CAPITULO 32: No me dejes ir.

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  El morocho les pidió a los One Direction que los dejaran solos. Los chicos miraron a ___, preguntándole que sucedía, y el castaño prometió contárselo todo luego. En cuanto volvió a subir, se encontró con el morocho, sentado contra el respaldo de la cama, con su cabeza enterrada entre las manos. Se acercó a él y soltó un suspiro.
- Estaré abajo. – Sabía que Zayn necesitaba un tiempo a solas para ordenar sus pensamientos.
El morocho solo asintió, y esperó a escuchar los pasos de ___ bajar la escalera y encerrarse en el baño, antes de dejar salir las lágrimas. La guerra que se estaba librando en su interior lo estaba matando. Estaba destrozado y feliz al mismo tiempo.
Cerró sus ojos y se arrebujó en las sábanas. Mentiría si dijera que irse a Nueva York no lo tentaba, pero entonces se le venía a la mente ___, y todo carecía de sentido. No podía dejarlo, se sentía una persona horrible de solo pensarlo.
Las lágrimas le quemaron el rostro, y no hizo ningún ademán de detenerlas. Sollozó en silencio por lo que le parecieron horas, sabiendo que tomara la decisión que tomara, iba a dejar ir algo importante de su vida. Apretó los ojos con fuerza, mordiéndose el labio hasta hacerlo sangrar.
El menor subió las escaleras nuevamente, se acercó a él, y le acarició el pelo antes de depositar un beso en la mejilla con suavidad.
- Me voy al colegio. – Murmuró, sabiendo que Zayn estaba despierto. Hizo un ademán de alejarse, pero una mano sobre su muñeca se lo impidió.
- ¿Puedes quedarte conmigo? – El menor no vaciló ni un segundo. Se quitó las botas y se metió en la cama junto a él, abrazándolo con fuerza. Zayn apoyó su cabeza sobre su pecho, comenzando a llorar otra vez. – Shh... no llores, amor. Todo va a estar bien. – El morocho cerró los ojos y se dejó llevar por las palabras de ___, mientras se aferraba a él con necesidad.
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19:00 P.M.
___ había bajado hacia varias horas y había aprovechado a limpiar para despejar su mente. Zayn no había abierto la boca desde la mañana y aún no se levantaba de la cama. El menor trataba de no colapsar y largarse a llorar pero no saber qué era lo que pasaba por la mente de su prometido no ayudaba. Tenía la necesidad de acurrucarse en el sillón, tapado por las mantas, y llorar hasta quedarse dormido, pero sabía que debía ser fuerte por Zayn. Sabía que si Zayn veía lo destruido que estaba no se iría nunca. Así que decidió refugiarse en las páginas de un libro, para escapar de la realidad por algunas horas.
Estaba más que seguro de la decisión que había tomado. Sí, ver a Zayn partir sería como una daga directo al corazón, pero prefería que se alejara de él a verlo sufrir por su culpa. Tal vez todo hubiese sido diferente si no hubiese encontrado esa carta. Si él no supiera de la oportunidad de Zayn de asistir a Julliard jamás se le hubiese pasado por la cabeza alejarse de su prometido y mucho menos ocultarle lo que tenía.
Frunció el seño al pensar en ello. Ahora que lo analizaba, su padre había sabido de su supuesta enfermedad desde hace mucho tiempo y aún así no se lo había dicho. Los meses en que estuvo separado de Zayn, aunque la relación con su padre era tensa, lo había visto menos preocupado. Toda la angustia y preocupación volvían a su padre cada vez que Zayn y él estaban juntos. ¿Por qué su padre se había guardado algo que era peligroso para la salud de ___ por tanto tiempo?
Unos pasos suaves bajando la escalera lo sacaron de sus pensamientos. El menor levantó la mirada y la fijó en su prometido, quien tenía los ojos y la cara roja a hinchada de tanto llorar, el pelo desordenado y unas oscuras ojeras bajo sus ojos verdes. ___ dejó el libro a un lado y palmeó el sofá para que Zayn se acercara. El morocho tomó asiento, con cara de padecer un dolor horrible. Levantó la vista y en el momento en que ambas miradas se encontraron, los ojos de Zayn se llenaron de lágrimas. ___ le acarició la mejilla con cariño, pero no hizo ni un ademán de acercarlo a su cuerpo ya que sabía que Zayn estaba luchando por decir algo. El mayor tomó una bocanada de aire y se tragó el sollozo de dolor que amenazaba con dejar su garganta.
- Te voy a extrañar. – murmuró, antes de quebrarse completamente. ___ sintió una mezcla de alivio y dolor desgarrarle el pecho. Envolvió el cuerpo tembloroso de su novio con los brazos, sintiendo como sus lágrimas le quemaban la mejilla. Hundió su rostro en el cuello del morocho y ambos se abrazaron con necesidad, sintiendo como sus corazones se rompían lentamente.
- Yo también te voy a extrañar, dulzura. – Sollozó ___. – Mucho.- Zayn se abrazó al cuerpo de ___ con fuerza. Sentía como si le estuvieran a punto de arrancar una extensión de su cuerpo.
- ___, yo... - levantó la mirada a los ojos acuosos de sus novio. – Me siento mal. – El menor juntó ambas frentes. – Siento... siento que te estoy abandonando...
- No. – El castaño negó con la cabeza levemente. – No me estas abandonando, yo quiero que lo hagas, amor. Quiero que vayas, quiero que disfrutes de tu sueño y les demuestres a todos que nadie puede parar a Zayn Malik cuando se propone algo. – El morocho sonrió levemente. – Créeme, lo sé de primera mano. Desde el momento en que me dijiste 'Hola' en ese bar, yo ya era tuyo. – Dos espesas lágrimas cayeron por las mejillas del morocho, y el menor se apresuró a besarlas. – Quiero que vayas a Nueva York y cautives a todos, pero ojo con acercarte mucho a los hombres, o me vas a obligar a ir hasta allí para recordarle a tu culo a quién pertenece. – El morocho soltó una carcajada, y miró al menor a los ojos con adoración.
- Te amo. – El menor sintió como esas dos simples y, al mismo tiempo, complicadas palabras le calentaban el pecho, y no pudo evitar que se le escapara una sonrisa.
- También te amo, Zayn. – susurró contra sus labios, antes de unirlos en un beso.
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7:00 P.M. Miércoles.
El menor despertó al sentir un par de suaves labios robándole un beso. Abrió los ojos y sonrió al ver la leve sonrisa del morocho.
- Despierta, lindo. – susurró contra sus labios. El menor trató de devolverle el saludo, pero un inesperado pinchazo le sacudió la parte baja de la espalda, haciéndolo jadear de dolor. La sonrisa del morocho desapareció al instante, y frunció el seño con preocupación. - ¿Estás bien? – El menor abrió los ojos, se mordió el labio, y asintió con la cabeza ya que no estaba seguro si su voz iba a sonar normal. - ¿Seguro?
- No es nada. – replicó en voz baja.
- No será tu estómago otra vez ¿No? – La voz se le había ensombrecido. ___ negó con la cabeza, y forzó una sonrisa, antes de darle un beso en los labios.
- No me duele hace meses. – mintió, de inmediato el cuerpo de Zayn se relajó y le devolvió la sonrisa.
- Oh, entonces, levántate. Tú ve a bañarte, mientras yo hago el desayuno. – El menor asintió y se levantó de la cama, cuidando de no poner ninguna mueca de dolor frente a él. Zayn sonrió y bajó las escaleras. ___ soltó un gruñido quedo, y se abrazó así mismo, volviéndose a acostar en la cama. Apretó sus ojos con fuerza, al mismo tiempo que su estómago, tratando de que el dolor desapareciese. Sentía un cosquilleo en sus muslos completamente incómodo, y un dolor sordo en la parte baja de su espalda.
Tomó un trago de aire y se obligó a ponerse en pie y dirigirse abajo, pasó casi corriendo frente a Zayn, y se encerró en el baño. Abrió la ducha, y se sentó en el inodoro, tratando de calmarse. Se sentía incómodo, y con el estómago revuelto. No quería que Zayn lo viera en ese estado, si llegaba a hacerlo lo único que iba a lograr era preocuparlo, y no quería que se angustiara, ya que no tenía ni idea de cuántos días les quedaban juntos, y quería que Zayn los pasara feliz.
Respiró con dificultad, y se puso en pie, haciendo una mueca al recibir más pinchazos. Rebuscó en el pequeño armario al lado del espejo, y sacó una pequeña pastilla. Odiaba tomar medicamentos con toda su alma, pero si eso ayudaba a disfrazar el dolor, lo iba a hacer. Puso la pastilla sobre su lengua con una mueca al sentir el horrible gusto amargo, esperó hasta que esta se disolvió antes de tragarla, aguantándose las ganas de vomitar. Sacudiendo la cabeza, se lavó los dientes para desaparecer el gusto, y se metió en la ducha, rogando que el dolor se fuera para que Zayn no sospechara.
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18:00 P.M. Jueves.
El menor sacó dos cervezas de la heladera y se las llevó a Louis y Thad, antes de sentarse al lado el morocho. Los One Direction ya estaban al tanto de todo lo que había pasado con Julliard, y ahora, por insistencia de ___, se habían puesto a buscar departamentos en alquiler en Nueva York, mientras Harry hablaba con el director de la disquera, para acordar una fecha en la que deberían estar allí. Querían al menos estar una semana antes para poder acomodarse a la nueva ciudad y conocer los alrededores. ___ sonrió al ver los ojos brillantes de Zayn, mientras leía los contenidos de la página de Julliard. Cada vez que veía a Zayn sonreír, o detectaba ese mismo brillo de aventura en sus ojos todo rastro de culpabilidad y tristeza desaparecían momentáneamente y confirmaba que había tomado la decisión correcta al pedirle que se vaya. Zayn merecía esto más que nadie.
- ¿Cuándo empezarías las clases? – le preguntó. El morocho levantó la vista, y le sonrió levemente.
- La fecha de ingreso sería el primero de Septiembre, pero puedo estirarla hasta el quince. – el estómago de ___ se hizo un nudo, pero trató de que su rostro no mudara la expresión neutra.
Desde ese día al quince de Septiembre solo había un mes. El cuerpo del menor tembló levemente, era muy poco tiempo. Harry cortó el teléfono, después de dos horas de estar pegado, y se sentó en las piernas de Louis.
- Dijo que lo mejor sería que estemos allí el siete, para arreglar los contratos, firmarlos y así el diez comenzaríamos a grabar. – La sonrisa de Zayn desapareció de sus labios.
- Eso significa que lo mejor sería estar allí para el primero. – Dijo Thad, y sin poder evitarlo todos los One Direction miraron de reojo a Zayn había palidecido notablemente. ___ se mordió el labio y trató de evitar que las lágrimas bajaran por su rostro.
- Sí, sería lo mejor. – murmuró con firmeza. Zayn volteó a verlo con los ojos dolidos, ___ le dedicó una sonrisa tranquilizadora.
- Pero... es nuestro aniversario. – protestó con la voz quebrada. – Y solo faltan diecisiete días. Es demasiado rápido. No quiero...
- Zayn, es perfecto, así tendrán tiempo de acomodarse en el apartamento, explorar un poco, y tú tendrás tiempo de sobra para prepararte para tus clases. – Zayn bajó la mirada, sabiendo que ___ tenía razón. Los One Direction se distrajeron con otra cosa para darles un poco de intimidad. ___ se acercó más al morocho, y le acarició la mejilla con la nariz. – Pasaremos juntos la mañana del primero, y luego te acompañaré al aeropuerto. Yo también siento que es demasiado rápido, pero es la mejor opción.
- Mmm... Hay un vuelo que sale a las siete de la mañana hacia Nueva York el primero. – Comentó Louis, algo nervioso de interrumpir la conversación de ambos. - ¿Hago las reservaciones? - Zayn tragó el nudo en la garganta con dificultad, le lanzó una última mirada a ___, y soltó un suspiro antes de asentir.
- Sí, hazlo.  

The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora