¿Quiero saberlo?

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PoV Christian.

Cuando el dr. Jefferson dijo que Ana estaba embarazada mi corazón se paralizó, era la noticia más inesperada pero también la más maravillosa que había recibido en mi vida, estoy muy asustado pero también muy emocionado, tanto que no puedo dormir. Observo a mi nena mientras duerme, su respiración suave, pausada, el vaivén de su pecho en cada exhalación, es tan bella y ahora que lleva a nuestro hijo en su vientre me parece aún más hermosa. Quiero traerla a mis brazos y colmarla de besos pero no quiero despertarla así que me limito a deleitar mi vista con su presencia. Tengo que forzarme a dormir sino mañana estaré como un sombi, intento encontrar una posición cómoda pero después de un buen rato sigo sin poder dormir. Así que decido ir por un té a ver si puedo relajarme.

Apenas regreso a la cama noto que Ana se remueve inquieta, murmura cosas que no puedo entender me acerco cuanto puedo y noto su rostro bañado en lágrimas, escucho como balbucea frases entrecortadas, puede distinguir palabras aisladas como "no te vayas", "te amo", "bebé" y concluyo que está teniendo una pesadilla, mala, muy mala. Puedo intuir que está soñando que la abandono. De inmediato trato de sacarla de allí, de ese sueño terrible que atrapa su mente, intento traerla a mis brazos. Le digo.

- -¡Ana!, ¡Ana!, nena ¿estás bien?. Despierta por favor, despierta. Vamos nena, tranquilízate es solo una pesadilla. Todo está bien, aquí estoy, aquí voy a quedarme, vamos a estar juntos por siempre. ¡Te amo!, ¡los amo!.

Beso su rostro, limpio sus lágrimas y paso mi mano por su espalda tratando de reconfortarla. Intenta respirar profundamente procurando calmarse. De a poco abre sus ojos, parpadea repetidas veces.

- Oh Christian fue horrible, fue el sueño más espantoso que tuve en mi vida, me hizo tanto daño que aún puedo sentir el dolor en mi pecho. Sentía que mi corazón se desgarraba y los jirones eran arrancados en carne viva-. Pobre de mi nena, eso sonó muy doloroso.

- Lo lamento nena, lo siento tanto, solo olvidado, nada de eso es real.

- Soñé que me abandonabas, que me dejabas sola con el bebé, que me arrojabas a los brazos de José.

- Eso no sucederá nunca, nunca porque tú eres mi vida. Ahora ven, quédate aquí en mis brazos. Intenta dormir nuevamente, voy a repetirte tanta veces que te amo que vas a soñar que tenemos un paraíso solo para nosotros. Vamos nena, descansa-. Comienzo a acariciar su cabello y a pasar mi mano suavemente por su espalda. Así abrazado a ella puedo sentir que finalmente el sueño viene a nuestro encuentro.

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Despierto con Ana envuelta en mis brazos, la observo y se ve tranquila, los sueños malos se han alejado. En cuanto despierte querrá irse al trabajo y aunque quisiera tenerla protegida dentro de una burbuja de acero, sé que no puedo negarle su independencia, no puedo invadir su espacio o cuartar sus metas profesionales. Me va a costar mucho permanecer calmado mientras esté lejos de mi. Abre los ojos y me "pilla" observándola. Me sonríe provocadora.

- ¿Disfrutando la vista Sr. Grey?.

- Oh si, mucho, es una vista encantadora. ¿Cómo te sientes nena?.

- Mucho mejor, no me dejes dormir fuera de tus brazos, no quiero tener una pesadilla tan terrible nunca más.

- Seguro nena. Vamos a ducharnos-. La ayudo a levantarse y nos encaminamos a cuarto de baño. Estoy deslizando la esponja por su pecho y ella comienza a ponerse muy cariñosa, mi cuerpo reacciona enseguida y descargo mis caricias sobre ella, de pronto una alarma se dispara en mi mente. Me paralizo.

- ¿Qué pasa Christian?.

- Nena, ¿crees que esto pueda hacerle daño al bebé?. Disculpa mi ignorancia pero se tan poco o mejor dicho no sé nada sobre el embarazo.

Christian AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora