The love not always is easy - Zayn Malik y tu (NOVELA GAY)

CAPITULO 25: Decisiones.

10:00 A.M. Lunes.
Los ojos de __ estaban hinchados de tanto llorar, sentía frustración por no poder hacer nada más que esperar. Tenía rabia, y tristeza y sobre todo miedo. Miedo a perder a alguien que ya era parte de su alma. Era como si el mundo a su alrededor se hubiese esfumado, debía hacer un gran esfuerzo por no desmallarse. Lo único que lo conectaba con la realidad y lo sostenía, eran los fuertes brazos de Zayn a su alrededor, acunándolo contra su pecho, meciéndolos a ambos, mientras murmuraba frases para convencerlo a él, y __ sabía que también para convencerse a si mismo.
- No llores amor, Leif va a estar bien.
Pero cada frase iba acompañada de unas gotas húmedas cayendo al pantalón del menor, dejando manchas oscuras sobre este, y la voz temblorosa y rota del tenor. El castaño levantó la mirada del suelo y la clavó en la puerta de madera blanca que escondía a una de las personas más importantes en su vida. Cada vez que la puerta se abría su corazón latía desbocado contra su pecho, pero al cerrarse tras un médico con cara preocupada, su corazón dejaba de latir por unos instantes, herido y sangrante.
- No lo quiero perder... – su propia voz sonaba como una quejido, rasposa y quebrada.
- No lo vamos a perder. – El tono determinado de Zayn lo hizo levantar la mirada y clavarla en sus ojos color verde que estaban rojos. – Leif va a estar bien, ___. No nos va a dejar vencer, te prometo que después de esto vamos a salir los tres a pasear por Westerville. - __ sonrió ligeramente, y dejó que dos cristalinas lágrimas abandonaran sus ojos. Zayn se inclinó y las besó, limpiándolas con sus labios y por último uniendo sus bocas en un beso casto. – Debemos ser fuertes por él. No podemos rendirnos. Hay que tener coraje.
«Coraje».
No era la primera vez que escuchaba esa palabra salir de los labios de su novio, y tampoco era la primera vez quelas escuchaba, su amigo Blaine tambien le decia eso a Kurt y gracias a ella la esperanza, o la felicidad se instalaban en su pecho. Zayn tenía razón, debían ser fuertes, demostrarles a todos que ellos seguirían creyendo en Leif hasta el último momento, debían tener coraje y afrontarlo juntos. Como una familia.
Sus brazos se ajustaron más alrededor del torso del mayor, escondió su rostro en el cuello de este, y soltó un suspiro entrecortado. El morocho apoyó su cabeza sobre la suya, y cerró los ojos. No importaba cuanto tiempo debían permanecer allí, hasta que no estuvieran completamente seguros de que Leif estuviera bien no se moverían.
Unos diez minutos después los One Direction habían llegado con los rostros pálidos y los ojos rojos. Harry se desmoronó al ver la cara de pena de los dos, y comenzó a llorar sobre el hombro de Louis, quien lo abrazó y se limpió sus propias lágrimas con el dorso de la mano. Wes tenía la mirada perdida, y el semblante triste, su novia Megan se había sentado al lado del menor y le acariciaba el muslo en tono de afecto. Thad tenía los ojos rojos e hinchados, se sentó sobre el suelo, con la cabeza apoyada en la pared, mientras Liam le rodeaba los hombros en un abrazo tranquilizador.
Zayn levantó la mirada cuando la puerta de la habitación de Leif se abrió. El Doctor Robins se acercó a ellos con una expresión extraña. El corazón de Zayn se paró en seco.
- Logramos estabilizarlo. – Esas dos palabras hicieron que las ocho personas volvieran a respirar. – En este momento está durmiendo.
- ¿Podemos entrar a verlo? – preguntó __.
- Preferiría que esperaran a que todo se normalice, y que Leif descanse.
Zayn vio en los ojos de __ que iba a replicar pero le apretó la mano para que permaneciera en silencio. El menor se tragó la réplica.
- Esperaremos. – dijo Zayn.
El doctor asintió y posó sus ojos en __ unos segundos más de los necesarios antes de irse pasillo abajo. El castaño lo miró con los ojos brillantes.
- Quiero verlo.
- Esta durmiendo, dejemos que descanse. – el menor apretó la mandíbula en gesto de disconformidad. – Amor, tenemos que dejar que Leif se normalice. Lo mejor es que este despierto cuando lo veamos.
__ soltó un suspiro de rendición, y volvió a acostar su cabeza contra el hombro de Zayn.

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12:00 A.M.
Sintió como lo sacudían levemente, y abrió los ojos. Se había quedado dormido sobre el hombro de Zayn.
- Robins dijo que Leif está despierto y quiere vernos. – le susurró.
__ se restregó los ojos, mientras asentía y se desperezaba, separándose del cuerpo de su novio.
- ¿Dónde están los One Direction? – pregunto el menor con la voz ronca.
- Debían ir a trabajar, pero prometieron volver más tarde.
El menor se puso en pie, y le estiró una mano al morocho, quien la tomo con una sonrisa. Ambos entraron en la habitación con el corazón en un puño. Leif tenía los ojos clavados en la ventana, estaba más pálido de lo normal, con su pelo rubio todo desarreglado, y unas apenas visibles ojeras bajo sus ojos. Estaba acostado, sobre la camilla, con las sábanas blancas tapándolo hasta el pecho. En cuanto escuchó como la puerta se abría, volteó su rostro a ellos y de inmediato su carita se iluminó en una resplandeciente sonrisa. __ se mordió el labio, y se tragó el sollozo de alivio que pugnaba por escapársele de la garganta.
- Hola. – los saludo el niño con la voz rasposa.
- Hola chico. – lo saludó Zayn, acercándose a la cama y tomando asiento en uno de los lados, mientras __ hacía lo mismo del lado contrario. - ¿Cómo te sientes?
- Bien, solo algo cansado. - __ tomó una de sus manos y la enredó entre la suya. Leif sonrió ante el gesto. – ¿Podemos no hablar de lo que sucedió? No quiero recordarlo.
Zayn sintió como todo su ser temblaba.
- No hablaremos de ello. ¿Qué quieres hacer?
- Irme. – ___ y Zayn intercambiaron una mirada preocupada. – Pero el doctor dijo que aún no puedo salir a jugar con ustedes...
- ¿Qué te parece si dibujamos juntos? – preguntó __ confiando en que su voz no demostrara tristeza.
- Me gustaría que Zayn nos lea. – dijo el rubio.
Zayn sonrió y asintió, sacando el ejemplar de "Harry Potter y la Cámara Secreta" del cajón de la mesita de luz. Sabía que ese era su libro favorito, y además era el que le había regalado él. __ se acostó al lado de Leif, rodeando su pequeña cintura con un brazo, mientras el morocho se aclaraba la garganta y comenzaba a leer.
El menor, al contrario de lo que sucedía siempre, no se dejó llevar por la voz de tenor de su novio. En vez de eso comenzó a juguetear con el sedoso pelo de Leif, tan ruloso como el de Harry, mientras trataba de contener las lágrimas en sus ojos. No sabía que iba a ser de él si lo perdía. Era algo que nunca quisiera pasar, ya tenía suficiente con no poder estar con libremente con Zayn como para perder también a Leif.
El rubio subió la mirada hacia él y le sonrió.
- ¿Por qué lloras? – le preguntó con el seño fruncido.
Una de sus manos le secó las lágrimas que no había logrado contener. __ soltó una risita y le retuvo la mano, dándole un beso.
- Solo estoy feliz de que estés bien. – El menor escuchó como la voz de Zayn se quebraba al ver la escena, pero se recompuso lo más rápido que pudo.
Pasaron una hora escuchando y riendo con las imitaciones de Zayn al leer. En cuanto les agarró hambre, Zayn fue a buscar algo de comida a la cafetería del hospital, y volvió con los cuatro One Direction que traían varios peluches para el rubio. Se la pasaron riendo, mientras __ dibujaba y Leif escribía algo en un diario.
- ¿Qué es lo que escribes? – le pregunto Harry tratando de ver lo de decía, pero el rubio lo apartó de su vista.
- No trates de leerlo, no nos lo mostró ni siquiera a nosotros. – se quejó Zayn, poniendo un falso puchero.
- Es una sorpresa. – se limito a contestar Leif, con una leve sonrisa.
En eso el Doctor Robins entró a la habitación y les dijo que debían salir para que Leif pudiera descansar. Todos se retiraron prometiéndole volver a verlo pronto.
- Son casi las dos, __. Creo que es mejor que te lleve a su casa. – dijo Zayn en tono alicaído.
El castaño asintió y se despidió de los One Direction, antes de seguir al morocho hasta el Impala. Anduvieron todo el camino en silencio, hasta que Zayn se detuvo a unas dos cuadras de su casa. Zayn lo abrazó con fuerza, y unió sus labios en un beso dulce. __ acunó la nuca de Zayn con ambas manos, mientras disfrutaba del beso, y lo devolvía con la misma cantidad de dulzura. En cuanto se separaron, el menor apoyó su frente en la de su novio y sonrió levemente.
- Espero volver a vernos pronto. – susurró. – Quiero que cumplas tu promesa de ese viaje a Westerville.
Zayn sonrió, mientras depositaba otro beso sobre sus labios.
- Lo haré, no te preocupes.
El castaño se bajó del auto y caminó esas dos cuadras con la cabeza gacha. Aún con la pequeña esperanza que luego de tres meses de enojo, su padre entrara en razón y lo dejara ver a Zayn.