CAPITULO 27: Quiero que siempre seas mío.

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*Papis, por favor, no lloren. En cuanto me desperté supe que no me quedaba mucho tiempo de vida. El doctor me explicó que papá no se separó de mí desde que me internaron, y que los llamaría a ambos para que pudiéramos vernos una última vez.
Le dije que no. Perdónenme, pero no quería que el último recuerdo que tuvieran de mí fuera triste y horrible. Prefiero que me recuerden con vida, y no acostado en una camilla de hospital. Fue mi decisión y de nadie más. Quiero que no se preocupen por mí, yo ya estaré lejos para cuando lean mi nota. No se sientan tristes, yo estoy feliz. Me dieron algo que nunca tuve. Me dieron una gran familia a la que querer y por la cual ser querido. Gracias.
Quiero que se queden con mi libro favorito, y también con Pavorotti. El libro que estaba escribiendo era un regalo de cumpleaños para ___. Lo siento, quería pasar ese día junto a ti, papi. Solo espero que mi libro te guste. Tal vez algún día puedas leérselos a sus hijos.
Me gustaría que mi cuerpo descansara en el lago al que fuimos la primera semana que pasé con Zayn. ___, tal vez nunca llegué a ser tu hijo legalmente, pero no necesito unos papeles para que lo seas. Tú fuiste, eres y vas a ser mi padre, tanto como lo es Zayn. Por eso quiero que mi lápida tenga el apellido de ambos.
Espero que puedan estar juntos otra vez. Manden mis besos para la abuela, los tíos y la tía, y díganles que los quiero. No quiero que lloren, no me gusta verlos llorar.
Les prometo que siempre voy a estar con ustedes.
Los quiero con toda mi alma.
Su hijo, Leif Malik - ____*.


Zayn bajó la hoja y se aferró más al cuerpo de su novio. ___ había estado llorando en silencio mientras leían la carta. El menor enterró su rostro en el cuello de Zayn, y este lo abrazó por la cintura, sin importarle que el padre del menor lo estuviera mirando desde la puerta, sin importarle nada. Lo único que le importaba en ese momento era aferrarse a la persona que más amaba en el mundo y no dejarla ir. Ya no más. Ya quería dejar de pretender que todo estaba bien, cuando la realidad era otra.
Su mundo se había destruido. Toda la felicidad que había sentido en los últimos días se había evaporado como una voluta de humo. Quería desmayarse, perder el conocimiento y huir a un mundo sin dolor, quería irse junto con Leif. Por eso se aferraba a ___. Él era su salvación, su ancla. ___ lo traía a la realidad, él era el recordatorio de los momentos felices, él era su felicidad. Cerró los ojos y se apretó a su cuerpo. ___ lo abrazó más fuerte, ambos queriendo fundirse en el otro. Ambos queriendo dejar de llorar, sin éxito. Ambos solo queriendo traer a su hermoso hijo de ojos azules de vuelta con ellos, sin poder hacerlo.
Escucharon como otros pasos se adentraban en la habitación. Zayn levantó la vista, y tuvo que parpadear varias veces para sacarse las lágrimas de los ojos, para así poder ver. El doctor Robins, desconecto los aparatos, y una enfermera lo ayudó a extraer las finas agujas de las muñecas del niño. ___ apartó la mirada, sin poder soportar la idea de que Leif ya no estuviera con ellos. Se sentía temblar con descontrol, y lo único que lo mantenía con las suficientes fuerzas para no desmallarse eran los fuertes y protectores brazos alrededor de su cuerpo.
- Debemos llevárnoslo, Señor Malik. – le murmuró el doctor Robins, quien tenía los ojos rojos y la voz apagada y triste.
Zayn asintió porque no se veía con capacidad para hablar. Un torrente de lágrimas volvió a escapar de los ojos de ___, y el mayor no pudo evitar acompañarlo. Se abrazaron más fuerte, ambos sosteniendo al otro, aunque ellos mismos se sintieran desfallecer.
- ___... - susurró el morocho a su oído, con la voz rota y partida. – No te atrevas a dejarme. Nunca.
- Nunca voy a abandonarte, Zayn. Eres mío y yo soy tuyo. Nada de lo que pase puede cambiar eso.
Zayn levantó el rostro de su novio, y lo miró fijamente a los ojos. ___ le sostuvo la mirada, mientras apoyaba su frente en la del más bajo. Se quedaron sólo mirándose hasta que sus respiraciones se tranquilizaron y las lágrimas se secaron sobre su piel. Zayn acortó la distancia y dejó un beso casto sobre los suaves labios del contratenor, quien soltó un suspiro y cerró los ojos. El morocho lo abrazó contra su pecho. Ambos cuerpos temblaban. Ambos querían sumirse en la inconsciencia del sueño, para poder alejarse del dolor que representaba la realidad en esos momentos. Zayn levantó la vista, dispuesto a decirle a el padre del menor que lo deje llevarse a ___ al departamento, pero se sorprendió al ver que el hombre no estaba en la puerta.
- Vámonos a casa, ángel. – le susurró en el oído. – Este lugar me enferma.
___ asintió. Se limpió el rastro de lágrimas, y ambos se encaminaron fuera del hospital, con la cabeza gacha, y el corazón destrozado. El camino al departamento estuvo lleno de silencio por ambas partes. El abrir la puerta fue cómo echarle sal al reciente corte. El departamento entero gritaba el nombre de Leif, desde el canario de peluche sobre el sillón, hasta la puerta abierta de su antigua habitación. ___ dejó escapar un sollozo, y se tuvo que agarrar al cuerpo de Zayn para no caer. No tuvieron que mirarse, ni abrir la boca para que ambos estuvieran de acuerdo en ir directo a la habitación que antes era de Leif. Tal vez era masoquismo, pero necesitaban ese dolor. Necesitaban poder despedirse del rastro que había dejado el rubio en vida. Ambos se acostaron en la pequeña cama, que aún conservaba el aroma de Leif en la almohada, mirándose fijamente. Llorando en silencio, dejando que todo el dolor que sentían se escapara por sus ojos en forma de lágrimas saladas.
- Se ha ido. – murmuró ___, con la voz quebrada. – Se ha ido, y no va a volver. - Zayn le acarició la mejilla, mientras ese ardor, ese vacío en su interior volvía a lastimarlo.
- Nunca nos va a dejar del todo. Leif aún está aquí. – dijo, mientras pasaba una mano por el corazón del menor. – Y aquí. – se llevó una mano a su pecho. – Junto con tu madre, mi abuelo y mi padre.
___ sollozó y se abrazó al cuerpo de su novio, escondiendo su rostro en el hueco de su cuello. Zayn pasó su mano por la espalda del menor, y los tapó con el acolchado. El castaño levantó la vista, y depositó un suave beso sobre los labios del morocho.
- Prométeme que siempre, no importa lo que pase, no importa si no estamos juntos, siempre estarás para mí. – Zayn sonrió levemente, y acarició la mejilla de ___ con su nariz.
- Lo prometo.

The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora