CAPITULO 26: ¿Por qué él?

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....- ¿Quieres ser mi hijo?
Los ojos de Leif se abrieron como platos. Zayn sentía como su corazón martilleaba contra su pecho del puro nerviosismo. El rubio se mantuvo en silencio estudiándolo con sus enormes ojos color hielo.
- ¿Tu hijo? – preguntó tímidamente.
- Sí. Ya hablé con el centro de adopción y me dieron el okey, también el Doctor Robins. Solo falta que tú lo decidas.
- ¿En verdad quieres que sea tu hijo?
- Claro que sí. Imagínate, podríamos dormirnos todas las noches leyendo Harry Potter, salir a pasear a Westerville, visitar a mi madre, a Harry... - Zayn se dio cuenta de que estaba balbuceando así que se cayó. El silencio de Leif lo estaba matando. – Si no quieres está bien, yo... yo solo...
- ¿Te puedo decir papá o tengo que seguir diciéndote Zayn?
El morocho boqueó varias veces, sentía unas irrefrenables ganas de llorar y no sabía muy bien el motivo.
- ¿Eso es un sí? – la voz le temblaba, y le costó mucho no saltarle encima al rubio cuando este asintió tímidamente. Zayn sonrió como si se le fuera la vida en ello y lo abrazó con todo el amor del mundo. Leif le correspondió el abrazo con una gran sonrisa. – Claro que puedes llamarme papá, eres mi hijo ahora.
Los brazos de Leif se apretaron más contra su cuello, como si no quisiera que Zayn lo soltara. El morocho se dio cuenda de que estaba llorando, y se limpió las lágrimas con el dorso de la mano.
- ¿Y ___? ¿También es mi papá? – la mirada esperanzada del chico le dolió.
- No, lo siento, ___ aún es menor de edad y no puede... - Leif bajó la mirada un poquito triste. – Pero él quiere serlo. – se apresuró a explicar.
Leif volvió a sonreír.
- ¿Cuándo me puedo ir contigo?
- Dentro de unos días. Tengo que terminar de preparar tu habitación, y luego te podrás mudar conmigo.
El rubio lo volvió a abrazar, y Zayn suspiró al sentir el pequeño cuerpo caliente contra él.
- Gracias, Zayn.


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16: 30 P.M Miércoles.
___ estaba acostado en el sillón de la sala leyendo, mientras su padre estaba viendo un partido de Football en la tele. El menor se sorprendía con la facilidad que podía ignorar el estruendo del partido si tenía un libro en las manos. Estaba tan compenetrado en la historia que dio un brinco al escuchar el tono de llamada de Zayn. Sonrió para sí, y dejó el libro a un lado, llevándose el auricular al oído.
- Hola, dulzura.
- Hola, amor ¿Cómo estás?
- Bien. Bastante aburrido, la verdad.
- Que bueno que tengo algo que te va a animar.
- Nada de regalos, Malik. – Zayn soltó una risita, y __ podría haber jurado que había rodado los ojos.
- No es ningún regalo, quería preguntarte qué color piensas que quedaría mejor para la habitación de Leif.
__ sonrió con ganas al escucharlo. El día anterior Zayn lo había llamado prácticamente llorando, diciéndole que Leif había dicho que sí. __, aunque no se esperaba otra respuesta, no pudo parar de dar saltitos por toda la casa.
- Podrías pintarle algo especial. El escudo de Hogwart en una de las paredes y las otras las podrías dejar lisas.
- Es una grandiosa idea, excepto porque soy tan bueno dibujando como una piedra ¿No hay ninguna posibilidad de que vengas?
- No creo. – le echó una mirada a su padre, que seguía concentrado en el juego.
- ¿Y si vas a lo de Blaine y yo te paso a buscar? Todavía tenemos que festejar que todo haya salido bien. – el tono insinuante del mayor lo hizo sonrojarse. - ¿No te puedes escapar un rato?
- Me encantaría... pero tengo que estudiar para un examen de mañana.
Escuchó como Zayn soltaba un suspiro resignado.
- Sabes que yo te puedo ayudar a estudiar. – pidió en tono suplicante.
- Lo sé, hermoso. Pero tú tienes que terminar la habitación de Leif y no quiero sacarte tiempo.- Zayn gruñó por lo bajo, y __ sonrió tristemente mientras jugueteaba con el dorso de su remera. – Verde.
- ¿Mm?
- Las paredes, píntalas de verde. Es el color favorito de Leif, y le encanta Slytherin. Estoy seguro de que le va a gustar.
- Gracias, amor.
- De nada.
- ¿___? – preguntó Zayn con tono cansado.
- ¿Qué sucede?
- ¿Me prometes que cuando cumplas dieciocho te quedaras en casa por dos semanas?
__ sonrió al escuchar como Zayn decía en casa, considerando el departamento de ambos.
- Te prometo que no podrás sacarme de allí.
- Hablamos luego, ángel. – El castaño pudo detectar una sonrisa en la voz de su novio.
- Hablamos luego, dulzura.- La llamada se cortó, y __ bajó el celular soltando un suspiro de frustración.
- ¿Quién es Leif? – tardó unos segundos en darse cuenta en que era su padre quien le hablaba.
- ¿Cómo?
- ¿Quién es Leif? – volvió a preguntar Burt, clavando sus ojos en los de su hijo. – Hace varios días que no paran de hablar de él.
- Es el hijo de Zayn. – contestó algo cortante. Vio como los ojos de Burt se abrían de par en par, y boqueaba algo, sin que ningún sonido saliera de su boca.
- ¿Hijo?
- Sí. Ayer firmó los papeles de adopción, ya es legalmente su padre. - La cara de Burt pasó por todos los colores posibles, aún sin musitar palabra. No le dio tiempo para hacer ningún comentario. Se puso en pie, y se dirigió a su habitación. – Voy a estudiar.
Sabía que la decisión de Zayn había sido bastante precipitada, pero estaba completamente de acuerdo. El doctor Robins les había explicado que Leif llevaba varias semanas teniendo esos ataques, pero que el chico no había querido que ellos supieran. También había estado bastante deprimido, apagado y solo se alegraba con las visitas de Zayn.
__ había llorado mientras el doctor hablaba. En el momento en que Zayn levantó la vista, y sus ojos de encontraron, supo que ambos estaban pensando lo mismo. No sabían cuanto tiempo iban a estar junto a Leif. Desde un primer momento el peso de la enfermedad del rubio había estado balanceándose sobre su cabeza, pero habían tratado de ignorarlo. Habían tratado de ignorar las veces en que el rubio se quejaba del dolor, habían tratado de hacer a un lado esas veces que habían visto como Leif se tragaba sus medicamentos sin decir ni una palabra. Pero ya era demasiado. Los dos sabían que de un momento a otro llegaría el momento en que Leif los dejara, el médico les había dicho que era probable que dentro de pocos años el cuerpo del joven no pudiera aguantar más el dolor.
El menor no podía soportar la idea de que eso sucediera. El rubio solo tenía once años, le quedaba todo un mundo por explorar y conocer, ambos querían estar ahí para cuando el rubio tuviera pareja, lo querían ver crecer, conocer a sus amigos, ver cómo se superaba a sí mismo todos los días. Fue ahí cuando Zayn tomó la decisión de adoptarlo.
El castaño se tiró cuan largo era en la cama y cerró los ojos. Solo deseaba pasar el resto de su vida con las dos personas que más amaba en el mundo: Zayn y Leif.

The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora