla, y lo arropó. Le dio a la enfermera que lo cuidaba el libro, para que luego se lo diera al chico. Ambos depositaron un beso sobre su frente, y el castaño lo tomó de la mano, llevándolo hacia la puerta. Zayn se resistía a salir de la manera más delicada posible.
- Dulzura no está lloviendo tanto.
- Se está cayendo el cielo abajo. Me niego a salir hasta que pare.
El castaño lo abrazó con una sonrisa.
- Quiero que veas algo. – le susurró. Zayn dudó unos instantes. - ¿por favor?
El morocho soltó un suspiro, y asintió.
- Solo por que pones esa carita que derretiría a cualquiera.
__ sonrió con ganas, y lo arrastró fuera, donde caía una lluvia bastante ligera. Vio como Zayn tragaba, y le apretó la mano. Corrieron bajo la lluvia, con __ guiándolos. El morocho parecía estar relajándose, aunque todavía saltaba cada vez que escuchaba un trueno.
Zayn frunció el seño al encontrarse enfrente de la escuela. __ solo sonrió y lo llevó por un lado que no había visto, asiéndolo entrar por un par de puertas dobles al auditorio. El lugar estaba más caldeado que el exterior.
El castaño sentó a Zayn en una de las butacas de primera fila y le dio un pequeño beso, antes de subir al escenario. El estómago de Zayn se retorció ligeramente, si __ estaba a punto de hacer lo que estaba pensando, iba a ser la primer vez que lo escuchaba cantar. Santana ya le había dicho el chico tenía una voz envidiable, pero era diferente que se lo dijeran, al escucharlo él mismo.
__ miró a su alrededor e hizo una seña, para que se acercara alguien. Su sobrina, y Blaine salieron detrás de escenario y el morocho frunció el seño más confundido.
- Ayer me hiciste sentir que esta navidad no iba a estar solo. – dijo el castaño, mirándolo fijamente. – No puedo explicar lo mucho que significó para mí que solo me abrazaras, sin decir nada, solo....sosteniéndome mientras me desmoronaba. – la voz del castaño se quebró. - Nadie nunca había hecho algo tan tierno por mí. Tal vez esta canción explique un poco mejor lo que siento ahora.
Zayn tenía un nudo en la garganta. Santana puso play a una grabadora, dejando que la música flotara entre ellos, llenando el auditorio. Blaine y su sobrina empezaron a acompañar las notas con sus voces.
El menor lo miró a los ojos, y comenzó a cantar: