Capitulo 19 Parte 2

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  6:00 A.M.
Se removió y sonrió al sentir un par de bazos que lo abrazaban por la cintura, y una bola de pelos pegada a su pecho. Abrió los ojos, y la cara durmiente de Margaret fue lo primero que vio, trató de salir del abrazo del menor sin despertarlo.
__ se movió pero no llegó a abrir los ojos. Zayn acostó a la labradora más cerca del chico, y se vistió a toda prisa. Bajó las escaleras, y se permitió tomar un café rápido, antes de salir directamente hacia el Impala.
Manejó con sueño, viendo las calles desiertas a su alrededor. La verdad cualquier persona normal estaría durmiendo a las seis de la mañana en navidad, pero él tenía algo pendiente.
Llegó a la casa de Cooper, y abrió la puerta con su copia de llaves. La casa estaba en silencio, a oscuras, y completamente vacía. Santana debería estar en lo de Rachel con el resto del club glee, y Cooper le había dicho el día anterior que iba a encontrarse con Holly. Subió los escalones, y entró en una de las habitaciones que tanto le encantaba de esa mansión. Agarró la carpeta azul, que se hallaba escondida entre los libros, tomó asiento y encendió la grabadora.

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8:00 A.M.
El castaño sintió como una lengua le recorría el rostro, y soltó una risita. Abrió los ojos, encontrándose con los orbes chocolates de Margaret. Le acarició el cuello, mientras se incorporaba. Zayn no estaba en la cama, pero se podía escuchar movimiento en la cocina y el olor a café recién hecho lo estaba torturando.
Agarró su morral, sacó una camisa blanca, y se puso los jeans que había llevado la noche anterior. Levanto su chaleco del suelo, y tomó a la labradora entre los brazos antes de bajar.
En cuanto dejó a Margaret en el suelo, esta fue directa a Zayn. El morocho le acarició la cabeza, se acercó a __ y le dio un beso, antes de guiarlo hasta la barra, donde lo esperaban facturas, café, jugo de naranja exprimido, tostadas y una rosa roja.
- Desayuno de navidad. – el mayor le guiñó un ojo, y le entregó la rosa. - ¿sabes que significan las rosas rojas? - __ negó con la cabeza, mientras olía el ligero aroma de la flor. – Te amo.
El castaño le sonrió, y lo atrajo para besarlo con dulzura.
- Yo también.
Se sentaron a desayunar. Zayn tenía una mirada extraña, de vez en cuando se quedaba observando la parte superior de la heladera con nerviosismo.
- ¿Sucede algo dulzura? – preguntó con el seño fruncido.
- No... bueno, si...algo. – Se puso en pie y se estiro para alcanzar una cajita cuadrada, y plana de la parte superior de la heladera. – Tú me diste un regalo por navidad que es hermoso, y no sabes lo mucho que significo para mí. Tal vez sea algo que no tiene tanto valor para ti, pero para mí no es un dibujo más. Para mí es el reflejo de la parte pasional, y amorosa de nuestra relación. Y la verdad es que quería darte algo que significara lo mismo para ti, pero después me di cuenta que nuestra relación se basa en el amor que nos sentimos el uno con el otro, no solo cuando estamos juntos, si no también cuando estamos separados. Por que cuando no te tuve, fue cuando me di cuenta de cuánto te amaba, de cuanto quería verte sonreír, o que me permitieras secar tus lágrimas. Así que hice esto como reflejo de nuestro amor....a la distancia.
__ tenía un nudo en la garganta escociéndole con fuerza, no dejándolo respirar. Tomó la caja en las manos y miró a Zayn, antes de levantarse y colocar el CD en el reproductor de música. El morocho lo abrazó por la cintura. Puso play, y en cuanto las primeras notas del piano comenzaron a sonar, supo que esa era la canción en la que Zayn había trabajado día y noche en el estudio de Cooper, cuando ellos no se hablaban.
Las lágrimas no tardaron en empezar a caer por el rostro de __. Sentía como cada nota se le clavaba en la piel. Cerró los ojos dejándose llevar, casi podía ver los dedos de Zayn deslizándose sobre el piano, acariciando las teclas como si fueran de cristal, como lo acariciaba a él cada vez que estaban juntos.
Una sonrisa se escapó de sus labios al recordar todas esas veces que se había sentado contra la puerta del estudio, escuchándolo tocar, escuchando el rasgueo del lápiz cada vez que anotaba un nota nueva en su partitura.
Sí, él también se había dado cuenta de cuánto lo amaba en ese momento. Tal vez habían sido solo dos semanas, pero habían sido catorce días sin tomarse de las manos, catorce días en la que sus labios no se habían rozado, en los que sus pieles pedían a gritos una caricia del otro.
El departamento estaba en silencio como si escuchara atentamente como en cada nota relucía el dolor de Zayn, la tristeza de la separación, y aún así algo de felicidad al sentir algo tan puro como el amor hacia otra persona.
Los brazos alrededor de él se apretaron más, y __ volteó su cuerpo, apoyando su cabeza en el hombro del mayor, hundiendo su rostro en su cuello.
Podía imaginarse las lágrimas cristalinas del morocho resbalar por su rostro y salpicar las teclas. Casi oía el frufrú de la tela del pantalón, a cada movimiento del cuerpo del chico siguiendo el ritmo de su corazón.
El menor se aferró al cuerpo caliente, y nunca se sintió tan cerca de otra persona como en ese momento. Ni siquiera cuando habían hecho el amor por primera vez se sintió así. Eso dejaba más que claro que su relación iba más allá del sexo. Su relación era un conjunto de miradas soñadoras, de roces discretos de sus manos, del acariciar de sus labios, de las sonrisas robadas, del tacto de una palma contra la otra. Era la sencillez de sus gestos, una leve caída de ojos, una lengua delineando el labio ajeno, el simple roce de sus huellas dactilares. Eso eran ellos. Amor.
Las últimas notas se desvanecieron en el aire. __ alzó el rostro, y vio que Zayn también había dejado que las lágrimas cayeran por sus pómulos. El morocho tragó el nudo en la garganta, y le sonrió, arrebatándole una lágrima con el pulgar.
- No sabes todo lo que haces sentir.
- Creo que lo sé, tú me haces lo mismo. – dijo el morocho antes de unir sus labios.

The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora