Christian Amor

¿Imposible?

PoV Christian

Miro a Ana mientras duerme, me molesta enormemente que haya llorado por culpa de Patterson, es evidente que todavía no lo ha sacado totalmente de su vida, él todavía tiene el poder de lastimarla, ¿qué puedo hacer para evitarlo?, ¿qué puedo hacer para ser el único en sus pensamientos?. Sé que he ganado terreno, ya ha aceptado ser mi novia, ha conocido a mi familia y me ha besado públicamente por voluntad propia. Creo que es un avance tremendo, estoy eufórico pero me preocupa Elena, sospecho que quiere alejar a Ana de mí, temo que en cualquier descuido pueda revelarle la verdad sobre mi pasado y que eso pueda interferir entre nosotros. Debo hablar con Elena para advertirle que debe mantenerse lejos de Ana.

¿Qué pasaría si Ana conoce mi verdad?. ¿Me dejaría?. Seguramente si, si, he sido un tonto, comportándome como un soñador, es imposible que ella pueda amar a un monstruo como yo, es imposible que ella me perdone por ocultarle algo tan determinante, pero ¿cómo revelarle, a una mujer tan tierna e inocente, una verdad tan atroz como la mía?,

¿Podré convencerla de que eso es pasado y de que yo he cambiado? ¿y si ella no me cree?, entonces lo nuestro sería un imposible y a pesar de lo bien que la pasamos juntos ella estaría cada vez más lejos de mí.

Mi más oculto y profundo sueño, una vida llena de amor y felicidad, está tan cerca de hacerse realidad que casi puedo rozarlo con mis dedos, sin embargo sé que es tan frágil y está tan expuesto que cualquier persona de mi pasado puede destruirlo de su soplo, eso me aterra. Esa posibilidad hace que Ana sea tan inalcanzable como el cielo.

¿Acaso soy un egoísta por quererla para mí, por desear hacerla mía y aspirar a tenerla a mi lado por el resto de mis días?, se ha metido tanto en mi sangre que no tengo idea de cómo podría sobrevivir sin ella. ¿Me dejará?, ¿podrá olvidarme?, ¿podré olvidarla?, aún no sé si al menos ocupo un espacio en su vida.

Es increíble, yo,  el controlador de todo, el dueño de mi universo, ahora no soy más que un inseguro, temeroso del futuro, cuyo destino pende de un hilo demasiado fino, siento que estoy parado sobre arena movediza y que si doy un pequeño paso en falso me hundiré irremediablemente.

Grey, ¡estás de un optimismo contagioso!, se burla mi subconsciente y debo admitir que tiene razón, si sigo pensando así terminaré por delatarme yo mismo y habré destruido mi oportunidad. Fuera el negativismo debo actuar y lo primero es llamar a Elena. Voy a mi estudio y le marco, contesta enseguida:

- Christian querido, sabía que me llamarías, supongo que ya te diste cuenta de que enredarte con esa insípida es un error tremendo, ella no es para ti, tú necesitas una mujer que te siga el paso y te permita satisfacer tus más íntimos deseos, sin rodeos, sin limitaciones sin fingimientos ni hipocresías, tú necesitas actuar libremente, ser tú mismo...

Elena me aturde con su palabrería, siempre quiere manipularme y lo he permitido en muchas ocasiones, pero ahora NO, ahora las cosas serán a mi manera.

- BASTA ELENA, CALLATE Y ESCUCHAME MUY BIEN, ¡TE PROHIBO! ACERCARTE A ANA, ¡TE PROHIBO! DECIRLE UNA SOLA PALABRA DEL PASADO. PORQUE EL PASADO ES ESO, PA-SA-DO Y ALLÍ DEBE QUEDARSE. ME CONOCES MUY BIEN, SABES LO IMPLACABLE QUE PUEDO SER, NO TE CONVIERTAS EN MI BLANCO PORQUE LO LAMENTARAS. ¿TE QUEDO CLARO?.

Le grito mi advertencia, no responde nada, pero puedo escuchar su respiración agitada, concluyo:

- ESO PENSE-. Y cuelgo.

Ahora a dedicarme a mi nena, recuerdo que fue tan linda, tan espontánea, realmente me sorprendió cuando me beso delante de todos, fue algo mágico como dicen que es el amor, ¿acaso esto es amor?. Mi corazón palpita más aceleradamente de solo pensar en esa posibilidad. Ana es tan dulce y ha congeniado tan bien con mi familia, me siento tan feliz a su lado.