Capitulo 24 Parte 4

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  7:00 A.M. Domingo.
__ sentía graves gemidos en su oído, pero no estaba seguro si era un sueño o la realidad. Lo que sea que fuere lo tenía duro como una piedra, y sabía que los gemidos eran de Zayn. Podía sentir el aliento cálido chocar contra su oreja, mientras los gemidos iban en aumento. No se atrevió a abrir los ojos por miedo de que hubiese sido un sueño, y despertara en la mejor parte.
Los gemidos callaron y el cuerpo del menor se relajó un tanto, dispuesto a seguir durmiendo, sin importarle que tuviera una gran erección entre las piernas. Sintió un aire frío recorrerle el cuerpo entero, como si alguien le hubiese sacado la tela que lo mantenía cubierto. Sintió un extraño hundimiento en la cama, y lo siguiente que supo es que su boca se abría en un gemido desesperado al notar como su erección traspasaba un estrecho canal, muy caliente, muy apretado, muy profundo. Abrió los ojos, ahora consciente de que no era un sueño, y sus ojos se encontraron con la expresión de placer en el rostro de Zayn, mientras se empalaba a sí mismo en el miembro erecto del menor.
- ¡Zayn! – casi gritó __ con la voz ronca, y sus manos se dirigieron automáticamente a las caderas del mayor. – Oh dios...
Empezó a respirar dificultosamente, mientras sentía como se introducía con una lentitud arrolladora en el interior de su ajustado novio.
- ____... - casi sollozó Zayn, cuando se hubo sentado completamente sobre él. – oh tan... profundo...
El menor tenía el cerebro embotado, y medio dormido. No tenía las fuerzas suficientes para mantener los ojos abiertos por unos pocos minutos, y Zayn lo notó. Apoyó sus manos en el pecho marfileño del menor y con ayuda de sus piernas se levantó, deslizando el miembro de __ casi fuera de él, para luego volver a bajar y hacer chocar sus pieles con un ruido erótico.
El menor gimió lastimeramente, y abrió los ojos fijándolos en los orbes avellana de su novio. Levantó una mano y la llevó a la nuca sudorosa del mayor, obligándolo a bajar el rostro para poder besarlo con lujuria, juntando sus lenguas, y saboreando el paladar dulce del otro. Su mano volvió a colocarse en la cadera del morocho y lo ayudó a volver a subir. Ambos soltaron gemidos incoherentes cuando Zayn volvió a bajar, sintiendo como el menor rozaba su próstata.
El morocho se inclinó sobre su pecho y envolvió uno de sus pezones con la lengua, mientras sus caderas se movían en círculos sobre su erección. __ arqueó su espalda hacia esa boca húmeda y caliente, tratando de obtener más contacto. El morocho lamió con gusto cada pezón, como si se trataran de dos caramelos particularmente dulces, y luego se aparto dirigiéndole una sonrisa lujuriosa.
- Tómame más fuerte.
El corazón de __ dio un vuelco, y pudo jurar que su miembro se endurecía a límites insospechables. De un solo movimiento, tumbó a Zayn de espaldas y se colocó entre sus piernas, lamió su cuello, cual gato con su leche, y disfrutó de los espesos jadeos que salían de la garganta del morocho.
- Boca abajo. – ordenó. Vio como Zayn abría los ojos como platos, pero no ponía ninguna queja. Se volteó, poniéndose en cuatro, sintiéndose completamente expuesto y necesitado. – Agárrate a la cabecera con ambas manos.
El morocho sintió como su erección crecía al escuchar a ese __ tan dominante. Hizo lo que le pedía y se agarró al respaldo de la cama con ambas manos, quedando su cabeza entre los brazos. El menor se estiró sobre su espalda y le beso el cuello, dejando lamidas sobre su nuca, bajando por toda la extensión de la piel dorada con sus manos. Uno de sus dedos jugueteó con la entrada del mayor, quien jadeo y separó más las rodillas. El menor empujo y el dígito entró de forma perfecta, sin esfuerzo. Podía sentir restos de lubricante en su interior, empujo un segundo dedo, que entro exactamente igual que el primero.
- ¿Te preparaste para mí?
- To-todo para t-ti... - balbuceó Zayn. – ___ por favor... tómame...
Pero en vez de eso, el menor introdujo otro dedo. Sacándole un gemido al mayor, quien comenzó a empujarse contra esos tres dígitos que lo torturaban.
__ acarició la piel de las piernas cubierta de vellos oscuros, y subió por la parte interior de los muslos, apenas rozándolos con la yema de los dedos, sacando agonizantes lamentos por parte del mayor. El menor dirigió su vista a las manos de Zayn, que apretaban con tal fuera la cama que tenía los nudillos blancos. Sonrió y sacó sus dedos lentamente de su interior. Alineó su erección, que estaba recubierta por un preservativo, que supuso Zayn le habría colocado mientras dormía, y comenzó a introducirse en la estrecha abertura con lentitud, sintiendo como cada parte de Zayn lo acogía en su interior, se expandía a su paso, y lo envolvía con su agradable y, al mismo tiempo, apabullante calor.
- Si... - la palabra salió de sus labios como un ruego en cuanto escuchó como sus pieles chocaban.
Zayn apretaba la madera como si su vida dependiera de ello, y tuvo que demostrar todo su autocontrol para no gritarle a __ que se empezara a mover de una maldita vez. El castaño pareció haber escuchado su súplica mental, por que comenzó un vaivén algo lento, sensual, como probándolo, tentando la poca resistencia que poseía el morocho. __ deseaba escucharlo suplicarle por más. Quería escuchar escapar esas palabras de los labios de Zayn, y lo estaba por lograr, lo sentía en la tención del cuerpo del morocho a su alrededor.
- Más... - logró articular el mayor.
- ¿Más que amor? – preguntó sobre su oído, mientras su cadera seguía ese angustioso vaivén de cortas y lentas embestidas.
- Más rápido...
- ¿Solo eso? ¿Quieres que te tome rápido? ¿Nada más?
Zayn sentía como cada parte en contacto con __ estaba en llamas. Ahí donde las manos o los labios del menor tocaran, su piel ardía como mil infiernos.
- Más duro...profundo... rápido... –Zayn gimió al sentir como __ obedecía a todas sus súplicas un segundo después de pronunciarlas. – Hazme... hazme el amor como si no hubiera mañana.
Eso era todo lo que el menor quería escuchar. Comenzó a embestirlo más fuerte, clavando los dedos en sus caderas, buscando la próstata de Zayn, y encontrándola luego de la quinta y salvaje acometida. El mayor casi lloró de placer al sentir la erección del menor golpeándole con precisión, de forma fuerte, casi desesperada. La habitación se había llenado de los gemidos de placer, del ruido erótico de piel colisionando contra piel, y de la cabecera de la cama chocar contra la pared.
El morocho sabía que estaba hablando sin pretenderlo, y lo más seguro era que estuviera gimiendo en italiano, pero lo que menos le importaba era eso, cuando sentía las rápidas, duras, y fuertes acometidas del menor. __ entraba y salía de él, gimiendo incoherencias, pasando su lengua por las gotas saladas de sudor que bajaban por la espalda dorada de Zayn.
- Oh... es demasiado ___, tócame. – rogó el morocho entre jadeo entre cortados.
- No.
El menor apoyó las manos sobre las de Zayn, por si a este se le ocurría soltarse para masturbarse, y para darse más impulso. Zayn dejó caer su cabeza entre sus brazos, con los ojos firmemente apretados sin poder mantenerlos abiertos ni un segundo. __ estaba empezando a sentir el cosquilleo del orgasmo reptar por sus piernas. Sus embestidas se volvieron más erráticas, y sus gemidos más necesitados.
- ___, oh... sí... ___...
- Córrete conmigo.
Esas palabras causaron un estremecimiento de pies a cabeza para el mayor. Como si estuvieran coordinados, el menor dio una embestida en el momento en que Zayn se empujaba para atrás haciendo que la erección del castaño le pegara con una fuerza desorbitante en la próstata, haciéndolo ver las estrellas y correrse de forma monumental sobre las sábanas. __ sintió como el interior de Zayn se estrujaba contra él en espasmos de placer y no pudo resistir tanta presión. Se corrió con un gemido ronco proveniente de lo más profundo de su garganta, apenas pudo sostenerse lo suficiente como para salir del mayor en cuanto las corrientes de electricidad pararon. Zayn soltó la madera, y se dejó caer en la cama al lado del menor. __ se deshizo del preservativo y volteó a mirar a Zayn, quien seguía acostado boca abajo y le sonreía con adoración.
- Buenos días ángel. – __ no pudo evitar soltar una carcajada y darle un beso leve en los labios.
- Buenos días dulzura.
Zayn pasó una mano por la cadera del menor, apretándolo contra su cuerpo, quedando los dos recostados de costado, uno frente al otro.
- No me ibas a dejar con las ganas.
__ apoyó su mano en el pecho de Zayn y se inclinó para depositarle un dulce beso en los labios.
- Hermoso despertar. – Zayn sonrió y comenzó a mordisquearle el cuello. – Podría despertarme así todos los días.
- Es una idea muy tentadora... - susurró el morocho contra su piel.
Estuvieron media hora besándose, y disfrutando del calor de sus pieles juntas, hasta que el menor se separo de su cuerpo para estirarse cual gato.
- Hace mucho tiempo que no me sentía tan bien. – exclamó con una sonrisa.
El morocho se levanto de la cama y __ hizo lo mismo. Zayn sacó las sábanas, mientras el menor colocaba unas nuevas, los dos perfectamente sincronizados. En cuanto bajaron, Margaret se le tiró arriba a Zayn mientras ladraba. __ se rió, y fue directo a la cocina a hacer el desayuno.
- ¿Te puedo ayudar? – pregunto Zayn, mientras se acercaba a su lado.
- Claro, solo procura no terminar quemando las tostadas como la última vez. – dijo mientras reía.
- ¡Me distraje! Sé hacer tostadas sin quemar la cocina, pero estabas vistiendo esos pantalones amarillos y mis ojos se desviaron.
- Ahora yo tengo la culpa...
Zayn se rió, y le plantó un beso en la mejilla. Terminaron de hacer el desayuno, sin ningún incidente, y trasladaron las cosas hasta la mesita ratona. Se sentaron en el suelo, y enseguida comenzaron a ponerse al día de cómo iban sus vidas. Zayn trato de convencerlo para que volviera al Club Glee, pero __ no estaba completamente seguro. Sin Zayn no se sentía con ánimos para cantar frente a toda la escuela. Zayn le contó acerca de cómo iba la serie, y juntos se rieron de la reacción de Sally al enterarse de que Ema tenía novio.
El menor le dio un gran trago a su taza de café con leche. Zayn le observó los labios, mientras mordía el suyo. __ levantó una ceja y se acercó más a él.
- ¿Qué sucede amor?
- Tú dijiste que yo tenía gusto a café en los labios, solo quería comprobar cómo sabe para ti... - dijo sin apartar los ojos de la boca de __.
El menor sonrió, volvió a darle un trago al café, y se mojó los labios con el líquido caliente.
- Pruébalo.

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15:00 P.M Miércoles.
Louis y Harry iban tomados de la mano a su lado recibiendo miradas exageradas de los transeúntes.
- Ni que fuéramos dos unicornios voladores. – se quejó Louis.
- Lo de voladores puede que no, pero unicornios... – agregó el castaño con una sonrisa.
- Deberíamos dejar de juntarnos con la novia de Santana. – dijo Harry.
Los tres rieron, y continuaron paseando por el shopping, parándose de vez en cuando para observar las vidrieras. Una en particular le llamó la atención a Zayn, quien se acercó con los ojos fijos en una única cosa. Se mordió el labio con indecisión. Era perfecto para __. Louis se paró a su lado y pasó la mirada de la vidriera a Zayn.
- ¿Estás seguro? Es bastante caro y además...
- Sabes que no me importa cuánto vale – lo miró a los ojos por unos segundos. – Sí, estoy seguro. – respondió con firmeza.
Louis sonrió ligeramente, y le palmeó la espalda antes de acercarse a Harry que estaba revisando otra vidriera. El morocho les echó una ojeada a sus amigos y entró en la tienda con paso decidido.

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9:00 A.M. Lunes.
El menor se bajó del auto de su padre, y no se molestó en devolverle el saludo. Sabía que estaba siendo muy cruel, pero ya había pasado una semana desde que había visto por última vez a Zayn y estaba molesto. En cuanto entró fue directo a su casillero, Blaine se le acercó sonriente.
- Hola ¿Qué tal estas?
- Bien, ya sabes... algo vacío. – Blaine hizo una mueca de comprensión. - ¿Y tú por qué estas tan sonriente? Parece como si alguien te hubiera follado hace poco. - Los ojos del pelinegro se abrieron como platos, y su cara se puso roja. La mandíbula de __ cayó al piso. - ¿Tú y Kurt... tuvieron...?
- ¡No! – lo cortó su amigo, ambos comenzaron a caminar hacia su clase de español. – Pero... bueno...
- ¿Tienes ganas? – pregunto __ con una sonrisita divertida.
Blaine hizo un gesto de rendición.
- Sí, solo no sé cómo hacerlo... él estuvo con otras personas y yo...
- Deja de balbucear. – Ambos tomaron asiento en sus respectivos lugares al fondo del aula. – Escucha, Kurt te quiere, y tú lo quieres a él, no hace falta nada más. Si estas completamente seguro de querer que tu primera vez sea con él, solo tienes que tentarlo cuando estén solos, bésalo como nunca, excítalo...
- Lo hago. – dijo el pelinegro bajando la voz, para que sus compañeros no los escucharan. – Pero siempre me arrepiento, o él dice que deberíamos calmarnos.
- Si Kurt dice eso es solo porque quiere que tú estés seguro, no porque él no quiera acostarse contigo ¿Y tú por qué te arrepientes?
- Nervios...Miedo...
- No tienes que tener miedo, yo los tenía pero no eran nada justificados. Estoy seguro de que Kurt será completamente cuidadoso contigo. Y no estés buscando el mejor momento para hacerlo o el mejor lugar, este solo llega.
Blaine sonrió y bajó los ojos a su cuaderno.
- Gracias. – susurró.
- ¿Por qué?
- Por todo. Por seguir siendo mi amigo luego de que casi lo arruino con Zayn, en verdad lo siento. Por la forma en que hablas de tu primera vez Zayn se comportó como un caballero, él siempre te quiso, y yo debería haber sabido que tú no eras la clase de persona que se dejaba llevar por unos ojos bonitos...
- Ya está todo olvidado Blaine. Deja de sentirte culpable por eso. – el pelinegro le sonrió y comenzó a copiar lo que el profesor Shue había escrito en el pizarrón. – Ahora solo concéntrate en mantener satisfecho a tu novio. – le murmuró.
Ambos rieron, y le prestaron atención a la clase. Una media hora después __ ya estaba en otro mundo, dibujando sobre su hoja. Español no le costaba, así que ya había terminado de hacer los ejercicios hace rato. Sonrió distraídamente, y comenzó a darle profundidad a los ojos verdes.
De la nada la puerta de la sala se abrió, Blaine le golpeó con el codo, y __ levantó la vista. Su estómago se contrajo al ver a Zayn con los ojos rojos, y rastros de lágrimas sobre las mejillas. El morocho se acerco al profesor y le preguntó algo que él no fue capaz de escuchar. Shue miró de reojo a __, y la cara dolida de Zayn. Asintió, y el morocho se apresuro a ir hacia donde estaba él.
- Ven. – le dijo con la voz quebrada.
__ intercambió una mirada preocupada con Blaine, y se apresuró a guardar todas sus cosas con la ayuda de Zayn. El mayor agarró el morral del menor y se lo colgó al hombro.
- Llámame. – le murmuró Blaine.
__ asintió en respuesta y siguió a su novio fuera del aula. El morocho se mordió el labio, y lo tomó de la mano, y juntos salieron al estacionamiento.
- Zayn espera ¿Qué sucede?
El morocho se volteo, y no pudo reprimir las dos solitarias lágrimas que cayeron por su mejilla.
- Me llamaron del hospital...
- ¿Le pasó algo a algún One Direction? – dijo, empezando a sentir como se le formaba el nudo en la garganta.
Zayn negó con la cabeza y tragó con dificultad, antes de volver a hablar.
- Es Leif. – dijo con un sollozo entrecortado. – Tuvo un ataque y los médicos no logran despertarlo.  

The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora