Christian Amor

Verdades al desnudo

Ya lo han ingresado a la sala de emergencias, Grace se coló allí aprovechando que el médico de guardia es un conocido suyo, los nervios me carcomen las entrañas y ya no aguantó más, las lágrimas que he retenido toda la noche se desbordan, Elliot se acerca y me ofrece un pañuelo y se sienta a mi lado.

- Tranquila Ana, todo va a estar bien, ya lo verás, sólo son golpes, que se los tiene merecidos por meterse a beber en un sitio tan bajo. ¿En qué pensaba ese idiota?-. Sus locos comentarios me sacan una sonrisa.

- Tienes razón, él es fuerte, saldrá de esto, además Grace dijo que no veía ningún daño mayor. Creo que la tensión de toda la noche me superó. Ya se me va a pasar-. Coloca su brazo sobre mi hombro y me atrae hacia él para descansar mi cabeza en su pecho. Se comporta como un hermano mayor, así me abrazaría Josué si estuviera conmigo en este momento.

- ¿Le has avisado a Kate de todo esto?. Pregunta con duda.

- No, no he querido preocuparla.

- Es mejor así-. Veo a Grace acercarse y me pongo de pie enseguida.

- ¿Cómo está?, ¿qué han dicho?, ¿se va a poner bien?.

- Si, querida, va a estar bien, ya le han curado las heridas, le han hecho ecografías y radiologías, sólo está muy golpeado y todavía muy borracho. Lo dejarán en observación, en cuanto despierte, si reacciona bien, podremos llevarlo a casa.

Es un alivio escuchar eso, después de 4 horas Christian sigue sin reaccionar y me estoy desesperando. Grace ha conseguido que me permitan estar a su lado. Veo en su rostro los hematomas que comienzan a formarse, hay un pequeño corte en la comisura de sus labios, acaricio el contorno de su rostro suavemente, mi loco amor, ¿por qué hace estas tonterías?, tanto que se preocupa por mi seguridad ¿y él?. Un poco más tarde despierta.

- Nena estás aquí, pensé que no volvería a verte. No te has marchado, gracias, gracias.

- Christian luego hablaremos de eso, ahora dime ¿cómo te sientes?.

- Muy adolorido, ¿qué me pasó?.

- Tu compañera de copas dijo que te habían atacado.

- Cierto, tengo unas imágenes vagas en mi mente, creo que querían robar mi coche. ¿se lo llevaron?.

- No, parece que "tu amiguita" llegó justo a tiempo para evitarlo-. Le digo con sarcasmo en mi voz.

- Ana por favor, esa mujer no es "mi amiguita", ni siquiera sé como se llama, sólo me acompañó a tomar unas copas, estaba sólo y desesperado, pensé que ibas a dejarme.

- No te entiendo Christian, dijiste que hablaríamos cuando me calmara y cuando eso pasó, fui a buscarte y nadie sabía de ti. ¿te das cuenta de toda la angustia que nos has causado con tu actitud?, pasamos toda la noche buscándote, llamándote, todos preocupados por ti, ¿y tú?, bien, gracias, divirtiéndote de lo lindo con una ebria desconocida.

- Eso no es cierto, sólo quería ahogar mis penas, no quería enfrentarme a tu desprecio.

- Aja, ya veremos ese tema, voy a avisarle a todos que despertaste y a buscar al doctor para que decida si te dará el alta.

- Esta bien nena.

Dos horas después llegamos al Escala, lo hago ir a su habitación a descansar después de comer.

- No quiero dormir nena, quiero que hablemos de nuestros problemas.

- No, Christian, debes descansar y yo también, estoy agotada.