Christian Amor

Recuerdos dolorosos

No quiero despertar, temo que todo lo que pasó anoche sea un sueño, mucho mejor de lo que habría imaginado. Christian se ha portado tan bien conmigo, fue tan lindo que era imposible que mis padres se negaran a aceptar nuestra boda.

Luego de desayunar llamo a Ella para acordar nuestra reunión.

- Christian amor, Ella me invitó a almorzar, ya sabes, salida de chicas, ¿no te molesta verdad?.

- Claro que no cariño, solo no hagas travesuras y cuídate mucho, por supuesto que Sawyer y Prescott Irán contigo.

- Claro, tú tranquilo voy a ser muy juiciosa-. Y le doy con beso antes de salir.

...

Me encuentro con Ella en el Forsyth Park recorremos por un rato los senderos y puedo sentir la tranquilidad de este lugar y llenarme de su belleza, los árboles añejos con sus enormes barbas colgantes, su fantástica fuente que invita al romance, muchos han contraído matrimonio en este lugar, lo consideraré como opción para mi boda, seria genial pero bueno, esa es otra historia, ahora me siento intrigada por lo que Ella quiere decirme, nos dirigimos a la cafetería del parque y tomamos una mesa cerca de un rincón. Como siempre la seguridad se ubica estratégicamente para observar todo el entorno, ordenamos café y algunos panecillos.

- Bien Ella, dime que es eso tan importante que quieres decirme, ¿es sobre Brat?.

- No, no es sobre él, aunque voy a aprovechar el momento para decirte que realmente siento mucho que lo de ustedes haya terminado de esa forma. Lamento enormemente todo lo que mi hijo te hizo sufrir, sabes que te quiero como a una hija y me hubiera encantado que fueras la esposa de mi hijo, pero no se manda en los sentimientos.

- Tranquila Ella, lo mejor es lo que pasa, si aquello no hubiera ocurrido tal vez nunca hubiera conocido a Christian y no habría descubierto cuanto se puede amar realmente. Por otra parte no le guardo ningún rencor a Brat, lo quiero mucho y le deseo la mayor felicidad, deseo que encuentre un amor tan real y tan sincero como el que existe entre Christian y yo.

- Gracias Ana, eres tan bondadosa. En realidad es sobre Christian que quiero hablarte-.

¡Qué!, ¿qué puede decirme Ella sobre mi novio?

- Está bien, dime-. Estoy llena de curiosidad.

- Ana por favor solo escúchame, se trata de una vieja historia y luego tú me dirás si mis sospechas son fundamentadas o no-. Asiento y me quedo en silencio, quiero asimilar cada una de sus palabras.

- De acuerdo.

- Cuando tenía 15 años mi hermana gemela Isabellie, y yo vivíamos en Valdosta con nuestros padres, siempre salíamos por las tardes a dar un paseo por el parque, así conocimos a Christian Mars, era un chico de 17 años muy atractivo, mi hermana y él se enamoraron de inmediato y se volvieron inseparables, comenzaron a verse cada día, todo iba bien hasta que mi padre se enteró y se opuso totalmente a esa relación, porque - aunque sus padres eran maestros - no tenía el estatus social que mi padre consideraban adecuado para alguien que pretendía ser el novio de su hija.

A Ellie no le importaba nada de eso y se escapaba de clases, de casa, de la iglesia, nada la detenía cuando quería encontrarse con Christian. Las peleas en casa eran terribles y Ellie siempre terminaba castigada. Papá la amenazaba constantemente con mandarla lejos y se presentaba en casa de Christian a amenazarlo. Los padres de Christian estaban cansados de todos los problemas que estaba generando esa relación y se empeñaron en que él ingresara a la infantería de marina. Al principio no quería pero considerando toda la tensión que se estaba creando entre las dos familias y cuanto los estaba afectando, pues aceptó, pensó que así se darían un tiempo y cuando él volviera las cosas podrían haber cambiado. Se sometió a las pruebas requeridas y fue admitido. Fuimos a despedirlo y Ellie quedó devastada, entró en un estado de depresión y durante días no quería salir de su habitación, no quería comer, ni ir a clases.