Y regresa

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PoV Christian

Estoy despidiéndome de Sharon y de pronto veo la mirada impactada de Ana, enseguida comprendo que la ha reconocido y está pensando lo peor, corre intentando alejarse de mí, se lanza hacia el ascensor de servicio, éste cierra antes de que pueda alcanzarla, de inmediato giro hacia el ascensor privado.

La veo cruzar la puerta con paso rápido pero vacilante, tengo que detenerla, en su desespero no ha visto que se dirige directamente hacia la calle. Mi corazón palpita con fuerza y acelero mi carrera, afortunadamente logro sostenerla un par de segundos antes de que la arrolle un ciclista, la abrazo contra mi pecho esperando que se calme, que me deje explicarle pero está demasiado dolida, un poco histérica y quiere alejarse. Golpea mi pecho con sus pequeñas manos y la dejo drenar su dolor, solo intento abrazarla más y más, hasta que se rinde y llora sobre mi pecho. Permanece sollozando así por unos minutos, yo estoy consternado por lo que pudo haberle ocurrido sino la hubiera alcanzado. Cuando se calma un poco, paso mi brazo sobre sus hombros, acaricio su cabello y trato de reconfortarla mientras volvemos a Grey House.

Algunos curiosos nos miran pero los ignoro, marco el ascensor hasta la planta 20, mientras subimos tomo su rostro entre mis manos y beso sus labios.

- No pasa nada nena, te lo juro, todo tiene una explicación, sólo escúchame-.

Me siento miserable al ver las lágrimas deslizarse por sus mejillas, su mirada triste y cansada. Desde que llegué a su vida no ha parado de sufrir. Si pudiera dejarla ir tal vez su existencia sería menos desgraciada pero ¿podría yo vivir sin ella?. No lo creo, no concibo mi vida sin su presencia, sin su compañía, sus besos, su sonrisa, su energía, sus salidas ingeniosas y sus inventos atrevidos. Haberla encontrado es lo mejor que le ha pasado a mi vida. Toda ella es imprescindible para mi, ha llenado con su amor mis vacíos, ha reemplazado mis miedos, ha logrado que mire con fe hacia el futuro, me ha hecho olvidar el desprecio que sentía por mi mismo y ya no quiero ni puedo apártame de su lado. No puedo, nunca podré.

El sonido del ascensor abriéndose me saca de mis pensamientos. Nos encaminamos a mi oficina, Sharon está esperando en la recepción frente al escritorio de Andrea. Al verme se pone de pie y se acerca con mirada de arrepentimiento. Ana sigue con la cara enterrada en mi pecho.

- Lo siento Christian, no quise causar problemas, por favor déjame explicarle.

- No es necesario, gracias por venir, te informaré de lo que descubra sobre este caso. Siento que esta situación te esté ocasionando problemas. Lamentablemente quedaste en medio.

- Esta bien, pero si necesitas que yo le aclaré cualquier cosa a tu prometida, lo haré con gusto. Muchas gracias por recibirme y espero que logren superar esta crisis.

- Si, gracias-. Continúo con Ana pegada a mi cuerpo y pasamos a mi despacho. La ayudo a sentarse en el sofá.

- ¿Te sientes más tranquila?, ¿quieres un poco de agua o alguna otra cosa?-. Niega con la cabeza. Me siento a su lado. Tomo sus manos entre las mías, las beso, ella suspira profundamente tratando de recuperarse. Me mira directamente y dice:

- Sólo explícame, ¿qué demonios está ocurriendo?, ¿por qué esa mujer estaba aquí?, Christian ya estoy cansada, estoy exhausta de que cada vez una nueva sombra se interponga en nuestras vidas-. Tomo aíre, no será fácil hablar de esto.

- Cincuenta sombras nena, cincuenta sombras y en verdad lo siento mucho, quisiera que mis sombras desaparecieran pero se empeñan en perseguirme y en reaparecer; sin embargo en esta ocasión no es exactamente lo que tú crees, ella vino porque hace unos días recibió un sobre misterioso con una de esas fotografías donde está conmigo. Obviamente pensó que yo tenía que ver con eso, se supone que solo yo las tenía, era un juego privado y ahora alguien está armando un juego peligro con ellas. Quería que le explicará porque estaba haciendo algo tan ajeno a mi personalidad y que pretendía con eso. Ella ha cambiado su estilo de vida, conoció a alguien, se enamoró, se casó y ahora esas fotos amenazan con destruir todo lo que ha construido. Está preocupada de que su esposo llegue a recibir alguna de esas fotos porque eso podría crearles problemas, él sabe que estuvo en el BDSM pero no es lo mismo saberlo que verlo. No tuve más opción que contarle algunas cosas que nos han ocurrido, ese episodio con Leila y las amenazas, los anónimos y otras cosas relacionadas. En resumen, creo que alguien quiere que las sumisas piensen que yo estoy exponiendo sus vidas para que se vuelvan en mi contra. Esta noche revisaré la caja de las fotos, necesito saber quien más puede estar expuesta a este desastre en el que se ha convertido mi vida. ¿Me crees verdad?. Ya la oíste, ella misma te lo contará si dudas de mis palabras.

Christian AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora